VENTURA [ꜰᴀɴꜰɪᴄ]

C15 "Te amo"

La mezcla del susto con el nerviosismo del momento tenían a Vivían firmemente agitada pero él se encargaría de sacarla de toda realidad, de toda lógica, de envolver su mundo de amor y de una pasión descontrolada.

Besaba sin parar el cuello de Vivían quién le tenía fuertemente rodeada la cintura con sus piernas temblorosas, con hábiles manos él desataba botón a botón la húmeda blusa de ella dejando un beso en la piel descubierta, ella imitó la acción y las camisas al fin desaparecieron permitiendo el roce de la piel fría de ambos, se fundieron en un abrazo y él la llevó prendida a su cintura hasta la barra de la pequeña cocina, lentamente le quitó los zapatos mientras lo miraba fascinada, las manos de Damián subían firmes por las piernas de ella, en el acto sus bocas se encontraron en un lento beso, la miró a los ojos extasiado y sus manos fueron recorriendo la delicada espalda de Vivían.

Damián: no hay deseo mas grande en el mundo del que siento por ti mi amor [susurró agitado]

Hábilmente desató el broche del brasier y ella se abrazó a él automáticamente.

Damián: no tengas miedo [murmuró] ni pena, eres la mujer más hermosa del mundo, la más sensual, la que me tiene enloquecido.

Vivían: Te amo [dijo en su oído]

Damián: repite eso mi amor [la tomó del rostro ilusionado]

Vivían: no sé si está bien o no pero te amo Damián y quiero ser tuya ya [ordenó]

No pudo callarlo más, las caricias de él, sus palabras, sus besos la elevaban a un cielo desconocido, uno que la estaba sacando de cualquier realidad, allí solo eran ellos dos, haciendo a un lado sus temores y dejando salir a la mujer que necesitaba amar y ser amada. 

Él se encargó de decirle al oído cuanto la quería, lo hermosa que era y las ganas infinitas de besar cada rincón de su cuerpo. Terminó de sacar el brasier de sus brazos y la tomó cuidadoso llevándola a la cama donde salió la fiera que llevaba dentro de sí, giró rápidamente sobre él, besó su fuerte pecho, él la mira con dulzura mientras acariciaba su cabello pero las ganas y los besos de ella sobre su abdomen muy cerca de su vientre también lo estaban sacando de este mundo, con manos temblorosas ella retiró las prendas que le sobraban a ambos, en medio de la oscuridad se miraban con tanto amor que resultaba irreal. Quedó a horcajadas sobre el cuerpo casi desnudo de él y empezó a mover rítmicamente sus caderas llevándolo a la locura, aquella soberbia se transformo en sensualidad viva, sus manos viajaron por el cuerpo de ella y tocaron suavemente los senos haciéndola vibrar y reaccionar ante las caricias de la punta fría de sus dedos, emitió un jadeo lleno de estímulos, ni ella misma se reconocía de esa forma, él rompía con cada paradigma al amarla. La sujetó de las caderas y la volteo debajo de su cuerpo.

Damián: esta vez no dominaras todo [le rozó el cuello con su lengua] hoy eres solo mía.

Literalmente la inmovilizó unos minutos torturando a besos, sostuvo sus manos a cada lado mientras con la lengua jugaba tentando su cuello, sin pensarlo ella enredó sus piernas en la cadera de él sintiendo los besos viajar por su rostro, los suaves jadeos en su oído que la hicieron agitarse, las pequeñas mordidas sobre su blanca piel desnuda, un camino de caricias interminables por todo el cuerpo que la despojaron por completo de cualquier prenda de vestir, dejándola como él quería, desnuda, totalmente a su merced, ella estaba plenamente rendida a ese hombre. Apretaba con fuerza el cabello de él que se abría paso entre sus piernas llenándola de nerviosismo y un placer desconocido hasta el momento con esa acción.

Vivían: amor... [a penas susurraba en medio de la alterada respiración] a.. amor ¿qué haces? [cerró los ojos fuerte]

Damián: desearte mi vida [beso el interior de su muslo derecho] conocer y acariciar cada rincón de tu cuerpo [otro beso en el muslo izquierdo] amarte como nadie lo ha hecho.