𝐉𝐎𝐊𝐄𝐒 || 𝐁𝐚𝐧𝐠 𝐂𝐡𝐚𝐧

CUATRO; JOKES

Cuando salí del baño ya más relajado después de aquel tormentoso momento, me topé con Kaira afuera esperándome con cara de pocos amigos.

—¿Qué fue eso?— se cruzó de brazos mientras yo solamente la miraba sin más.

Solté un suspiro tan áspero que sentía que me raspó toda la garganta.
Pasé de ella aunque sabía que eso solo empeoraría las cosas.

Me comenzó a seguir a paso rápido, diciendo cosas entre dientes.

—Christopher, detente ya.

Seguía ignorándola hasta que llegamos al salón y me fui directo a mi asiento. Obvio recibí miradas de todos menos de Reagan, quien sabía que solo me ignoraba con tal de que yo pensara que no me iba a tomar importancia. Como siempre.

Mi mejor amiga se sentó en la silla de al lado, donde estaban sus cosas todas tiradas sobre la mesa.
Seguía mirándome, sentía su mirada pesada de cuando me reprochaba algo.

Pero yo solo miraba mi mesa tratando de evitar llamar más la atención.

—Eres un grandísimo imbécil— susurró Kaira haciendo que la mirara por solo un segundo y volver a lo mismo de hace rato —¿qué te ocurre?

La volví a mirar e hice una mueca agotada —ya cállate— suspiré —te dije que sí lo haría, lograré que Reagan me quiera— todo se lo decía en voz tan baja como me era posible.

—¡Buenos días jóvenes!— entró la maestra Jung —saquen su libro y ábranlo en la página que nos quedamos la clase pasada.

[...]

Ambos comíamos tan callados.
Podía sentir que Kaira aún estaba molesta por tratar de esa manera a la chica que se supone que me gusta.

No entendía porque se molestó tanto, cuando justo antes de hacerlo, se lo conté, como todo en mi vida.

—Somos mejores amigos y te cuento todo siempre— dije en voz alta.

Pensé que solo lo había dicho en mi mente, pero cuando vi que alzó su vista de su famoso puré de papas, supe que no fue así.

Ella no dijo nada, solo me miró recriminatoriamente y siguió jugado con su comida y aquel tenedor pequeño.

Solté un suspiro que no atrajo su atención para nada —Kaira— tomé su mano por encima de la mesa, pero ella la arrebató de una manera brusca —escúchame.

Alzó su vista nuevamente e hizo una mueca —eso hago, tonto. Pero no me toques.

Rodé los ojos pero al final solo acepté —te conté que lo haría, lo hice, no entiendo porque te enoja que lo haya hecho.

—¿Hablas en serio?— me encogí de hombros —te dije que es una pésima idea hacer eso. Reagan jamás te querrá cuando le haces bromas groseras y de mal gusto— hizo una pausa para puntarme con el tenedor —¿no ves que trato de ayudarte?

Alcé ambas manos al lado de mi cabeza —entiendo entiendo— entonces bajó el tenedor y yo mis brazos —solo que...— suspiré y bajé el tono de mi voz —jamás me había notado como hoy, me refiero... ¿viste que me miró por más de un mugroso minuto?— sonreí bobamente —quiero que eso perdure para siempre.

Kaira me miró de una manera extraña, pero terminó riendo por eso —eres un caso perdido Chris.

Le sonreí débilmente.

Sabía que el enojo se reemplazaría por una risa tarde o temprano.

Por si no leyeron la descripción de la historia. Kaira está basada en Arin de Oh My Girl.