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—TaeYong. —Escuché mi nombre repetidas veces, y sentí como movian mi brazo. —Ya esta por anochecer, ¿No piensas comer algo? —Moví mi mano en señal de que estaba bien, a lo que Ten respondió con un suspiro.—Ayer parecías de mejor humor, ¿Que paso hoy?—Sentí el sillón hundirse a mi lado, la mirada de Ten expectante a que le explicara porque había estado todo el día acostado era muy persistente. Estire mi brazo, tomando el celular en la mesa de centro que tenía adornando la sala y se lo entregué.

—Tu número de cuenta para depositar la liquidación... —Leyó en voz alta el mensaje que había causado toda mi desgracia. —Bueno, al menos te escribe al celular, y no por correo como antes. —Saque mi cabeza de entre las sábanas para mirarlo. —¿Qué? No me mires así, al menos tendrás dinero para comprarte una cama.

—¡Ya te dije que no quiero una cama! —Volví a cubrirme con la sábana. —¡Y tampoco la habitación!

—Que no te quieras mudar oficialmente, no quiere decir que cambiaras algo, solo terminarás arruinando mi sillón. —Percibí molestia en su voz. —Levántate ya, y alimenta a tu gato, no ha dejado de hacer ruido en toda la tarde. —Oh no.

¡Nong!

Me levanté rápidamente en busca del minino, encontrandomelo medio desmayado a lado de su plato de comida.

Además de ser un mal novio, también era un mal padre. A este paso terminaría perdiendo su custodia.

—En la mesa deje algo de comida, he tenido que ordenar algo, porque tus dotes culinarios se han tomado un descanso. —Dijo Ten caminando en dirección a su habitación. Rei por lo bajo al recordar el arroz un tanto crudo, junto con la carne sin sazonar de la semana pasada.

—Y por si no lo recuerdas, creo que mañana tiene cita en el veterinario. —Ten asomo su cabeza desde el marco de la puerta en su habitación. Mientras que yo me dejé caer en el suelo a lado del felino, que después de comer, se había dormido junto a su plato. Pase mi mano por su cabeza, dejando leves caricias, y él parecía disfrutarlo.

—Así que mañana la veremos.—Murmure por lo bajo.—Dime Nong, ¿Tu tambien la extrañas?

(...) 

—Bien, creo que ya me lo puedes entregar, nosotros nos encargamos.—Me hice a un lado, dejando que sacaran a Nong de su jaula, la chica frente a mí sonrió agarrando la jaula, para luego caminar hacia una de las salas del lugar. 

La revisión duraba casi media hora, y MiYoung aún no había llegado, no podía evitar sentirme preocupado por ella, tal vez estaba muy atareada como para venir, o tal vez había aprovechado el fin de semana para descansar, después de todo, ahora se estaba encargando sola del motel. 

Si tan solo yo...

—Disculpa la tardanza.—Levanté la vista, saliendo de mis pensamientos. Y ahí estaba ella, sonriendo un tanto apenada. Habían pasado un par de semanas desde la última vez que la había visto, pero se veía igual de linda, que la primera vez que la había visto. MiYoung no solo era una gran persona, físicamente era realmente atractiva. Mi novia siempre había sido la chica más linda entre todas, o bueno...Lo que sea. —¿TaeYong?—Su mano pasó repetidas veces frente a mi rostro, sacándome de mi trance.—Lo siento...Está bien si no quieres hablar. 

—¡No!—Levante la voz, haciendo que la secretaría del local nos juzgara.—L-Lo siento, ¿Qué decías?

—No es nada.—Apreté los labios, sin saber qué contestar, me acomode en mi asiento y volví la vista hacia adelante. Pero era ahora, o no sería nunca. 

—¿Ya has desayunado?—Mordí el interior de mi mejilla, un tanto ansioso, esperando su respuesta. 

—Si, ¿Y tu? 

—Algo asi, Ten ha iniciado una dieta extraña, y no había mucho para hacer.—Me queje.—Ya sabes como es, esta un poco safado.—MiYoung arrugó su nariz, asintiendo en acuerdo conmigo. Nos volvimos a quedar en silencio, haciendo la situación un tanto incómoda. Hasta que su teléfono sonó y se disculpó para ir a tomar la llamada.  Para cuando regreso ya habían terminado con la revisión, así que solo saludo a Nong, se despidió de mí con la mano  y se fue. 

Ella parecía estar bien después de todo.

 (...)

—¡Lee TaeYong!—Sentí un golpe en mi espalda o más bien un pie sobre mi espalda.—Levanta. — Un golpe. —Tu apestoso. —Otro golpe. —Trasero del sillón. —Dos golpes más, suspiró, y al parecer se fue.

—Ten.—Llame al menor en un tono lastimero.—Creo que nunca la voy a superar.

—¡Entonces vuelve con ella! —Me levante del sillon, quedando sentado, con el ceño fruncido, mirando a un Ten molesto. —Si no puedes superarla, entonces vuelve con ella, es MiYoung, Tae, ¿Crees que ella enserio te olvidó tan fácil?

—Pero ella terminó conmigo.

—¡Porque tenia miedo! —Tomo un cojín y lo lanzo a mi cara. Me estaban maltratando por tener el corazón triste. —Para ella no fue fácil que le dijeras que estabas cansado de su vida. —Espetó.

—Yo no le dije eso. —Frunci mi ceño una vez más, eso sonaba muy mal.

—Pero eso le diste a entender, TaeYong. —Revolvio su cabello, susurrando algo sobre lo molesto que eramos. —Ella solo intentó evitar el golpe, ¿Qué si ella decidia esperarte y tu no regresabas?

—Yo siempre regresaría a ella.—Pegue mi vista al suelo, mi vista me picaba y sentia unas leves ganas de llorar.

—¿Y como iba ella a saber eso? —Bufe ante su pregunta.

—¡Porque debia confiar en mí! —Mi voz se quebro un poco al intentar sonar molesto. —Olvidalo, al final yo solo me he buscado esto, es lo que merezco.—Deje mi rostro entre mis manos y poco después las senti húmedas. Siempre que pensaba en ello, terminaba de esta manera. —Y-Yo solo estaba teniendo un mal momento, queria tener más tiempo con mis amigos, y con mi novia, pero lo he arruinado todo y ahora no tengo nada. —Mi voz termino por quebrarse y el llanto no tardo en salir.

¿Algún día dejaria de doler?

—Anda, ya deja de llorar. —Ten se sentó a mi lado, pasando su mano por mi espalda, trantando de calmarme. —Todavía tienes a tus amigos, y estoy seguro de que si lo intentas, volverás con MiYoung. —Levante la vista, para encontrarme con Ten con una sonrisa melancólica, haciendome querer llorar aún más. —Ambos son unos tontos, sufren por el otro cuando es tan fácil que vuelvan a estar juntos, es obvio que iba a ser difícil, eran adolescentes que fueron obligados a vivir como adultos, es todo lo que conocen, cualquiera tendria miedo a un cambio, Tae.

—Ahora MiYoungnie esta sola, y tal vez es más difícil para ella. —Me deje caer sobre mi almohada y llore más fuerte, era una persona horrible.

—¡Ya! Entonces levantate y haz algo, no te quedes ahi llorando como un gallina. —Ten se levantó del sillón, tomando mi brazo para intentar levantarme. Pero al ver que no me movia, lo soltó con brusquedad, bufando. —Sera mejor que cuando salga de mi habitación ya no estes aqui, si no en ese motel tratando de regresar con tu novia. ¿Entiendes?

—¿Estas loco?

—Si, asi que ya sabes de lo que soy capaz. —Y sin más se encerró en su habitación.

Yūgen; Beyond | TaeYong|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora