Dragon Ball: Inicios

Capitulo 14

Un día normal en Planeta Vegeta, no era nada raro, podríamos decir que las peleas eran algo extraño, pero era lo más cotidiano en dicho lugar, varios del equipo médico del planeta, se encontraba en descanso, están con órdenes de Cold, sino se hacía, el cansancio le jugaría en contra a los doctores.

El Dr. Bretz se encontraba algo preocupado yendo de un lado a otro buscando algo- Pequeña Gine, ¿Dónde estás? - decía el doctor, la buscaba en diferentes partes del edificio, algunos de los doctores ya sabían que Bretz ocultaba una pequeña sayajin que ya tenía un poco más de un año

El doctor seguía sin encontrarla, cuando sintió que alguien apareció por su espalda- Aquí estoy doctor, ¿dígame se asustó? - sorprendió Gine al Doctor -No quise hacerlo, bueno si asustarlo, pero no para que se sienta mal- dijo con un poco de culpa.

-No digas eso, soló que te busqué en el patio y en parte del edificio y no te encontré- dijo el doctor.

-Pensé que jugábamos, no para mucho en casa así que quise jugar afuera es divertido, la Doctora Mary, es genial, me contó algunas historias- dijo de manera feliz la pequeña

-Entiendo, pero por tu seguridad no salgas sola, ¿de acuerdo? - decía el doctor

-Está bien, doctor Bretz, además para que me buscaba- pregunta Gine

-Es hora de comer- dijo mientras levantaba a Gine en su cuello

- ¿De verdad? - preguntaba

-Por supuesto, estuve preparando el almuerzo y sé que debes estar hambrienta, he tenido que mejorar mucho con respecto a cocinar, pero de seguro te gustará- respondía el Dr. Bretz

-Genial, gracias doctor- abrazó al doctor, mientras ella permanecía sobre su cuello, eran momentos de felicidad para la joven, que no sabía mucho de cómo llegó a parar con alguien tan bueno como el doctor, terminaron de comer ambos, Gine le había preguntado si esta vez podían salir ya que habían pasado 3 semanas que le prometió eso, pero no se podía ya que el doctor siempre paraba trabajando, el doctor esta vez accedió.

Ambos pasearon por lugares alejados de la "ciudad", fueron a un pequeño monte que tenía vista a una laguna enorme, era de las pocas cosas hermosas en dicho planeta.

- ¿Qué es eso, doctor? -pregunto la pequeña Gine.

-Es una laguna, es un conjunto de agua, me sorprende que no sepas, aunque bueno es entendible no te dejo salir demasiado, pero es por tu bien- le dijo el doctor, pero en el fondo sabía que no podía tenerla oculta más tiempo y que ella también quería salir y permanecer casi todo el tiempo en la zona de los doctores, no sería bueno debía mostrarle su mundo tarde o temprano.

La pequeña se quedaba contemplando ese lugar, y salió corriendo en esa dirección mientras pasaba por un campo de un bello césped con pequeños bichos similares a una mariposa, empezó a jugar con ella, el doctor la observaba y entendía que ella era diferente al resto de sayajins, le parecía un poco raro puesto que los sayajins eran bélicos y sanguinarios, incluso cuando son pequeños suelen ser bastantes conflictivos.

-Ven pequeña, ¿Quieres ir conmigo a la laguna? ¿Quién sabe que encontremos? Sería un buen lugar para explorar cosas- decía Gine con una inocente sonrisa en su rostro a ese pequeño insecto, mientras este yacía en una flor.

Parecía tenerlo claro, debía mostrarle lo que era su mundo, era mejor que estuviese a su lado cuando eso pasé, a que lo haga ella sola y sin que nadie le brinde un apoyo propio, ella debía saberlo.

-Gine, ¿Te gustaría que vengamos a este lugar más seguido? -le pregunta el doctor a Gine

-Claro que sí- responde Gine, la emoción que sentía en ese momento era genial, pensaba que el solo hecho de poder salir y ver este hermoso paisaje y con el doctor a su lado, no había otra cosa que le pudiese causar más felicidad.

-Bueno, hagamos de acá nuestro lugar especial- dijo para acercarse a la pequeña y levantarla en brazos- acá podemos jugar y divertirnos, incluso podríamos comer, además, mañana quiero que me acompañes a ver otras cosas- decía el doctor.

- ¿A dónde doctor? - pregunto Gine

-Pues iremos por algo de comida, para el almuerzo, quiero que me acompañes quizás puedas escoger lo que mejor te parezca- le dijo el doctor

- ¿En serio? -

-Si, claro ahora si no quieres ir no hay problema- respondió el Dr. Bretz

-Ok, aunque nunca he ido, pero si iré con usted podría adaptarme- dijo mientras soltó una pequeña risita.

Ambos jugaron por el campo, el doctor parece que consiguió el cambio en un saiyajin o es que simplemente esa pequeña ya era diferente al resto, solo le alegraba que no fuese como ellos, y que la protegería, aunque eso podría costarle su vida. 

¡¡¡¡Heyyy!!!! Hola dejo este pequeño mensaje para agradecerles a los que leen mi historia, ya sé que son muy pocos, quizás unas 10 personas, pero no hay problema, con que ustedes la disfruten esta genial, si desean pueden sugerir ideas, yo con mucho gusto los leeré. Escrito todo esto, yo los pondré al día con el siguiente capítulo el próximo sábado. Gracias.

Pdta.: Por si se lo preguntan cuántos capítulos podría tener esta historia, pues quién sabe quizás más de 100 o menos de ellos.