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-¿Vosotros también hacíais cosas para que el tío Lix y el tío Bin estuviesen a solas mientras no empezaban a salir?- pregunta Mark con curiosidad.

Se encuentran de camino a casa de los padres de Jisung y el viaje en coche es un poco largo, por lo que a los adultos ya les tardaba que el niño empezase a hacer preguntas para matar el tiempo. Hyuna y Dawn se mudaron hace un tiempo a una casa un poco más pequeña en las afueras de la ciudad, según ellos, para cambiar a un lugar en el que los recuerdos de la vida en común con su cachorro no los ahogasen. Su hijo sabe de sobras que simplemente querían mudarse lejos del bullicio de la ciudad y que lo otro es solamente una excusa oportuna para convencerse a ellos mismos.

-¿Te aburres mucho, no, cachorro?- responde Minho, que es el que va conduciendo. Observa como su hijo asiente con un puchero por el espejo retrovisor, sacándole una ligera sonrisa.- La verdad es que yo sí que lo intentaba. Quería que tu tío Bin estuviese con su omega lo antes posible. A parte de que quería devolverle todas las veces que nos dejaron a nosotros solos a posta.

-¿Entonces tú también sabías que nos dejaban solos a posta?- pregunta Jisung, al que los otros dos creían dormido hasta ese momento.

-Era muy obvio, cariño. Igual para ti no tanto, pero yo ya los conocía desde hace mucho como para saber que algo se traían entre manos.- ríe el mayor. Se le hace adorable el hecho de que su omega no se diese cuenta de esos detalles cuando sus amigos no son, precisamente, los reyes del disimulo.- Por ejemplo, el día del centro comercial en el que te di el peluche. Fue más que obvio que se pusieron de acuerdo para que fuésemos solo nosotros.

-De eso me di cuenta hace un tiempo hablando de lo mismo con Bin. En el momento estaba más nervioso por quedarme a solas contigo.- anuncia el omega con un pequeño encogimiento de hombros.- Pero esa se la devolvimos. Aunque yo en el momento no me diese cuenta de que estábamos vengándonos.

-¿Qué hicisteis?- interviene el niño, oliendo una nueva parte de la historia que escuchar para hacer menos tedioso lo que les queda de camino.

-Abandonamos al tío Changbin y al tío Lix en el centro comercial. Tal y como ellos hicieron con nosotros.- dice el alfa con orgullo por sus acciones pasadas.- Aunque el pobre Félix fue un daño colateral, porque cuando nos lo hicieron a nosotros él no estaba.

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-¿Vamos a ir a comer a la tienda hoy?- le pregunta Jisung a Félix mientras recogen los materiales que han usado en la última clase.

-Mis padres tienen trabajo, así que por mi vale. No quiero comer solo.- responde su amigo con un encogimiento de hombros y un aire algo distraído.

-Y también quieres ver a Changbin hyung.- anuncia el otro con una sonrisa pícara mientras mueve las cejas de arriba a abajo sugestivamente. El pecoso solo lo golpea con el gran libro de física que tiene en la mano mientras lo fulmina con la mirada como respuesta.- Auch.- se queja, sobándose la zona.- No deberías ser tan agresivo. Solo he comentado un hecho.

-Me arrepiento de haberte contado todo en la fiesta.- murmura el pelinaranja con indignación intentando encubrir su vergüenza por el tema.- Solo vámonos ya si no queremos comer con el conserje en vez de en Stray Tatoo con los chicos.

El de cabellos rubios se lo concede sin decir nada más, no queriendo recibir otro golpe. Echan a caminar con tranquilidad, cada uno sumido en sus propios pensamientos. Es habitual entre ellos esos momentos de silencio cómodo que no hace falta rellenar con palabras. Simplemente se hacen compañía de manera calmada.

En la salida se encuentran con que la atención de la mayoría de estudiantes que aún no se han marchado se encuentra en un mismo punto. Dos alfas mayores esperan de pie, incómodos por todos los cuchicheos que parecen provocar su presencia. Ninguno de los dos omegas puede evitar su sorpresa al ver a Minho y Changbin allí. Se preguntan qué es lo que los habrá llevado hasta allí.

~Destiny~ MinsungWhere stories live. Discover now