𝐉𝐎𝐊𝐄𝐒 || 𝐁𝐚𝐧𝐠 𝐂𝐡𝐚𝐧

OCHO; JOKES

Las clases acabaron por hoy.
Caminaba junto a Kaira por los pasillos, hasta que de pronto Reagan se paró frente a nosotros haciendo que nos detuviéramos.

—Ey— saludó con una amplia sonrisa.

Solo asentí con la cabeza sin más, mientras que mi amiga la saludó con la mano.

—Quería saber algo...— me miró atenta —¿quieres salir conmigo a tomar un café? Lo pensé y podemos hacer las pases... ¿así se inician las cosas no?

Kaira agachó un poco la cabeza, en realidad ella trataba de disimular, pero aún así yo sabía que la estaba pasando mal.

—Ah— dije mientras hacía una mueca —no gracias— sonreí levemente mientras me rascaba la nuca y veía la expresión de ira que tenía la chica frente a mí —es que invité a Kaira a comer donas justo ahora.

Mi mejor amiga me miró rápidamente —¿eres idiota?— me miró molesta —sal con ella, las donas pueden esperar— me miraba con el ceño fruncido.

Negué —nah, quiero pasar un rato contigo, tengo que contarte muchas cosas— me encogí de hombros —vamos— la jalé del brazo.

Cuando pasamos junto a Reagan, y ella se quedaba ahí parada, mi amiga se soltó bruscamente de mí para mirar a la chica que permanecía ahí sin moverse.

—¡Reagan!

Cuando la llamó, yo la miré a ella, tratando de rogarle que la dejara ahí tirada.
Si ella tan solo pudiera saber como es que actúa Reagan en ciertas ocasiones, no estaría intentando emparejarme con ella ahora.

—¿Uhm?— se giró la nombra mientras nos veía con una sonrisa leve.

—Insisto en que salgas con Chris, necesitan hablar de muchas cosas, necesitan-

—Necesito hablar contigo— dije firme mientras la veía de forma molesta —deja de intentar ayudarme, piensa en ti en estos momentos.

Kaira me miró completamente confundida, por lo que entendí que lo que dije no fue lo mejor justo ahora.

—¡Digo!— corregí nervioso —es que... ¡necesito contarte un secreto de mejores amigos!— dije casi gritando.

Me miró confundida hasta que se echó a reír a carcajadas —¡ya no hacemos eso desde que estábamos más chicos, Christopher!

—Ya cállate— dije de regañadientes.

Miré a Reagan mirarnos solamente y tomé del brazo a mi amiga —en fin ¡nos vemos!

Y me la llevé de ahí como pude.

[...]

Cuando íbamos por las calles caminando en silencio, decidí decir algo con tal de no hacer el ambiente más incómodo de lo que ya era.

—¿Qué donas pedirás?— dije tan dudoso que era obvio que ella lo notó.

Me miró de reojo con una típica mueca de "¿estás bien?", para luego chasquear la lengua.

—Desaprovechaste la oportunidad de salir con Reagan— suspiró de forma agotada.

—Yah— dije quejándome —te había invitado antes a ti a salir. No quiero salir con Reagan, no me interesa.

Kaira se detuvo en seco cosa que tuve que girarme para estar frente a ella.

—¿Qué quieres decir con eso?— frunció el ceño —¡es Reagan, idiota!— gritó con frustración —no sabes lo mucho que he intentado ayudarte para que pudieras acercarte a ella...

—Pero-

Negó con un suspiro —nunca logro entenderte— me miró con una sonrisa burlona —tan imbécil eres que no logro entenderte.

Yo solo me encogí de hombros, cosa que la hizo reír tan fuerte, que terminó contagiándome.
Sin importar que la gente de la calle que pasaba, nos viera como si fuéramos un par de locos o incluso drogados.

No recordaba lo bien que se sentía reírme sin tener una razón en lo absoluto.
Pero estoy seguro de que es mejor así, que tener una sola razón para hacerlo.