Fragmento 1

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Un joven peliverde caminaba directo a su departamento después de un arduo día de clases y entrenamientos.

El convivir con sus compañeros y maestros y participar en actividades de su futuro trabajo como Héroe.

Pero, había algo que no tenía en cuenta en su vida.

-¡Toga, ponte algo de ropa!- era que vivía junto a una chica muy descuidada.

-pero~- habló aburrida mientras que se levantaba del sillón vestida solo con una camisa de tirantes y sus bragas.

-¡Nada de peros, ahora. Ya. N-no no hagas esas poses!- la reprochó mientras que cubría sus ojos por las poses seductoras que la chica le hacía para molestarlo.

-okei~- habló la rubia mientras iba a su habitación e izuku suspiraba cansada.

-enserio...debo calmarme- aún sonrojado, trató de calmar sus impulsos adolecentes mientras que pensaba en alguna otra cosa que no sea el cuerpo de su compañera de vivienda semi desnudo.

Así era su vida desde que regresó de las pasantías junto a gran torino.

Fue una de las noches donde se encontró con dicha rubia muy herida.

Preocupado, el joven la ayudó a recuperarse junto al viejo.

Pero se tuvieron que separar por el motivo de que ya habían culminado las pasantías.

Mágicamente, la chica lo había localizado y ahora vive (se metió a la fuerza) en la casa del peliverde.

Izuku miró el relog sobre la pared el cual marcaba las 5 de la tarde.

En eso, se puso a preparar la cena mientras que su compañera ya estaba correctamente vestida.

-¡dije que te pusieras ropa!- gritó el peliverde sacándola sin mirarla de la cocina.

La chica estaba desnuda y salió de allí riendo.

Izuku suspiró nuevamente.

...

-ne. ¿No comerás?- le preguntó ella a él, y este solo negó mientras que miraba una pequeña taza delante de él- ¿sucede algo?-

-puedo...preguntar el ¿por qué vives conmigo? Solo nos conocimos 4 días y apareciste de la nada- le preguntó a ella algo inquieto.

Claro, ya llevaban 2 semanas viviendo juntos, pero izuku no se atrevía a preguntarle si era una indigente.

No la conocía en lo absoluto.

Además. Ella desaparece en las mañanas y muy pocas veces en la noche.

Como si fuera un gato callejero.

-bueno...fuiste amigable conmigo y me ayudaste allá, así que, quiero devolverte el favor- respondió con una sonrisa.

-¿como?- le preguntó.

-bueno...¿trabajando?- una cara de poker salió de izuku.

-eres menor, al igual que yo. Además, ¿tus padres no se preocuparan?- le preguntó a ella.

-no...no te preocupes por eso- izuku no preguntó más sobre ese tema.

-¿y que piensas hacer?- le preguntó el peliverde.

-quizas...se donde puedo conseguir trabajo, solo te pido que me dejes hospedarse aquí. Te lo pagare- le suplicó e izuku iba a negarse.

Pero recordó que el también está falta de dinero.

El dinero que el gobierno le da es poco. All might lo ayuda mucho, pero no quiere aprovecharse demasiado.

-de acuerdo...creo que así es lo mejor- le respondió el peliverde.

-¡Si!- gritó ella saltando a él.

-¡pero debemos hablar del espacio personal!-

...

-¿qué haré ahora?- se preguntó izuku cubriendo sus ojos con sus manos.

Bien, no lo vendría mal un poco de compañía y además de que es la rubia.

Pero si alguien supiera que vive con una chica con la que no comparte ningún tipo de relación sanguínea sería un problema.

-creo que debo contarle a all might-

Contarle a su mentor era crucial, le envió un mensaje explicándole la situación y al parecer no lo ha leído todavía.

No quería que de repente llegara a la casa en su forma musculosa.

/¿¡una chica?! Midoriya, ten responsabilidad de tus actos/

-¡¿qué confianza es esa?!- gritó al ver el mensaje de su mentor.

/descuida, lo tengo, pero por favor, trata de no hacer nada estupido/

-lo , lo , lo tengo entendido-

Guardando su teléfono, se preparó para dormir.

-mañana...otro dia-

...

-si...ya tengo en donde quedarme...no es de tu incumbencia...no te preocupes, si se entera de algo...lo mataré.

La rubia miraba la ventana mientras que con su mano derecha sujetaba el tlf a su oreja y con su brazo izquierdo abrazaba sus piernas a su pecho.

Una sonrisa se marcó en su rostro al ver que podría funcionar esto como su camuflaje.

¿Quien sospecharía que una villana vive con un futuro heroe?

...

Bajando la mano del retrato, toga suspiró cansada mientras que se sentaba en el sofá improvisado y curaba sus heridas.

-solo un poco más...un poco más y lo mataré...- mencionó la rubia.

Sus ojos brillaron en rojo mientras miraba el techo de la sala y dormía un poco.

...

Mi villanaDove le storie prendono vita. Scoprilo ora