Enfado y desencuentros.

1.3K 135 12
                                    

— Así que tú eres la chica del accidente. — dice mirando al frente. Se había parado en seco, aunque se estuviera empapando.

— Em... sí. — digo rascando mi nuca.

— Erin, tú conocías a mi hermano, y no dijiste nada. — ella preguntaba de forma indirecta. Su tono transmitía enfado.

Me llamó Erin, no era bueno.

— No recordaba quién era. — digo seria.
— ¿No? Tú fuiste la culpable de que Payton sea así ahora. — dice, yo quedo pasmada.

Otra bipolar en la familia.
¿Cómo puede atreverse a decir eso?

Como si yo hubiera querido que me estamparan en una rotonda.

— Yo...
— ¿No tienes la culpa? Hiciste su vida peor, desde que esa furgoneta te empotró. Quizá mi hermano no debió llevarte al hospital debiste... — se detuvo.

No sentía calor, no sentía frío, no sentía felicidad, ni mucho menos alegría. Ese vacío regresaba a mi pecho tras muchos años sin oírlo. Esa presión. Me sentía triste, muy triste. Tal vez era cierto.

Pero no logró terminar la frase, ya que la interrumpí.

— ...Haber muerto. ¿Sabes? Gracias Faith, tal vez debería estar muerta. No eres la primera persona que me lo dice, supongo que será por algo. — me aparté de ella.

Lágrimas brotaban por mis ojos, como una cascada. Fui por otro camino, me desvié con tal de no encontrarme con ella. Al llegar a casa, llegué exhausta. Toqué la puerta con fuerza, esperando que hubiera alguien, pero nadie se encontraba dentro.

En mi mochila busqué las llaves, pero las dejé dentro de casa.

Llamé a mi madre, pero no respondía.

Llamé a mi padre, pero tampoco respondía.

Me senté en la alfombrilla frente a la puerta de entrada, lloraba con fuerza, y la lluvia se enfurecía con mi aumento de tristeza.

Escucho a alguien.

— ¡Ey! — dice Payton. No obtiene respuesta alguna. — ¿Qué pasa? ¿No puedes entrar? — dice en tono de burla, lo que me entristece aún más.

— No, no puedo entrar, y tú deberías dejarme y hablar con tu hermana. — digo rompiendo en llanto.

— ¿Cómo? Erais amigas. ¿Por qué te enfadas?

Suelto una risa sarcástica.

— Amigas que se conocen de un día, amiga que el primer día que me conoce, me dicen que debería estar muerta, amigas que me echan la culpa de haber tenido un accidente de coche. — él queda en silencio. — Eso son amigas. No me culpéis de todo a mí. Mis actitudes son consecuencias de las vuestras. — dije mirándolo a los ojos, ambos estábamos empapados por la lluvia.

— De verdad, mi hermana es un caso. — ahí pensé que estaba de mi parte, hasta que sigue. — Pero, ¿Tú no la has hecho nada? — pregunta fríamente.

Esa pregunta fue suficiente para colmar el vaso, se lo acababa de decir. Me culpaba a mí del conflicto con su hermana. Ella necesita un psicólogo, no una chica a la que vapulear cuando le interese.

— Vete. ¡Vete! ¡Vete de aquí! ¡Ya arreglo yo todo esto! ¡No necesito la compasión de los Moormeier! ¡Tampoco a sus constantes ataques! — dije empujándolo.

Cuando finalmente se fue, me volví a sentar, cuando me pinché con algo. Era una llave. Probé si abría la puerta, y efectivamente lo hacía.

Subí a mi cuarto y comencé a llorar desconsoladamente. Lloraba. Destrozaba todo. Parecía un rabioso torbellino. De repente, miro unas tijeras, y miro mi cicatriz.

Así ya no soy un estorbo para nadie.

¡No! Erin eres muy fuerte, no vas a dejar tu vida por esto.

¿Y tú quién eres?

Tu conciencia pedazo de burra.

Oye, yo no te he insultado.

Pues yo sí. ¿Algún problema? Solo digo la verdad.

*flashback*

🗓 - 12 de diciembre de 2018

Estábamos celebrando una cena en familia, previa a navidad. Mis primos hablaban entre ellos, mis tíos con mis padres, mis abuelos observaban todo, sonrientes.

— Mira, no sabe socializar. — escucho cómo le dice mi padre a mi madre por lo bajo.
— Oye, cariño, relájate, tal vez la ocurre algo. — contesta mi madre.
— Debiste hacerme caso y abortar. — le escuché.

Al menos en ese momento mi madre aún estaba de mi lado.

🗓 - día siguiente

— ¡Si nos escuchaste hablar fue tu problema! ¡No te debiste entrometer! ¡Conversaciones adultas! ¡A-DUL-TAS! ¿No entiendes?
— Y-yo... sé que nunca quisiste que estuviera aquí.
— Tal vez tienes razón, antes de que nacieras salíamos, copas, quedadas... ahora tener que soportarte es un horror. Tal vez deberías estar muerta. — dijo.

Ese vacío y presión me invadía fuertemente, por primera vez. Quería decirle cosas, yo no tuve la culpa de haber nacido, podrían haberme dado en adopción, o haber decidido bien si me querían o no. Pero no podía.

Sentí una bofetada, y me puse a llorar.

*fin flashback*

Permanecía seria. Con lágrimas en los ojos, sin expresión alguna, frente a la ventana. La punta de las tijeras seguía rozando mi cuello. Cuando mi vista volvía a centrarse, vi como Payton y Faith me miraban angustiados desde la otra ventana de su cuarto. Les miré, giré levemente la cabeza, aún con lágrimas, les enseñé las tijeras y las tiré al suelo.

— ¡Iros al carajo! — grité mientras corrí las cortinas para que no vieran nada.

El momento no fue más allá. ¿Por qué me tengo que reencontrar con Payton? Me salvó la vida, pero ahora es muy diferente.

Por si fuera poco, la bipolaridad es un rasgo de los Moormeier, y tengo que estar aguantando eso por dos hermanos.

Faith mencionó a un hermanastro, pero... no son de la misma sangre... supongo que no será así. Eso espero.

━━━━━━━━━━━━

- 𝙰 ❤️

[edited chapter]

© 𝐚𝐧𝐠𝐞𝐥𝐬𝟸𝟺𝟽𝟻𝟾 - 𝐀𝐋𝐄
"pulsa la estreshita"

𝐂𝐀𝐑 𝐁𝐎𝐈, pytn.Where stories live. Discover now