Ender / Haikyuu X Oc/ COMPLETADA Y EDITANDO

Nos Quedamos En Tokyo

Narra Ender:

Francisca me observaba pidiendo explicaciones.

— ahora os digo.... Pero necesito que Kuroo y Kenma se vayan — miré a los chicos

El pelinegro hizo una mueca de falsa decepción y Kenma me observó unos segundos en silencio para luego seguir jugando en su móvil.

— umm... Y yo que creía que habías venido para verme, me siento desepcionado — se quitó una lagrima inexistente

— Kuroo vamonos... — el teñido agarró a su amigo del uniforme y lo arrastró hasta afuera

Mis amigas y yo nos quedamos mirándoles hasta que cerraron la puerta y se fueron, luego, Irene y Francisca me observaron interrogantes.

— ahora dinos que ocurre — exigió la morena

Dudé un poco en si decírselo o no, pero, necesitaba ayuda, además, eran mis mejores amigas, no me sentiría bien si algo así no lo supieran.

Suspiré.

— Está bien.... Pero máxima discreción, no quiero que nadie se entere, solo lo sabréis vosotras aparte de mi familia y uno de mi equipo de voleibol — Francisca me miró con mala cara e Irene un poco triste

— ¿se lo has contado antes a gente que acabas de conocer que a nosotras? — dijo la rubia

Era cierto, pero, no fue porque quise, la situación me obligó, si hubiera sido por mí, no se lo habría contado a nadie.

— se que podéis estar molestas, pero necesito que me escuchéis... Necesito vuestra ayuda — las dos se quedaron calladas y me miraron con atención

Casi nunca pedía ayuda, y cuando lo hacía era porque sabía perfectamente que no podría enfrentar el problema sola.

Comencé a explicarles, y por cada cosa que decía mas creía que me mandarían a la mierda por la cara que hacían.

Cuando acabé de explicarles la situación, las dos me miraban de manera extraña, esperé a que me mandaran a tomar por culo.... Sin embargo, sus reacciones me sorprendieron.

— Así que... Necesitas quedarte en algún situo porque esos tipos raros te están buscando... — habló Francisca

— y te están buscando porque tienes poderes...y han cogido de rehén a tus padres... Y fuiste a la casa de Daichi a pasar la noche... — siguió Irene

Un silencio incómodo, al menos para mí apareció.

....

¿Y ahora que era lo que debía decir? Estaba claro que no se creerían una cosa así...a no ser claro, que les hiciera una demostración.

Levanté mi brazo dispuesta a mostrarles lo que podría llegar a hacer, pero sus voces me interrumpieron.

— te creemos — dijeron a la vez

...

...

...

¿Que?

— ¿como? ¿Así sin más? — pregunté entre sorprendida y confundida

Irene se acercó a mi con una de sus brillantes sonrisas y me agarró ambas manos.

— nunca te inventarias algo como eso — dijo la rubia

Se acerca Francisca y coloca una mano en mi hombro.

— y aunque sea difícil de creer, nunca nos has mentido

Les sonreí.

— gracias por confiar en mí