乡¡𝙀𝙨𝙩𝙧𝙚𝙡𝙡𝙖𝙨!乡 Tsukishima Kei x Lectora.

Cap 2.

Narrador Omnisciente:

—Entonces ¿Aceptas ser la manager del equipo masculino de Voleybol? —dijo Shimizu con su agradable sonrisa a la chica peli-negra la cual mantenía su postura tranquila—.

— Claro que si Shimizu-sempai —dijiste haciendo una leve reverencia—.

—Nos vemos en la tarde en el gimnasio, allí te daré la chaqueta de manager.

— Hasta luego.

Si, te intereso la oferta de la chica linda así que ¿Por que no aceptar?

Vas a la azotea para comer tu merienda tranquila, sin que Nadie te interrumpa.

Ya estando allí sacas de tu bolso tu pote, adentro había una caja de jugo y Onigiri.

Bajas tu tapabocas y le das un mordisco a ese deliciosa bola de arroz con relleno a pescado.

Un recuerdo llego a tu mente haciendo que un sabor amargo llegara a tu boca.

Flash back.

— ¿Por qué siempre usas tapabocas ___-chan? —pregunto un amigo tuyo—.

— Por la simple razón que no quiero que vean mis labios, todos los hombres se acercan a mi por el simple hecho de que son color rojo claro.

—¿Te pintas los labios?

—No idiota, nací así... Y lo odio.

Fin del Flash back.

—¿Quién dirías que tu también eras igual a ellos? —murmuras con ironía mientras dabas otro mordisco a tu comida—.

— ¡___! —te llamo alguien, rápidamente subes tu tapabocas y miras a la persona, era Noya junto con Tanaka—.

— Hola Tanaka-sempai, Hola Nishinoya-sempai —ellos al escuchar la palabra "sempais" cayeron a tus pies—.

— Es una diosa... Una diosa.

— ¿Sucede algo?

—Queríamos hacerte compañía —dijo Noya con alegría—

— Claro vengan.

Los dos se sentaron en el suelo junto a tí, ellos sacaron su alimento y empezaron a comer.

—¿Por qué tu no comes ___-san? —pregunto después de tragar Tanaka al ver que no tocas tu Onigiri—.

— Emmm ¿Prometen que... No verme de otra forma? —dijiste con seriedad—.

— ¿Por qué lo haríamos? —dijeron los dos, tu solo suspiras y bajas el tapabocas, ellos se quedaron sorprendidos—.

— A la madre... ¡Tienes una linda nariz! —dijo Yu con una sonrisa—.

— Y tus labios... Se parece a blanca nieves.

—¡Cierto cierto! Ahora una pregunta sería ¿Por qué usas tapabocas?

—Bueno... Odio mis labios, odio el color rojo vino que poseen.

—¿Pero... Porque?