La cena.

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- Bueno, pues parece que esto ya está, ¿no? - Digo quitándome los cascos y dejándolos sobre la mesa de mezclas.

- Sí. - Contesta Ana repitiendo el gesto. - Con esta canción, ya estarían terminadas todas.

- Creía que nunca iba a escuchar esas palabras. - Me estiro en la silla, bajo la atenta mirada de Ana. - Y el resultado es bastante bueno, me encantan.

- Ha sido fácil. Todas las canciones eran muy buenas. - Contesta encogiéndose de hombros. - Tienes mucho talento, Nat. Como compositora y como cantante también. ¿No te has planteado nunca dedicarte a esto? - Me río antes de contestar.

- Muchas gracias Ana, pero no. Siempre lo he querido, pero sé que no tengo el talento suficiente y me parecía un camino muy difícil. Así que dejé la idea a un lado. - Mantengo la sonrisa mientras me encojo de hombros. Una media verdad era todo lo que podía ofrecerle.

- Pues hazme caso, tienes talento de sobra. Aquí podríamos hacerte un hueco. - Dice giñándome un ojo, mientras se vuelve hacia la mesa de mezclas.

- Pues muchas gracias, pero estoy muy bien como estoy. - Contesto entre risas.

- Vale, vale. Dejo la oferta sobre la mesa.

- Entonces... ¿Para mañana estará terminada? - La veo asentir con la cabeza. - Estupendo, porque mañana quería enseñarles las canciones a todos. ¿Te viene bien?

- ¿Quieres que esté? - Pregunta sorprendida.

- Claro, todos queremos que estés. Eres parte del equipo también. - Veo cómo se le ilumina la cara ante mis palabras. - La idea es enseñarles todas las canciones a todos los participantes de la campaña. Y por supuesto tienes que estar tú.

- ¿De verdad?

- De verdad de la buena. - Contesto con una sonrisa. - ¿Mañana a las 11 en nuestra oficina?

- Ahí estaré. Y llevaré la canción terminada ya.

- ¡Perfecto! - Contesto levantándome y dándole un abrazo. - Nos vemos mañana.

- Hasta mañana, Nat.

Me despido de Ana hasta el día siguiente y me dirijo hacia 'The Temple', donde me esperan mis compañeros para tomar unas cervezas y liberar todo el estrés acumulado por la campaña.

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- ¿Y bien?

Era una pregunta retórica, no necesitaba respuesta porque las caras que estaba viendo me lo estaban diciendo todo. Las canciones les habían gustado tanto como a mí. Incluso había visto alguna lágrima, fruto de la emoción que estaban sintiendo.

- Creo que hablo en nombre de todos, cuando digo que nos encantan. Son maravillosas, todas. - Dice Ricardo un poco emocionado. Ricardo era un participante de la campaña, su historia había sido elegida por unanimidad, era una de las que más nos había gustado.

- Gracias Ricardo. Me alegro mucho de que os gusten. En realidad ha sido muy fácil, todas las historias eran geniales. Pero hay una cosa más... - Digo con una amplia sonrisa. Noto cómo todas las miradas se dirigen hacia mí. Mis compañeros ya sabían lo que iba a decir, porque en realidad, había sido idea de Alba. Se le había ocurrido una noche después de hacerlo. Sonrío involuntariamente ante el recuerdo de Alba con el pelo alborotado y las mejillas aún encendidas. Noto cómo la rubia me da un golpe disimulado en la pierna, a la vez que esconde una sonrisa porque sabe perfectamente en qué estoy pensando. 'Natalia, céntrate.' Vuelvo a la realidad. - No vamos a contratar a modelos para el desfile, queremos que desfileis vosotros.

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