Carta II

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Segunda carta que escribo

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Segunda carta que escribo...

Ok iniciemos.

Pasado, una palabra que es formada por seis letras y que está puede significar muchas cosas. Hay personas que tienen un buen pasado, otras que tuvieron complicaciones (esa soy yo) y otras que les fue de la mierda lamentablemente.

Mi pasado no es muy bueno que digamos, sufrí acoso escolar durante dos años en la primaria, el acoso hacia mi físico incremento a la edad de ocho años. Estuve en distintos momentos equivocados pues en el lugar donde vivía antes que mi actual ciudad, cerca de la casa en qué rentaba dispararon. Por suerte nadie salió herido, la segunda vez fue cuando iba al tianguis o segundas con mi prima mayor en el cuál una bala atravesó su pulmón y la hizo agonizar durante días intentando hacer que no muriera, pero todo era en vano y ella solo sufría.

Después desde ese día toda mi familia a excepción de mis padres y abuelos me culpan a mi como si fuera yo quien le disparó.

Ella y yo éramos cercanas, pues antes que ella falleciera me dijo que no se arrepiente por a verme salvado la vida. Nadie supo de aquellas palabras más que yo. Años después me mudé a mi actual ciudad, está se llama Apodaca, Nuevo León; donde creí que todo mi mal percance acabaría me daría un puñal por la espalda. Llegué a ese lugar a los ocho años después de que mi hermano naciera. Puede que el nacimiento de mi hermano me afectará ya que toda la atención de mis padres se fue directamente hacia él por ser un bebé. Eso hizo que me hicieran todos a un lado. Comencé en mi nueva escuela y todo fue a peor, las burlas incrementaron más de lo que ya había sufrido antes de mudarme. Esto fue gracias a los propios maestros y compañeros. Mi inseguridad fue subiendo, pero yo sabía que no sería fácil. Después de eso por mi propia voluntad me alejé, me aleje de mi familia por completo que hasta puedo asegurar que por un momento llegaron a olvidarse de mí.

Pero todo cambio el día que entre a sexto año de primaria. Se podría decir que cambie tanto física como también mental, ya no me deje de los insultos y de los comentarios que todos me hacían. Insultaba a los maestros cuando se intentaban burlar de mí, esto causo muchas llamadas de atención que nunca les llegaron a mis padres ya que le pedía a una vecina que cuidaba de mí y mi hermano por las tardes que fuera en lugar de ellos.

Gracias a la suerte, jamás tuve una materia reprobada a causa de mi "rebeldía" como lo hacían ver los profesores.

Fue desde ese momento en el que comencé a ser yo misma y a causa de eso conseguí tanto amigos como enemigos.

Pero este no es el caso. El caso es que el pasado nos marca de manera diferente, a unos de manera agradable y a otros más terrible de lo que me ha pasado a mí.

El pasado no nos define y lo que nos define es el presente, pero hay personas que no les agrada la idea de eso.

Atentamente: Violeta García.

Cartas que nadie leerá [Cartas #1]Where stories live. Discover now