La sal también parece azúcar

4.2K 271 74
                                    

—¿Que? ¿Quien? — Pregunta inquieta

—Su nombre es James. Es el hijo de un viejo amigo. James está bien capacitado para ayudarte a dirigir Brown's Industry.

—Papá, no me puedo casar con alguien a quien no conozco

—Lo se, por eso organizé que mañana se podrán conocer el uno al otro. Sería algo así como una cita —Explica

—¿Y ni siquiera me preguntaste?

—No hay mucho tiempo Emma. Además, no creo que en 2 dias hayas conocido a alguien mejor que James.

Emma pensó en Chris. Lo había conocido hoy pero... ¿sería Chris un buen esposo? —Se preguntó

—Dame tiempo papá. Por el momento no estoy lista. — Enuncia mientras se levanta del sofá y se dirige a su habitación.

Emma no podía creer que había rechazado la propuesta de un buen hombre por alguien con el que accidentalmente había chocado.

¿Estaría empezando a tener sentimientos por Chris? —Se temía

Absurdos pensamientos tomaban control de su mente por lo que decide despejarlos tomando un baño caliente.

Mientras tanto, Chris volvía a casa donde su padre lo esperaba en el sofá junto a la chimenea. La falta de luces daba un aspecto frío y cálido al mismo tiempo.

—¿Funcionó? —Cuestiona su padre intrigado inclinándose en el sofá de cuero.

—Salió perfecto —Responde Chris con una leve mueca de alegría.

Una sonrisa de felicidad se dibuja en el rostro de Alfred. El padre de Chris era un hombre frío y serio. Sus pelos con canas, sus ojos grises y las arrugas de su rostro lo hacían parecer que pasaba entre la edad de los 50.

—Esta solo es la primera fase del plan —Enuncia mientras saca su vino tinto favorito de su vinera de pared

—¿Me podrías decir para que es todo esto? —Chris pide una explicación al no entender el propósito de su padre.

—Como sabes, la hija de Harry Brown está en busca de un esposo —Explica — Si realmente quieres ser exitoso lo único que debes hacer es enamorarla y casarte con ella.

—¿Y cómo se supone que seré exitoso haciendo eso?

—No seas iluso Chris —Reprocha — Cuando sea su momento de dirigir la empresa podrás tomar el puesto y ser el nuevo dueño de Brown's Industry.

Chris da vueltas en la sala con una copa de vino tinto dando la impresión de que esta pensando el plan de su padre

— Es el plan perfecto padre —Le halaga. — ¡Seremos ricos!

—No te adelantes al futuro, por el momento trata de conquistarla enseñandole lo que es un amor lleno de calor y pasión . Cosa que será simple con lo fácil que son las mujeres, con un halago a sus zapatos ya están a tus pies

—No creo que Emma sea tan fácil de conquistar

—Pues tendrás que hacer lo imposible para lograrlo —Dice acercándose a su hijo —Además, ¿Quien no se resistiría a ese atractivo que has heredado de mi? — Bromea a carcajadas dando palmadas en la espalda de Chris.

Chris no está muy convencido del plan y no cree que será tarea fácil enamorar a tan fría mujer. Pero su persistente personalidad no lo dejaría rendirse y decepcionar a su padre quien ha anhelado la riqueza y el poder desde hace tantos años.

Ya han pasado 3 días desde la noticia de la enfermedad de Harry Brown la cual aún no era pública. Sabia que la presión en su hija sería mayor si el mundo supiera que sería la proxima dueña de Brown's Industry.

—¡Despierte señorita Brown! —Una voz femenina llamaba su nombre mientras se sentía los toques en la puerta.

—¡Pasa! —Ordena Emma con lagañas en los ojos y ganas de seguir durmiendo. —Espero que sea algo importante.

Emma detestaba que la despierten cuando se encontraba en un sueño profundo.

—Alguien ha venido a verla —Dice su sirvienta personal — Le está esperando en el jardín.

— ¿Quien? — Pregunta intrigada

— Dijo llamarse Chris — Replica mientras se acerca a la ventana en la habitación de Emma — Desde aquí lo puedo ver

Emma se levantó rápidamente de su cama y con el ceño fruncido mira por la ventana desde donde se podía observar a Chris hablando con alguien por celular junto a la fuente del jardín.

Estaba un poco desorientada al no entender el por qué de la presencia de aquel chico en su mansión.

Se dirigió al baño y se cepillo los dientes. Tomo su túnica blanca que combinaba con su pijama azul celeste y bajo las escaleras provocando fuertes pisadas con sus pantuflas.

Emma sale hacia el jardín donde ve la silueta de Chris a lo lejos. Camina con pasos furiosos y aún con lagañas en los ojos.

— ¿Que haces aquí? — Susurra enojada mientras se asegura de que nadie se encuentre a su alrededor

— ¿Como te amanece señorita Brown? — Cuestiona con picardía

— No deberías estar aquí y mucho menos a estas horas de la mañana

— Te refieres.. ¿ A las 2 de la tarde? — Se ríe — Creo que la noche que tuvimos ayer te dejo desorientada

Emma no se había dado cuenta lo mucho que habia estado dormida. Pensaba que eran las 8 AM.

— ¿Como te dejaron entrar? — Emma sabe que es muy difícil permitirle la entrada a alguien a la mansión — Casi no dejan entrar a nadie

— Al parecer si le darían la entrada a tu  prometido — Coquetea

— ¿Disculpa? — Se sorprende — ¿Le dijiste a los guardias que eras mi prometido?

— Eso creo... — Comenta apoyándose a una estatua — Aunque no estoy aquí por eso.

— ¿Y entonces?

— Pensé que te aburres de vez en cuando  en esta gigante mansión — Continua — Por lo que supuse que te gustaría librarte de todos estos lujos y disfrutar la vida allá afuera.

A Emma no le pareció mal idea. Después de todo, no tenía nada que hacer en todo el día más que vaciar todo su correo de las solicitudes de matrimonios enviadas por extraños.

— De acuerdo, pero no estas tratando de llevare a una cita o ¿si? — Cuestiona dudosa

Chris se acerca a ella lentamente permitiéndole a Emma percibir el dulce perfume masculino que estaba esparcido por su cuerpo para luego susurrar a su oído:

— Eso lo veremos...

Cautivado por mi herenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora