02. Co-capitanes

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— Sabes, creo que esta es la primera fiesta que vamos que no incluye desastres sobrenaturales desde que entramos a el instituto— dijo Mason pensativo, tirado en la cama de Liam con un joystick en la mano.

Liam, desde el suelo, se giró para mirarlo.

—No es una fiesta de verdad, Mase— señaló.— Melissa, Argent, el Sheriff y Parrish estarán allí, y Derek también, que es probablemente la persona menos fiestera que he conocido. Y tampoco podemos emborracharnos.

—¿Qué clase de persona es ese tal Derek?— preguntó Mason algo curioso.

—Es como Argent pero con colmillos.

Mason abrió mucho los ojos.

— Parece aterrador.— Liam rió entre dientes.

—De todos modos, enserio ¿Recuerdas la fiesta de la hoguera de primero?

—¿Te refieres a la vez en la que casi me queman vivo?

— A eso voy. Luego está esa vez en el Sinema, con ese escorpión barra quimera que casi mata a Corey ¿Y la fiesta en la casa de Scott con la cacería salvaje?— Mason contó con los dedos para luego negar con la cabeza.— Hemos tenido una juventud horrible.

—No es fácil ir a fiestas cuando alguien trata de matarte constantemente.

—Creo que deberiamos divertirnos antes que un apocalipisis sobrenatural intente de nuevo matarnos a todos.

—Por eso vamos a ir a una fiesta esta noche.

—Pensé que habías dicho que no era una fiesta— Liam puso los ojos en blanco.

Scott había decidido hacer una pequeña fiesta para su manada y aliados en su casa, para celebrar el din de la batalla y la destrucción del Anuk-ite. Aunque de hecho no había mucho que celebrar. Después de todo, Monroe se había escapado, todo no había terminado. Pero Mason tenía razón, se merecían un poco de paz y normalidad por una vez. También sería la última vez que estarían todos juntos, ya que Stiles, Malia, Lydia y Scott estaban a punto de irse. En la universidad, en Virginia o en Francia, dondequiera que estuvieran, estaban a punto de marcharse. La guerra solo había retrasado lo inevitable. Liam lo sabía, pero que estuviera listo para aquello era totalmente una historia diferente. Suspiró angustiado.

—¿Estás pensando en Theo? —Preguntó Mason divertido. Liam le dió una mirada de indeferencia.

—No, Mason. Diferente a como te gusta pensar, no paso toda mi vida pensando en Theo.

—¿Seguro? Ojos verdes, Liam, piel perfecta, cuerpo perfecto, abdominales...

—Bla, bla, bla — gritó Liam por encuma de él y mirando a otro lado, haciendolo reir.

—Hablasteis de eso al final— Liam asintió.— ¿Y...?

—Hicimos un trato— murmuró sin dejar de concentrarse en el juego.

—¿Un trato? —repitió Mason confundido.

— No volverá a pasar y no volveremos a hablar de eso.—Mason se quedó mirándolo, desconcertado mientras
su francotirador moría dentro de la pantalla.

—¿Estás seguro de que eso es lo que quieres?

—Claro, Mason,— resopló.— Como te dije, no pienso en Theo cada segundo de mi vida— Como mucho una vez
al día, o tal vez dos, pero ¿quién las cuenta?

—Sabes, tal vez me equivoque ... pero tengo la extraña sensación de que todo eso te saldrá por la culata tarde o temprano.

—¿Por qué debería pasar eso?— Preguntó Liam frunciendo el ceño a su mejor amigo, quien suspiró exasperado.

¿Qué demonios somos? - Thiam [Traducción]Kde žijí příběhy. Začni objevovat