VENTURA [ꜰᴀɴꜰɪᴄ]

C19 "No lo dudes"

No hubo poder humano que lograra separarlos desde aquel día, él conseguía llevarla de la mano brindando paz en su corazón, la pasión en su cuerpo y la tranquilidad en su vida. Todo parecía perfecto entre ellos, tan maravillosos meses fueron que Damián estaba listo y muy seguro en unir su vida para siempre a ella, una familia a su lado era el deseo mas profundo de su alma, un deseo que podría desatar un enorme conflicto.

Casa de Vivían - 9:30 a.m

Damián: estás tan hermosa mi amor [la beso suavemente] te extrañe mucho anoche [susurró en su oído]

Vivían: y yo a ti [tocó suave su labio] esta noche te lo recompenso [murmuró en el oído de él]

Andrea: bueno, bueno, que son esos secretos [dio dos palmadas y miró acusadora]

Damián: que gusto verte Andy, pensé que también estaría Fernanda [la miró]

Vivían: me llamó que viene llegando [sonrió] no se que tramas con ellas aquí, pero me asusta.

Andrea: a mi me parece emocionante [lo miró cómplice] jamás había visto brillar tanto los ojitos de mi hermana.

Vivían: no exageres como siempre Andrea [negó]

Algunos minutos más tarde Fernanda estaba ahí, él sabía muy bien que Andrea, su hermana y Fernanda, su mejor amiga era lo que ella tenía en la vida, y quería hacerlas partes de un momento especial para los dos, y si que sería especial ese día.

Damián: les agradezco que nos acompañaron a desayunar [sonrió] para mi es importante que estén aquí [tomo la mano de Vivían] ustedes saben cuanto amo a esta mujer.

Andrea: para aguantar ese carácter si que la amas [dio una carcajada]

Vivián: Andrea por favor [la miró seria] me tienes ansiosa con tus nervios Damían [lo miró] ¿qué pasa?

Damián: mi amor, eres más de lo que le puedo pedir a la vida, y esa vida es la que quiero compartir a tu lado, sin perder ni un solo minuto [se levantó y se arrodillo junto a ella] Vivían ¿quieres unir tu vida a la mía para siempre? [dijo sosteniendo su mano]

Ella enmudeció, su mente se nublo ¿casarse? ¿tan rápido? solo lo miraba de rodillas frente a ella, levantó su mirada y se encontró unos rostros muy emocionados, Andrea a punto del llanto y Fernanda tan sorprendida como ella pues sabía exactamente lo que pasaba por su mente, pero sabía que Damián la haría muy feliz así que decidió intervenir.

Fernanda: Vivi, no lo dudes y no temas, todo estará bien [sonrió]

Él comenzaba a impacientar ante la nula respuesta de ella, pero las palabras de Fernanda le dieron la seguridad necesaria, si, quizá todo estaría bien o quizá no.

Vivían: era lo que menos esperaba y no se si es una locura [respiró profundo] pero si, si, si quiero estar a tu lado siempre.

Un anillo precioso se hizo presente desde una pequeña caja roja, él se lo colocó y besó su mano algo fría por los nervios del momento, ambos de pie se fundieron en un abrazo que les hizo saber que esa vida juntos era posible.

Vivían: estás loco [susurró en su oído mientras lo abrazaba]

Andrea: esto merece una celebración ¡Al fiin! [gritó emocionada]

Vivián: tienes razón [asintió] Damían vamos [bromeo]

Andrea: que chistosa hermana [rodó los ojos] mi cuñado nos hizo parte de esto ahora nos aguanta [sonrió] yo invito el almuerzo y ya Damían te dará la cena.

Vivián: Andrea [la regañó] ¡Respétame!

Ella huyó y Fernanda salio a hacer una llamada antes de irse a la feliz invitación a almorzar, ambos se miraron y la sonrisa no pudo evitarse, él la tomó por la cintura y besó su mano.

Damían: me asustaste, pensé que me dirías que no [suspiró]

Vivían: Ay amor [suspiró] casi lo hago, todo me parece muy rápido pero verte es perderme en tus ojos y quiero ir siempre de tu mano.

Él la besó suave derribando sus temores, bueno casi todos sus temores, después del paso que había dado estaba lista para hablar con él de todo lo que había sucedido en su vida, sus dolores y sus miedos, estaba muy segura que la abrazaría dándole la confianza para que su relación fuera sólida. Esa noche sin dudarlo lo haría, pero tal vez la vida lo agitaría todo antes.

Los cuatro pasaron un almuerzo increíble, para ellas era agradable ver como Vivían tenía esos momentos de felicidad donde volvía a ser ella misma, dejando a un lado lo fría y distante que podía llegar a ser. Al regresar a casa Andrea y Damián estaban conversando gustosos en la sala esperando que ella empacará una pequeña maleta pues pasaría la noche a su lado, Fernanda la acompañó pues necesitaba saber que tanto pasaba por su cabeza aquel día.

Fernanda: ¿como te sientes Vivi? [se sentó en la cama armando la maleta]

Vivían: muy rara Fer, estuve a punto de decirle que no, se que lo notaste [le pasó una camisa]

Fernanda: por eso intervine, mereces la felicidad amiga y él es el indicado [sonrió]

Vivían: pienso decirle todo hoy, jamás hemos hablado del tema de que habrá mas allá y no creo que sean sus planes, lo cual me tranquiliza.

Fernanda: ya veras que los buenos momentos reinaran ya en tu vida, además esta guapísimo [le lanzó una almohada] y loquito por ti [sonrió]

Ella sonrió totalmente enamorada, si era muy guapo, tierno, divertido, gran amante y muy paciente con ella, terminaron de arreglar todo, ella se dio un pequeño retoque de maquillaje y bajaron entre bromas, con una sonrisa en su rostro que pronto desaparecería al escuchar a aquellos dos hablar de los famosos planes a los que Vivián se refería minutos antes.

Andrea: ¿y tu has hablado con ella sobre eso?

Damián: Aún no Andy pero nada me haría más feliz, es lo que siempre he soñado en mi vida, y ella es la mujer indicada [sonrió ilusionado] solo Vivían podría ser la madre de mi hijo, me muero porque seamos padres ¿la imaginas embarazada?

Iban llegando cuando escucharon aquello, ella frenó de golpe y detuvo a Fernanda, ambas se miraron, el aire faltaba, sus piernas empezaron a temblar, una punzada helada en su estómago la golpeo contra la realidad tan temida para ella, sus ojos se inundaron y su amiga la sostuvo, sabia exactamente que aquellas palabras la destrozaron en segundos, que Damián sin sospechar había lanzado un disparo que la fulminó.

Fernanda: Vivi mírame, respira [la ayudó a salir sin que las escucharan]

Vivián: maldita sea mi vida Fer, esto no puede ser [dijo viendo su anillo]

Fernanda: amiga no te trates así, tu sabes que no es seguro...

Vivián: Ay ya Fernanda por favor [secó sus lágrimas amargamente] no me digas nada, y acabemos ya con este circo.

Fernanda: Vivi espera [la sostuvo] ¿que harás?

Vivián: lo que debo hacer Fer [sonaba totalmente fría] pasar la última noche con él [la miró] y no me vayas a decir ni una palabra más, acá nada pasó ¿me entendiste?

Fernanda: no Vivián no, no estoy de acuerdo, habla con él.

Vivián: no pregunte si estabas o no de acuerdo Fer, tu mejor que nadie sabe lo que siento, lo amo tanto que no destruiré sus sueños, no hay nada que hablar, solo dame tu apoyo, como siempre, te lo ruego [sostuvo sus manos]

Su pañuelo de lágrimas, su consuelo, la que siempre la sostuvo allí estaba una vez más, totalmente en desacuerdo con sus decisiones pero lista para brindar ese abrazo que la protegería cuando lo necesitara.

Ella con el corazón hecho pedazos regresó fuerte, altiva y decidida, tomó la mano de Damían y juntos se fueron camino al apartamento de él, donde pasarían la que ella creía era la última noche juntos, pero la vida le tendría otros designios, solo que en ese momento el dolor sería lo único que la haría reaccionar al mundo....