Epílogo

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Sentía unos brazos rodeando mi cuerpo tratando de que no escapara, abrí mis ojos lentamente quejándome por la luz del sol chocando contra mi cara. Talle mis ojos bostezando mientras Diego seguía abrazándome como si su vida tratase de eso.
Repartí besos por toda su cara con una sonrisa, esperé un poco y no tardó muchos minutos en despertar quejándose de igual manera por los rayos del Sol.

-- Buenos días. --Hablé lo suficientemente bajo para no despertar a nuestros cachorros, al parecer Diego no era el único abrazándome. A mi izquierda estaba Diego rodeandome y a la derecha mi hijo mayor de ocho años.

-- Malos días, ¿Qué hacen las pulgas aquí? --Se quejó haciéndome reír mientras me encogía de hombros, desde que los gemelos aprendieron a bajarse de su cuna hacen sus maldades o duermen con nosotros cerca de nuestro pies por el poco espacio.

-- No te quejes que igual tendremos otro cachorro.

-- Será una cachorrita linda. --Viajo sus manos a mi vientre de cuatro meses, asentí sonriendo emocionado. Al fin una princesita entre tantos príncipes.

-- ¿Pueden dejar de hablar? Quiero dormir. --Se quejó Lisandro somnoliento, se levantó estirándose tratando se hacerse espacio en medio de ambos, fallando ya que ciertas fieras gruñeron al ser movidas.

-- Mejor ya vete a bañar porque haré el desayuno. --Me removí un poco para no incomodar a Harry, Lis hizo un puchero y yo lo imite logrando saliera de la habitación.-- Oigan, niños.. Necesito ir al baño. --Me quejé tratando de levantarme pero con un marido pegado a mi como chicle y dos niños de dos añitos durmiendo por nuestros pies me era imposible levantarme.-- Me voy a orinar. --Repliqué, Diego reía soltándome para mover a nuestros cachorros, en cuanto pude levantarme corrí al baño de la habitación.

Lavé mis manos y después mis dientes, cerré mis ojos cansado hasta que sentí un calor en mi espalda y la presencia del aroma de mi alfa, me estremecí ya que hacía tiempo cosas como estas no sucedían.

-- A veces pareces fantasma, creí no te volvería a sentir cuando nos mudamos de casa. --Susurre enjuagando mi boca.

-- ¿Qué? --Abrí mis ojos en sorpresa en cuanto escuché a Diego, dejé de sentir a Joaquín y ahora él era quien me sostenía de la cintura.

-- Nada, nada.. ¿Los niños siguen durmiendo? --Él asintió dejando besitos suaves y amorosos en la marca que se encontraba en mi nuca. Me relajé dejando el cepillo de dientes para girarme y rodear su cuello con mis brazos, pegué mi cabeza a su pecho aspirando su aroma, tierra mojada..

-- ¿Estás bien? --Su voz salió relajada, su mano derecha daba caricias a mi espalda mientras la otra estaba en mi cadera. Mi vientre nos mantenía un tanto alejados, reí al sentir a mi pequeña patear.

-- Sí, tranquilo.. ¿Nos bañamos juntos? --Ante mi sugerencia él carcajeo asintiendo con la cabeza, me quito la ropa y yo hice lo mismo, nos adentramos a la ducha entre pequeños besos, entre caricias suaves y la lluvia artificial cayendo sobre nuestros cuerpos nos duchamos un poco apurados, debíamos hacer el desayuno y alistar a los niños.

Salí primero secando mi cuerpo mientras él enjuagaba su cabello, coloque mi ropa interior buscando algo que aún me quedase bien por mi hinchado abdomen, hice una mueca terminando de acomodar mi camiseta y pantalón. Miré a mis hijos comenzar a despertar así que me acerque a besar sus frentes.

-- Buenos días, amores.

-- Menos díass.. --Musitó Harry mientras tallaba sus ojitos, reí ante su forma de hablar. Era tan tierno que me emocionaba.

-- Vayan a ver la tele mientras tiendo la cama y papá hace el desayuno, ¿Vale? Sebas, corazón anda.

-- No quero.. --Se quejó mientras se estiraba en la cama, escuché como abrían la puerta y se trataba de mi marido ya vestido.

Mi Omega. [TERMINADA]Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang