Tú.... lindo idiota ❤️Oneshots Tanino/inotan❤️

❤️ Un Día Preocupado Por Ti ❤️

Era como cualquier otro día normal, la luz entraba por las ventanas, la casa estaba en silencio y se podía ver un bulto en el futon de la recamara principal, al parecer todavía había alguien en esa cama.

Estiraba poco a poco sus brazos, al par de que empezaba a abrir sus hermosos ojos verdes, la noche anterior lo dejó cansado y un tanto adolorido, observaba el techo de su habitación, mientras acomodaba su largo pelo alboratado para estar más cómodo, fue sacado de sus pensamientos adormilados, cuando de reojo vio la puerta de la habitación abrirse, esbozo una dulce sonrisa al ver de quien se trataba, su pareja había entrado a la habitación con el desayuno, eso era especial puesto que en general el era el que se levantaba primero, pero si que lo había dejado cansado esa noche.

-Buenos días- dijo con una sube voz para no aturdir a su pareja, que se estaba levantando de la cama para ponerse en una posición adecuada -dormiste bien?- preguntó con algo de sarcasmo, puesto después de terminar el acto, a los pocos minutos había caído dormido como una piedra.

-Si- fue la respuesta que le devolvió, para después tomar el listón azul que estaba junto a él y hacerse una coleta de caballo dejando unos mechones aparte, para después con estos hacer dos trenzas que uniría en la parte de atrás, ya que el era un desastre a la hora de comer y se terminaba ensuciando toda su ropa y cabello.

Tanjiro rio un poco para después sentarse enfrente de Inosuke y dejar la mesita con los alimentos, tomó los palillos y tomo un poco de arroz con huevo y vegetales para después acercarlos a la boca de Inosuke y dárselos a comer.
Así pasó un tiempo intercambiando bocados y dando uno que otro beso después de terminar el bocado.

Se alistaron para las tareas rutinarias, con la excepción que hoy Tanjiro hiria por madera y alguna que otra planta medicinal al bosque, Inosuke quería hacer ese trabajo pero Tanjiro se negó, puesto que Inosuke casi no había ido a esa montaña y aunque el fuera supuestamente el rey de la montaña, no había salido mucho a esta, ya que se quedaba a trabajar en su casa y el huerto con otras cosas que a Tanjiro se le complicaban.

Con los años cada uno fue cambiando, Tanjiro se hizo más fuerte y alto, mientras que Inosuke también creció pero no fue tanto y al quedarse mayormente en casa perdió un poco de fuerza pero eso no le quitaba que el era muy rápido y ágil, generalmente el se preguntaba como era posible que unos años de sedentarismo le afectarán tan drásticamente, había perdido un poco de agudez en sus sentidos, ya que no tenía que estar alerta de que algún demonio apareciera de la nada y la vida pacifica junto con su amado era lo que más había pedido durante años, pero le faltaba estar más con la naturaleza y sus raíces en la montaña, pero que se le podía hacer.

Terminaron de alistarse, Inosuke con una yukata simple y cómoda  que le ayudaba a moverse más rápidamente en su casa y Tanjiro con una ropa algo parecida al uniforme que antes era el de los cazadores de demonios, que permitía comodidad y una agilada más precisa en sus movimientos y claro los dos con su coleta alta que agarraba su cabello y una bonita pulsera en sus muñecas de color azul para Tanjiro y de color camersi a Inosuke, las habían comprado en el festival de invierno cuando estaban apunto de irse pararon en el puesto de una señora mayor y según lo que les contó, la pulsera los mantendría protegidos y por que no, recordarles a su pareja cada vez que la vieran.

Inosuke preparo un bento para que no le diera hambre en el camino de ida y vuelta de Tanjiro, se despidieron con un beso, Inosuke veía como se empezaba a alejar Tanjiro hasta no poder destinguir su silueta entre los árboles, entró a la casa y reviso si faltaba algo, ya que hiria al pueblo a comprar algunos Daifukus y Taiyakis, que a Tanjiro le había empezado a gustar bastante en ese tiempo y por qué no, darle una bonita sorpresa cuando llegara, se apresuró para alistar una canasta y arreglarse un poco más para verse presentable, tenía que acelerar un poco el paso para llegar antes que el, pues calculaba que Tanjiro tardaría entre 5 y 6 hora en regresar y aunque la montaña era bastante difícil, el camino al pueblo era bastante tardado.