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Advertencia:
Esta historia contiene escenas de sexo duro y vocabulario fuertes, además de comportamientos abusivos, como violación, agresión, etc...por ello, si eres sensible a estos términos no continues. Sin embargo, quiero decir que no puedes olvidar que es Omegaverse y que los seres ficticios que habitan en él, mayormente se mueven por sus más fieros instintos, olvidándose de la razón.

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Era una noche más de trabajo, en la vida de Saint Suppapong, el omega más hermoso y solicitado en el negocio del sexo.

...-Joder pequeño aaah... eres una delicia.... Jamás me había follado un omega como tú-dijo el tercer cliente con el que mantenía relaciones esa.

-Pu-Pues ya sabes do-donde encontrarme si-siempre que quieras, corazón-dijo el castaño y dispuesto omega, mientras notaba las últimas estocadas.

Al terminar, el rico empresario se desplomó agotado en la cama de la habitación del hotel que había pedido, entonces Saint se levantó, se vistió, luego cogió su dinero, el cual ya estaba en la mesilla y se fue de allí.

Este siempre frecuentaba el mismo lugar a la espera de alfas o betas dispuestos a pagar un buen dinero a cambio de sexo.

En esa misma calle, había más omegas como él ejerciendo la prostitución; varones y hembras e incluso trans, los cuales no eran aptos para los burdeles y se tenían que buscar la vida, noche tras noche a la intemperie.

Saint había terminado en eso luego de seis meses de haber llegado a Bangkok, después de que le habían engañado, violado y robado, por lo que no había podido regresar a Corea del Sur de dónde había venido.

Con sus dieciocho años años recién cumplidos, el omega había cogido sus escasas pertenencias y todos sus ahorros y se había escapado de su casa pues estaba cansado de los continuados años de maltrato por parte de su padrastro, con el que se había quedado tras la muerte de su madre.

Bangkok le pareció un buen destino, ya que tras haberse comprado un periódico y buscado en las ofertas de empleo, encontró uno al que llamó rápidamente pues además de contratarle, le pagaban un billete de avión.

Aceptó y tras superar unas horas de vuelo, este aterrizó aliviado y esperanzado por comenzar una nueva y mejor vida que la que había tenido.

En la salida de la terminal, este vio a dos enormes betas con su nombre en un cartel y entonces se les acercó.

Rápidamente lo abordaron y lo metieron en un coche negro a punta de pistola y allí, tras ser violado, le robaron, lo golpearon, truncando así todos sus sueños.

Una vez que este salió de la comisaría de policía, donde puso la denuncia, agarró los dólares que los agentes amablemente le habían dado para pagarse una pensión y caminó por las calles hasta el lugar donde le había dicho que habría trabajo.

Los agentes le hablaron de una cafetería en la que no pedían experiencia pues era un buen comienzo pero cuando llegó allí, el dueño le dijo que era demasiado pequeño y débil, por lo que finalmente no le dio el empleo.

Con el dinero consiguió una habitación en una pensión bastante sucia y descuidada pero no tenía para más, entonces lloró durante horas, hasta que escuchó un ruido y salió al balcón.

...-Hola, así que tú ocupas la habitación maldita-Dijo un alto y guapo omega que admiraba el cielo apoyado en la barandilla.

-¿Ma-Maldita?-preguntó Saint algo asustado.

-Si, al parecer todos los que ocupan esa habitación...son muy infelices-dijo riendo el omega-...Oye, es broma, por cierto soy Jimmy Karn , ¿Y tú?.

Oye, es broma, por cierto soy Jimmy Karn , ¿Y tú?

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-Yo soy Saint, Saint Suppapong.

El castaño contempló de reojo al omega que ocupaba la habitación de al lado y con el cual compartía balcón, este era muy simpático y amable y durante un buen rato hablaron

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El castaño contempló de reojo al omega que ocupaba la habitación de al lado y con el cual compartía balcón, este era muy simpático y amable y durante un buen rato hablaron.

Este le contó toda su historia, a lo que se dedicaba y como tras perder a sus padres y huir de un mal matrimonio, acabó en la calle prostituyéndose para poder sobrevivir.

El joven omega no quería acabar así, a pesar de que este pareció encantado con esa vida, entonces pensó que él seguro encontraría algo mejor pero sin su documentación, sin experiencia y ni referencias de ningún tipo, ningún empleo le fue concedido.

Casi se le acababa el dinero, así que aconsejado por su vecino de habitación, el pequeño omega decidió probar suerte, ya que no tenía otra opción más que la de morirse de hambre y de frío en la calle.

En esa primera noche como prostituto, Saint había visto como todas sus ilusiones se había quedado hechas trizas, había sido horrible aunque no tan doloroso como lo había sido la violación.

Lloró durante días en la soledad su habitación, hasta que finalmente comprendió que esa era su única opción si quería reunir dinero para poder empezar de nuevo en otro lugar.

Poco a poco, este había ido consiguiendo clientes fijos y gracias a los consejos y experiencias, había aprendido a desconectar y a aceptar esa nueva situación en la vida.

De todo aquello, ya habían pasado casi dos años y aunque todavía seguía acostándose con clientes a cambio de un buen dinero, esto le había permitido salirse de la pensión y alquilarse un pequeño apartamento, además de poder por fin arreglar todos sus documentos.

......

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8. «Luces y sombras» - Zaintsee -Omegaverse -TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora