Fix you | Uchiha Sasuke

05

—Mamá... ¿A donde nos dirigimos? —Preguntaron al unísono los gemelos.

—Vamos a visitar a alguien que cuido de mi cuando era niña. —Explicó ella con una sonrisa.

Los pequeños caminaban a su lado, y ellos estaban al tanto

—Hola Kimimaro... hace tiempo que no venia. —Dijo con una sonrisa. —Está vez vine con compañía.

Sus hijos miraron con curiosidad la tumba a la que su madre le estaba hablando.

Ellos recordaron las pocas veces que su madre lo había mencionado.

—Chicos, Kimimaro fue mi primer amigo...—Les explicó a los gemelos. —Pueden verlo como un tío, estoy segura que les hubiese agradado.

Los tres hicieron sus oraciones para él y pasaron la tarde en aquel campo en la que se encontraba la tumba.

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—¡Es tan lindo! —Exclamó Akira mirando al pequeño rubio de ojos azules en sus brazos.

Hinata sonrió a la chica.

Los gemelos jugaban con Naruto, ahora estaban usando sus habilidades aprendidas con su mamá para hacer que despistar al rubio.

—Escuche que Sasuke estuvo aquí...—Mencionó Hinata.

—Sí... se fue hace días. —Akira suspiró mirando al bebé rubio que reía al ver a los gemelos jugar. —Hika y Kaoru se alegraron bastante cuando lo vieron, pensé que sería más difícil para ellos aceptarlo, después de todo no podían ni recordarlo, pero no fue así.

—Me alegro. —Dijo Hinata con una sonrisa. —Hikaru y Kaoru son muy amables.

—¿Amables? —Akira se rio. —Yo diría más convenencieros.

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Últimamente había tenido mareos, náuseas y bastante cansancio. Y ahora ya no tenía nada más que culpar sólo por una cosa.

Oh oh, pensó Akira al recordar todos sus síntomas de embarazo.

¿Podría estar embarazada?

¡Por un demonio que si lo estaba!

—Hikaru, Kaoru, adivinen quien tendrá un nuevo hermanito...—Dijo con una sonrisa mirando a los gemelos quienes habían dejado de pelear para mirarla con sorpresa.

—¡¿En serio?! —Gritaron al unísono.

Ay, aquí vamos de nuevo, pensó Akira al pensar en volver a cambiar pañales y a no tener sus ocho horas de sueño.

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Akira no había tenido otra opción que ir al hospital para hacer sus chequeos regulares y asegurarse que su próximo bebé creciera saludable.

—Sakura...—Se sorprendió al darse cuenta que sería ella, la doctora que la atendería.

—Espero no te incomode que yo...—Dijo con voz penosa la pelirosa. —Pero quería asegurarme de tu salud...

Un incómodo ambiente se instaló en la habitación, y Akira solo soltó un suspiro, ya venía siendo hora que limaran esas asperezas que tenían desde hace tiempo.

—En realidad, cuando te conocí Sakura, no me agradaste. —Admitió Akira. —Tu voz me parecía bastante chillona y me parecía ridiculo que alguien como tú quisiera ser Ninja.