[B]Ella

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A veces el amor nos falla, nos falta o hasta nos sobra y tenemos que recurrir al odio.
Cuando pasas mucho tiempo amando a una Bestia, la bestia siente amor, y depende el resto de su vida de ese amor que recibe. Pero sigue siendo una bestia.
Llega un día que te das cuenta y tienes tu cuerpo cubierto de arañazos y mordizcos.
No lo notabas antes porque estabas tan ocupada en domesticar a la bestia, que se te olvidó domesticarte a tí misma.
Cuando ese día llega, el amor se convierte en odio, odias la manera en que amaste y domesticaste a la bestia. No odias a la bestia, ya que él es resultado de tus desiciones.
Y no tienes escapatoria, no tienes a donde ir. Solo debes aguantar más arañazos, porque sabes que si sueltas a la bestia, le puede hacer daño a otros. Ya no eres solo tú, sino el resto de los que te rodean.
Aún cuando la Bestia se revela y huye, sigue regresando cada vez. No tiene a donde ir, ni nadie que lo ame, o lo odie como  tú.
Esa es tu cruz? O puedes dejarla atrás? Puedes seguir adelante y dejar que sanen tus heridas? Puedes domesticar a una Rosa en vez de a una Bestia? Los pinchazos deben doler menos que los arañazos.
Eso que dicen que las únicas personas que te desepcionan son de las cuales esperas algo... es muy cierto.
A veces, eres desepcionado incluso de no recibir odio de alguien. Estás desepcionado de que no quieran salir de tu vida. Desepcionado de todas las lágrimas que derramamos sin siquiera alguien notarlo.

-P-

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