FLAMES

El desfile (Parte 2)

La noche estaba siendo un desmadre, el alcohol corría sin control y ninguno estábamos ya en pleno uso de nuestras facultades mentales.

- ¡Ooooootra ronda! – Balbucea María llegando con otra bandeja de chupitos. – Ya no sé ni de lo que son, así que chupito sorpresa para todos.

- Con la que llevamos encima, lo mismo son de agua y ni nos enteramos. – Dice Sabela bebiéndose uno.

- ¡Puaj, es tequila! – Dice Marta con una mueca después de beberse el suyo, buscando un limón.

- ¡Tía, que no hemos brindado!- Coge otro, si hay de sobra. – Dice María riéndose, haciendo gala del alcohol que lleva en las venas.

- ¡Venga ese brindis! – Ahora es Miki quien alienta a las masas.

- ¡Arriba...Abajo...Al centro... Y pa' dentro!

- ¡Espera! Y el que no apoya, no folla. No os olvidéis. Sobre todo vosotras dos. – Dice María riéndose y señalándonos a Alba y a mí.

- A esta y a mí no nos hace falta apoyar para follar. Pero como tú también has apoyado, te puedes unir cuando quieras cariño. – Digo giñándole un ojo a María mientras Alba se parte de risa.

- Me encanta cuando bebes, Lacunza. Pero que sepas que yo no me voy con cualquiera con la que no haya perreado antes.

Después de pronunciar estas palabras me arrastra hacia la pista de baile, donde enseguida se nos unen todos los demás. Estábamos disfrutando tanto que si el mundo se acabara al día siguiente, no nos importaría.

Muchas canciones e infinitos perreos después, volvemos a estar reunidos alrededor de otra bandeja de chupitos. Todo eran risas, bromas y el buen rollo reinaba en el ambiente hasta que sucede algo que nadie esperaba.

- Oh, oh...Esto no me gusta...

Me giro al oír a Sabela. Frunzo el ceño sin entender nada, hasta que mi mirada enfoca lo que estaba viendo la gallega: Julia se acercaba a nuestro grupo. La fiesta era para todos los participantes del concurso, por lo que suponíamos que ella iba a estar ahí, pero no nos la habíamos cruzado durante todo el día. Hasta ahora. Sabela y yo observamos desde la distancia cómo iba hacia el grupo y nos acercamos cuando empieza a hablar.

- Hola chicas. – Dice tímidamente Julia. María y África estaban de cara y la habían visto venir, su cara era un poema. Alba en cambio, estaba de espaldas y no había visto nada, así que se gira como un resorte en cuanto la oye.

- ¿Qué coño haces tú aquí? – Espeta Alba con cierto desprecio. Abro los ojos por la sorpresa, nunca la había oído hablar en ese tono. La cara de Julia refleja la misma sorpresa que la mía y se toma unos segundos antes de contestar.

- Sólo venía a daros la enhorabuena por el premio. Y a deciros a ver si podemos hablar. – África bufa como respuesta y Alba es un volcán a punto de explotar.

- ¿Ahora? ¿Ahora quieres hablar? Vete a tomar por culo, Julia.

- Lo siento Alba, lo siento de verdad. Sólo quiero hablar, por favor.

El pecho de Alba subía y bajaba fuertemente, mientras que África se había cruzado de brazos con una mirada cargada de desprecio. Sabela y yo habíamos observado la escena desde una distancia prudencial pero cuando vemos cómo va subiendo la tensión nos acercamos al grupo, colocándome detrás de Alba. Sabía de sobra que la rubia no necesitaba que nadie la defendiera, pero ni de coña pensaba dejarla sola en esto. Y viendo como estaban los ánimos, quizá nos tocaba intervenir para separarlas.