Treceavo Capitulo 1/2

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Devuelta a Diciembre

Una cabellera rosada caminaba o mejor dicho corría en busca de cierto peliazul el cual le había informado que necesitaba un nuevo cambio a su motor de la pierna izquierda. Ella con toda alegría acepto porque hay que agregar que se sentía ligeramente atraída por el "rey de las normas" y cualquiera ocasión que le permitiese pasar aunque sea un rato con el, no lo desaprovecharía y es normal, porque ¿quien no ha hecho lo mismo? acercarse a su crush con el pretexto de ayudarlo en algo.

Sin embargo el chico de anteojos salió disparado al ver como su compañero de pelo verde alborotado era perseguido nuevamente por un rubio cenizo con explosiones en sus manos. Ya era de esperarse que ambos chicos no se quedaran tranquilos hasta que Bakugo mandara volando a Midoriya así que Iida como su deber de delegado tenia que intentar que su compañero no enviara al peliverde a la enfermería como era de costumbre cuando acababan.

Y cuando la pobre Mei volteo para ver a su príncipe azul porque este no contestaba su pregunta que había realizado, ya se encontraba sola en medio de los dormitorios de la clase 2 "A".

Por instinto comenzó a correr con la esperanza de alcanzarlo a donde hubiera ido. Mas por desgracia y ni tampoco sabe como llego pero se encontraba en la cocina de los dormitorios.

- Maldito Iida, me dejas sola de la nada y sin avisar- se quejaba cruzando los brazos sobre su pecho- te tendrás que buscar a alguien mas para que arregle tus cosas si sigues haciendo lo mismo todo el tiempo... ¿Por qué estoy hablando sola? Ya enloquecí- lloriqueaba como una pequeña niña.

Seguía reclamándose a ella misma cuando empezó a escuchar voces a lo lejos y como toda un gato se acerco sigilosamente para recibir a sus nuevos acompañantes con una sonrisa y capaz preguntarles si habían visto a Iida.

Cuando las tres personas se reunieron y observaron entre ellas, el primero en romper el silencio fue un rubio con hermosos ojos dorados que relucían como estrellas en la noche.

Punto de vista de Hatsume

- Hola- por mis oídos resonó una delicada y alegre voz. Pero no prestaba mucha atención por el chico que estaba a su lado. Joder ¿y este Adonis Griego de donde salió? Pensaba sin dejar de ver embobada el perfil del chico pelimorado.

- Oh?- obligada por mi poca dignidad que me quedaba voltee y sacudí mi cabeza para dejar de verlo— Ohh ¡¡Hola!!- ahhh Mei ya quedaste como una estúpida en frente de un ángel y el Adonis Griego.

- Soy Kaminari Denki y el que esta a mi lado es Shinso- mientras lo escuchaba hablar me percate que llevaba un sueter super largo para el, pero le daba un toque super tierno, ¿Sera del chico o de él? ahhh da igual porque se ve super kawaii le queda mejor que cualquier ropa que yo me pong-

- Hola supongo- volví a la realidad percatándome que me había quedado callada como idiota no obstante había escuchado la voz mas bella y gruesa en toda mi vida.

- Oh cierto- tarada deja de decir "oh"- me había olvidado, soy Hatsume Mei un gusto- salude con un sonrisa para extender mi mano para que la recibiera Kaminari con una sonrisa igual que la mía.

Por alguna razón estaba ansiosa por que le tocara a Shinso saludarme. Y así fue, cuando toque su mano pude sentir una cosquilleo en mis manos... Woah este chico es hermoso...Tiene una mirad-

De la nada mi mano fue soltada dejándome atónita pero luego me fijé que la había sujetado durante un periodo considerable y hasta se podría decir exagerado para un simple saludo.

Luego de eso, el chico rubio desapareció de mi vista sin darme cuenta pero no era la única ya que Shinso también se alarmó al no encontrarlo a su lado separándose y despidiéndose rápidamente. Estaba en shock porque me volvieron a dejar sola ¿es que tengo alguna maldición que aleja a la gente o que?

¿Y sí...hubiera sido yo?                                           ShinkamiWhere stories live. Discover now