Aquel almuerzo fue el menos productivo de mi vida, todo por estarme sintiendo como la mismísima mierda. Amaba la lasaña, con todo mi ser, era mi comida favorita de hecho, pero tratar de comer con esa mala sensación en mi cuerpo era imposible. Aunque tuviera hambre y la intención de comerme ese delicioso platillo realmente no podía, no al menos hasta que tuviera una respuesta de por qué me estaba sintiendo así, por qué Tweek era el único que lograba afectarme de tal manera.
Escuché un ruido arriba, venía de mi habitación, era el sonido de mi teléfono. Supuse que era Stan, así que decidí no ir a contestar. No era justo ni para mí ni para él responder una llamada mientras la situación era esta. Si hablaba con él, debía ser para él y por él, no por... 'él'. Stan, hasta ahora, se había comportado bastante bien conmigo. Era atento, cariñoso, honesto, directo, era ese tipo de persona que quería en mi vida. ¿Cómo es que prefería a alguien que no me trataba de igual manera? Había un poco de conciencia en mi terquedad.
«Pero... Tweek no era así...» pensé, y recordé cosas que viví con él.
—¿Craig, que te pasa?
—Nada, sólo son idioteces mías —miré a otro lado, intentado controlar las lágrimas.
«No. Tweek nunca fue así conmigo...»
—Yo te conozco —me tomó del hombro, deteniendo mi caminar—. ¿Vamos al parque y hablamos un poco?
—NO hace falta. Además, tu mamá se enojará si llegas tarde, ¿recuerdas?
«Tweek siempre fue egoísta, sólo le importó él, nadie más, ¿verdad?»
—Eso da igual. Vamos, ¿quieres?
—Estoy bien, déjame...
—¿Me vas a decir que estás bien —caminó hacia mi frente— ... incluso con esas lágrimas en los ojos?
«A Tweek nunca le importó si estaba mal, sólo lo hacía por conveniencia.»
—Craig, enserio hablemos.
—No es nada enserio, a veces lloro porque sí.
—Entonces, si no quieres hablar, déjame abrazarte.
«Él siempre se preocupaba de todos antes que de mí, siempre fui secundario para él.»
—Tweek...
—No me importa si no lo quieres hablar, estoy contigo, amor.
«Él...»
—Tengo miedo, cariño.
—¿A qué le tienes miedo?
«Tweek...»
—Como si no lo supieras...
—Te escucho amor.
—Tengo miedo —me interrumpió con un beso.
—Craig, si tienes miedo a algo, sabes que me tienes aquí —dijo él, separando sus labios de los míos.
—S-sí...
—Cuando llegues a tu casa, por favor, llámame.
—Lo haré...
—¡Una última cosa!
—¿Sí?
—Te amo.
Ese día... lo recuerdo muy bien. Fueron los últimos días en que él y yo estábamos saliendo. Recuerdo que no le pude decir a qué le tenía miedo, no me dejó decirle, tampoco quise decirle. Ese día yo tenía miedo, mucho... tenía ese miedo latente que terminó convirtiéndose en una realidad.
Esa fue, quizás, la última vez que lo oí decirme que me amaba. Y yo, encerrado en mis pensamientos, callando lo que en verdad sentía mi corazón, no fui capaz de responderle. Tweek... en verdad, me arrepiento de no habértelo dicho ese día, bajo la lluvia, o cuando estaba frente a tu casa, o incluso bajo ese árbol junto a los parqueaderos. «Tweek, yo te amo también...»
Cielos. Una oportunidad perdida duele bastante, incluso a pesar de los meses que han pasado desde ese momento. A lo mejor el mundo se confabuló conmigo, y esta lluvia es sólo el ambiente para lo que siente mi corazón. Él, al igual que yo, estamos llorando. Lloramos por un amor que murió, pero un sentimiento que se niega a marchitarse. Lloramos por un recuerdo que no se materializó en el presente, pero que persiste a pesar de lo que se siente. Lloramos, no por la persona, sino por lo que nos hizo, y aún nos hace sentir esa persona.
Stan... lo siento, pero no puedo. Te quiero, y en verdad me siento atraído a ti, pero no podré seguir con esta farsa. No puedo amar a dos personas.
Con lagrimas bajando por mis mejillas, y una sensación menos pesada sobre mi espalda, entendí la realidad de las cosas. Entendí por qué me dolía tanto ver a Tweek con otra persona. No soportaba hacerme a la idea de ver a alguien besando sus suaves labios, rodeando su delgada y delicada cintura, tomando su cálida y pequeña mano, acariciando su hermoso y brillante cabello, oyendo de su boca un "te amo". No podía.
Recordé...
—¿Y entonces, tú y yo que somos?
—Eso ya lo sabes, Craig —me miró sonriente— ¿lo que hicimos allá atrás no te da una idea?
—Cierto —reí—. Eso no lo hacen amigos...
—Exacto, porque somos novios —terminó, plantando un beso en mis labios.
Desde ese primer día, desde esa primera cita, sabía que las cosas con Tweek no eran sólo una historia más que contar. Sabía que eran algo más que una etapa, que un novio, que un momento. Tweek fue más que eso.
—Oye, Craig. Espero que nos volvamos a ver pronto.
—Es un hecho. Ahora, ummm, creo que es más difícil pensar con qué pago mi taxi, que cuando volveré a ver a mi novio —revisé entre mis bolsillos, mientras lo miraba con una sonrisa.
—Toma —extendió su mano, pasándome un billete.
—Oh... Tweek, pero, yo te los pago cuando pue-
—No, no, no —interrumpió—, eso no importa, después arreglamos. Cuídate mucho y me escribes cuando llegues.
Desde esa primera cita...
—¡Tweek! —grité alegre, extendiendo mi mano hacia arriba.
—Mierda, casi no te encuentro, pensé que no vendrías.
—Ey, si te prometo algo debo cumplirlo, ¿no crees amor?
—Ujummm.
—Por eso estoy aquí. ¿A dónde vamos hoy?
—¿A donde me quieres llevar amor?
—Eso... lo hablamos otro día —dije mirándolo con una sonrisa picarona.
—Quizá para San Valentín lo piense amor.
Y la segunda y la tercera...
—Tweek...
—¿Si te gusta?
—C-claro —jadeé.
—Entonces, voy a seguir por acá.
Y la quinta y la sexta...
—Y entonces, ¿Cuál quieres comer hoy?
—Me gusta el de pollo teriyaki, ¡es mi favorito!
—Perfecto, pide uno, yo invito amor.
—Eres un amor, Craig.
Y la séptima, la octava y la novena.
Todas las veces que él y yo estuvimos juntos me llevé gratos recuerdos, los cuales aún atesoro y recuerdo como lo mejor que me ha pasado en la vida. Pero más que ese recuerdo, es ese sentimiento, ese que mantiene vivos los recuerdos, el mismo que hace que no pueda sacármelo de la cabeza, es el que sólo he experimentado con él.
Amor.
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Él es Tweek Tweak, y es mi novio
FanfictionCuando terminas con tu pareja afrontas mil cosas. Sentimientos encontrados, recuerdos dolorosos, y la impotencia de no poder hacer nada al respecto de la perdida de la persona que decía amarte. Debes afrontar un futuro nuevo, con otras personas, emp...