"Aún con el alma rota Plan Rathavit decide alejarse del chico que ama, condenandolos a verse desde la sombras."
°M-Preg.
°Actualizaciones lentitas pero bonitas.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Era la primera vez que se despertaba con aquel malestar escomacal. Apenas fue consiente de la realidad cuando sus pies bajaron de la cama con rapidez hasta llevarlo al baño de su habitación, solo unos segundos antes de que su estómago devolviera todo lo que restaba de su cena.
El vómito salió en grandes cantidades, quemando su garganta y provocando un escozor que le hizo derramar un par de lágrimas. Aquello era lo más horrible que le había pasado en mucho tiempo, si respiraba por la nariz no podía evitar volver a vomitar, y por la boca era imposible. Se sintió desesperado al momento de inclinarse para repetir el grotesco acto, convencido de que al no tener nada en el estómago lo que le seguirían serían sus órganos internos o tal vez un poquito de sus intestinos.
---¡Hey!, ¿Estás bien?---Mean entró corriendo al sanitario, encontrando a Plan recargado en el escusado como si su vida se fuera en ello. Fue testigo de cómo el menor le miraba primero con asombro y después enojo, hasta que sus mejillas se inflaron y se inclinó a sus pies para vomitar en las pantuflas que usaba el chico hasta que sus fuerzas se escaparon y se recargo en la pared de la ducha que estaba a sus espaldas.
---¿Por qué sigues aquí?---Preguntó asqueado de su propio alimento, pero sin ánimo ni energía para ponerse de pie. Su cabeza daba vueltas y la garganta le quemaba.---Vete.
---No digas tonterías Plan---Mean le miró duramente antes de sacar los pies de las pantuflas y sacarlas del camino.
Todos los reclamos de Plan murieron en su garganta al ser tomado en brazos por el castaño, quien entre maniobras pudo sostener el peso de ambos hasta llevarlo al lavabo donde le dejó sobre el mueble.
---El que hayamos tenido sexo anoche no cambia nada.---Plan detuvo la mano que intentaba acomodar su cabello, Mean le miró dolido por sus palabras y acciones pero no era quien para reclamar absolutamente nada, sería demasiado descarado reclamar cariños al chico frente a él después de todo lo que le había hecho pasar.
---Yo lo sé---Sus manos se apartaron del menudo cuerpo para buscar al lado del lavabo en forma de cuenco el cepillo de dientes de su bebé, depósito un poco de pasta dental sabor a fresa y abrió la llave para que el agua hiciera más fácil el trabajo.---Vamos a lavarte un poco y después hablamos, ¿Te parece?.
---No quiero hablar contigo, quiero que te vayas de mi casa---El estudiante de gastronomía le miró, con la voz seria y adolorida, con sus emociones brotando desde su interior haciéndolo querer hundir su cara en el cuello de Mean para oler su perfume, para sentir su calor. Quería besar de nuevo sus labios tal como la noche anterior, quería muchas cosas pero había decidido que sus prioridades tenían que cambiar.
---Cállate y abre la boca---Pidió el mayor, no fue obedecido y tuvo que usar su dedo índice para abrir la boca del menor. Después de batallar logró que Plan abriera la boca mientras el cepillaba sus dientes con suavidad sin lastimarle sujetando su mandíbula y poniendo toda su atención a la tarea.
