Capítulo 42. Fin + Seguna historia.

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Jack Conway.

Me encontraba sentado en el sofá, cambiando de canal constantemente sin decidirme por ninguno. Suspiré pesadamente y cerré los ojos con frustración. Todo era una mierda, todo me salía mal. Era de noche, y llovía, llovía mucho. Me gustaban los días nublados, pero ahora lo único que necesitaba era luz, algo de esperanza.

Pero era obvio que el hijo de puta de ahí arriba siempre quería verme jodido.

Noté como el otro lado del sofá se hundía levemente, provocando que abriese los ojos sorprendido. La melena rubia de Abril apareció en mi campo de visión, con aquel brillo tan especial. Ella llevaba un gran bote lleno de palomitas mientras comía de él. Ladeó su cabeza al ver que no decía nada, dejándome apreciar su perfección. Aquellos ojos azules tan claros, tan especiales. Su nariz respingona y pequeña junto a su boca llamativa. Colocó un pie encima del sofá y levantó una de sus cejas extrañada por mi comportamiento.

—¿Elegiste ya la película? —habló después de unos segundos. Yo abrí la boca sin saber que decir, esto no era verdad, ella no estaba aquí.

Me acerqué y le toqué el hombro con cuidado y miedo, ella torció su boca y se dejó hacer. Subí la mano a su cara, acariciando sus mejillas. Abril miraba mi mano sin decir nada, poco después subió su mirada para verme a mí. Colocó su pequeña mano sobre la mía y dejó una pequeña caricia.

—Te amo —susurré notando como mis ojos comenzaban a picar. Ella hizo un puchero al ver como las lágrimas caían sin yo darme cuenta—. Te amo mucho, no me dejes por favor.

—Yo también te amo, Jack —sonrió ella y se acercó a mí para colocar su cabeza en mi hombro y apoyarla ahí—. Por eso quiero que continúes, no hagas ninguna locura.

Con la mano temblorosa le acaricié el cabello lacio. Ella pasó sus brazos al rededor de mi cintura y dejó un pequeño apretón ahí. Sollocé en silencio mientras dejaba que ella me abrazara.

—¿Y el bebé...? ¿Por qué no me lo dijiste?

—Me daba miedo que me dejases.

—¿Y que hago yo si eres tú la que me ha dejado?

Nos quedamos en silencio por varios minutos. Se separó de mí y noté como su labio inferior temblaba suavemente. Me derrumbé en cuestión de un segundo.

—Yo jamás te dejaría. Siempre estaré aquí, contigo.

Me desperté sudando en la cama y con la respiración agitada en la cama. Observé mi alrededor, todo estaba oscuro. Comencé a maldecir en voz baja y me levanté con rapidez. Abrí las puertas de todas las habitaciones mientras buscaba algún rastro de Abril.

—¿¡Abril!? —grité notando como mi voz se rompía de nuevo—. ¡Abril!

Corrí por toda la casa y acabé en el balcón, donde se solía pasar la mayoría del tiempo cuando venía a verme. Ella no estaba.

No había sido una pesadilla.

El aire comenzaba a no llegarme a los pulmones. Me caí de rodillas al suelo y bajé la cabeza. Di ligeros golpes al piso tratando de contenerme.

No volvería a ver a Abril.

Levanté la cabeza y vi como mi móvil estaba en el sofá. Me alcé y me dirigí despacio allí. Agarré el móvil con temblorosa el móvil y me metí en la notificación de "las noticias".

"La joven comisaria Abril Gracia de Los Ángeles falleció anoche"

Me quedé leyendo el título durante unos segundos, una y otra vez sin creérmelo aún. Todo esto era una broma, ella estaba en su casa dormida. Tiré el móvil lejos de mí, rompiéndolo en el suelo. Me agarré del cabello con exasperación. Di vueltas por todo el salón mientras tiraba todo lo que veía. Unos pasos rápidos se escucharon por el pasillo, llamando mi atención, pero no lo suficiente para que parara.

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⏰ Última actualización: May 30, 2021 ⏰

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No te hagas, Conway. {Superintendente}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora