Hace mil años: parte 3

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Cuando Besnik fue completamente consciente de lo que estaba pasando, se asustó muchísimo. Observó al alien con detenimiento y luego a mí, sin embargo no dijo nada. Resoplé cansada. ¿Qué pensaba que iba a sonsacar con tanta violencia? Sólo conseguiría asustarlo. Abrí mi pequeña mochila y de un diminuto estuche de manicura, saqué unas tijeras. Había que estar preparada para todo.

— Vamos, Besnik,— me arrodillé frente al magullado recepcionista y empujé ligeramente a Ben. Era mi turno. —Él está aquí para ayudarnos. Sólo tiene que reunirse con su compañero. ¿Dónde está?

Tomé sus manos y corté la brida con las tijeras. Todo eso no era necesario. Puede que me hubiera sorprendido que tuviera un arma, pero Besnik era inofensivo, de eso no cabía duda.

— ¿Y si miente?— preguntó el recepcionista incrédulo mientras se frotaba las muñecas. — ¿Te has planteado que quizá pretenda matarnos? o peor aún, ¿conquistar nuestro planeta?

Observé a Ben que estaba cruzado de brazos impaciente. Cada segundo era valioso para él. Tenía que pensar algo de prisa para convencerlo y que cooperase. Ben resopló exasperado.

— No tengo tiempo para esto— murmuró mientras empuñaba el arma que había pertenecido a Besnik.

— ¡No!— Empujé su brazo, desviando la trayectoria del proyectil, fallando así y preservando la vida de Besnik, que había palidecido por el susto. —¿Estás loco? ¡No puedes matarlo!

— ¡Por Dios, no iba a hacerlo!

—¿Ah, no? ¿Y cómo explicas eso?— señalé la dirección en la que había desaparecido la bala.

—Sólo quería intimidar, pero el gatillo es demasiado sensible y tu empujón me ha hecho disparar sin querer— se defendió.

—Pues eres bastante torpe para ser tan atrevido.

— ¿Torpe?— exclamó ofendido. —¿Cómo te atreves? ¿Qué sabes tú de quién soy yo?

— ¡Podías haberle matado!

— Pero no lo he hecho.

— Pero casi.

— Si tú no te hubieras entrometido, tal vez habría logrado sonsacarle algo.

— ¡Está bien!— interrumpió Besnik irritado. — Os diré dónde tienen al compañero.

Me sorprendí al escucharlo decir eso. Entonces sí sabía mucho más de lo que yo creía. Sus palabras llamaron inmediatamente la atención de Ben, que se agachó hasta ponerse a su altura. Éste mantenía la mirada baja, como si estuviese avergonzado por lo que estaba a punto de hacer.

— Vas a hacer lo correcto— le animé.

— Se lo han llevado a la sala de estudios del edificio Bars Kunn. Está retenido mientras buscan al otro espécimen para hacerles unas pruebas.

— ¿El otro espécimen soy yo?— preguntó Ben ofendido. Besnik se aclaró la garganta y asintió.

— Nos han mandado que lo encontremos y lo llevemos allí.

— ¿Por qué a ti, Besnik? No eres más que un recepcionista— inquirí con curiosidad.

— No. En realidad soy un guardia. Uno de los tantos que tu padre tiene contratado para protegerte.

— ¿Protegerme? ¿De qué hablas?

Besnik se rió negando con la cabeza, y ese gesto, lejos de gustarme, parecía que él sabía cosas que no podía saber.

—El mundo es muy diferente de lo que crees, princesita —Miró en otra dirección, evitando mis ojos, tratando de huir de las respuestas que yo buscaba.

Engel 2 // Hace mil años/POV DarehWhere stories live. Discover now