La carta

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Desde que tenía cinco años, sufría de transformaciones en cada luna llena. Había sucedido una noche de verano. Él se había dormido con la ventana abierta producto del calor. De un momento a otro, sintió a alguien entrar a su habitación y al abrir sus ojos, frente a él había un lobo, pero no era como los lobos de los libros que su mamá le leía, este parecía humano…

Al verlo, sus pequeños ojos dorados se horrorizaron y gritó, pero aquel grito mas que ahuyentarlo, incentivo a la criatura a lanzarse sobre él y morderlo. Los pasos de su padre no se hicieron esperar, y entro a la habitación con su varita en alto. El lobo fijo sus ojos en Lyall Lupin y este, comenzó a lanzarle hechizos lo que provocó que la criatura huyera por el mismo lugar donde había entrado

—¡Greyback!—gritó el hombre, quién con su varita en alto iba a perseguirlo, pero una voz femenina lo detuvo. Era su esposa.

—¡Remus, mi pequeño!—Hope Lupin tenia entre sus brazos a su pequeño hijo, viendo horrorizada como su cuerpo comenzaba a convulsionar—Lyall, debemos llevarlo a un medico—agrego con su mirada fija en su marido, quien se había acercado hasta ellos. Lupin asintió y tomo a hijo entre sus brazos corriendo hasta la chimenea.

Había sucedido hace seis años atrás, desde ese momento Remus nunca fue el mismo. Comenzó a tener una personalidad mas retraída y su única compañía eran los libros que su madre le compraba, ya que el tener amigos se le hacia complicado y no solo por que prefería leer, sino que cada cierto tiempo las mudanzas han sido parte de su vida. Su padre había decidido aquello, desde que las transformaciones de Remus se habían hecho cada vez mas fuertes y el sótano ya no era suficiente para esconderlo de los muggles. Además del no tener amigos, estaba el problema de que nunca había podido asistir a un colegio como todos los niños normales, sabía que él no era normal, pero aun así le habría gustado estudiar y tener amigos.

Aquello le pesaba, mas aun sabiendo que su padre era mago y que había asistido a la mejor escuela de magia y hechicería, Hogwarts. Lyall le había comentado que en ese lugar había hecho las mejores amistades de su vida; Remus quería vivir lo mismo, lo anhelaba pero su padre había sido franco, el tener aquella condición haría difícil que lo aceptarán por todo los riesgos que ellos conllevaba.  Hasta que un día tuvieron una visita inesperada. Era el profesor Dumbledore, Lyall se sorprendió al verlo de pie en la entrad de su nuevo hogar.

Dumbledore había sido profesor de la asignatura de Encantamientos de Lyall durante sus años en Hogwarts. Era uno de los mejores profesores que había tenido durante sus años de estudio.

—¿Qué lo trae por aquí, profesor?— pregunto el señor Lupin sentado en uno de los sofás individuales, a la vez que le indicaba al profesor que se acomodase en el otro.

—Tu hijo, Remus esta por cumplir los once años…

—Si, yo seré su profesor

—Justamente de eso, vine hablarte Lyall—el profesor Dumbledore se acomodo en su asiento y prosiguió.—Remus debe ir a Hogwarts.

—Disculpe profesor, pero eso es imposible. Remus es un…un licántropo. Sería peligroso para los demás niños que el asistiera a Hogwarts. Además, el Director Dippet, no lo aceptaría nunca.

—Ex director, querrás decir—Lyall lo observo sin comprender—soy el nuevo director de Hogwarts—sonrió—Y por ello, quiero que Remus asista a Hogwarts, merece tener educación mágica como todos, señor Lupin.

Hope, quién había estado en la cocina preparando té, llego justo en el momento en que el profesor Dumbledore hablaba de educación mágica. Dejo la bandeja sobre la mesa de centro y le acerco una taza de te al profesor Dumbledore, a la vez que Lyall tomaba la suya.

Patronus-Los recuerdos de R.J.Lupin [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora