Cautivado por mi herencia

No más mentiras

— ¡Ay! Por favor Chris — Gira sus ojos — Estas muy grande para las bromas

— No estoy bromeando padre —Se pone firme.

— ¿Y qué? ¿Quieres que vaya a donde ella y le diga "Asesiné a tu padre"? — Cuestiona con sarcasmo en su voz

—No me interesa como se lo digas, el punto es que lo harás.

— ¿Y tu qué te crees ahora jovencito? — Da un fuerte golpe en su escritorio y se levanta con gestos de furia. —  Que no se te olvide que yo soy tu padre

— Eso no significa que todo lo que hagas está bien. — Se acerca sin miedo al rostro de Alfred.

— Me tienes que obedecer o...

— ¿O qué? — Le interrumpe — Al contrario, a quien debes de obedecer es a mi

— Pss... ¿Por qué debería hacer eso?

— Porque soy el esposo de una de las mujeres más poderosas en el país — Explica Chris — Y no me costaría nada hacer que todo el país sepa lo que hiciste.

— ¿Estas dispuesto a enviar a tu padre a prisión solo por esa chica? — Se hace la víctima

— Aunque no se tratara del padre de Emma tendrías que ir a prisión — Enuncia — Mañana a las 7 pm te vengo a recoger para llevarte a la mansión.

Chris cerró la puerta con fuerza y salió de la casa dejando a su padre pensativo sobre lo que pasaría en su futuro. Sabia que si declaraba iría a la cárcel y lo más probable es que su propia empresa caiga en las ruinas.

Chris volvió a la mansión con la frustración en mente.

— ¿Y qué tal salió todo? — Pregunta Emma sentada en el sofá junto a su laptop

— Más o menos — Trata de no hablar mucho

— ¿Y...? — Lo incita a continuar hablando.

— Y dijo que no asistió a la boda porque tenía asuntos pendientes.

— Bueno... — Le da una mirada a Chris viendo que actua un poco extraño — ¿Esta todo bien? Te veo un poco pálido

— Si, todo perfecto — Trata de retener las ganas de decirle toda la verdad— Creo que hace mucho calor, me daré una ducha.

Chris subió al baño y se quitó toda su vestimenta quedando descubierto. Debía de aguantar el día completo sin dejar salir nada de su boca.

A pesar de que sabia lo duro que iba a ser para Emma darle aquella noticia, más duro sería tener que convivir con el secreto en su conciencia por toda la eternidad.

Chris también estaba consciente de lo malo que será para su padre, pues esto podría arruinar su vida entera, pero debió pensarlo antes de arruinar la vida de otro.

Al día siguiente, justo a las 7 pm Chis salió de la mansión sin dar explicación y se dirigió a la casa de su padre. Toco el timbre y nadie abría por lo que entro por su cuenta y subio a donde su padre.

Alfred se encontraba en el baño tomando una ducha.

— Ya salgo pronto — Exclama desde el baño

Chris espero unos 6 minutos hasta que por fin su padre abrió la puerta. Se encontraba vestido formalmente con unos pantalones de tela y un chaleco sobre su camisa.

— Hijo — Extiende sus manos y se acerca a Chris — Ayer lo pensé bastante y si tienes razón. Todo este tiempo he sido un ambicioso hasta al punto que llegué a lastimar a alguien.

Alfred contaba con tono de arrepentimiento y mostrando la tristeza a través de sus ojos.

— Exacto, eso mismo le dirás a Emma — Dice Chris sin tomarle compasión de sus palabras porque sabe lo bien que puede llegar a actuar su padre.

Juntos salieron de la casa y se marcharon en el auto de Chris.

Se estacionaron frente de la mansión y justo cuando vieron a aquel señor vestido formalmente todos dirigieron su mirada a el pero aún así, nadie sabía de quién se trataba.

— Solo es un invitado — Enunciaba Chris ante los guardias a su paso.

Emma se encontraba en su habitación lidiando con papeleos y cuentas pendientes de parte de su empresa. Estaba tan concentrada que no se dio cuenta de los toques en la puerta.

— ¡Emma! — Chris llama tocando la puerta.

— ¡Oh! Pasa — Reacciona exaltada

Chris entró con una gran sonrisa pero dejó a su padre atrás.

— Te quiero presentar a alguien — Comenta con un poco de emoción. — ¡Ya puedes entrar! — Exclama llamando a su padre.

Alfred entró con confianza y se presentó a Emma quien aún no sabía quién era esta persona.

— Un gusto en conocerle — Emma se levanta de la cama y extiende su mano.

— El gusto es mío Emma — Toma de su mano — Soy el padre de Chris.

Al escuchar estas palabras, Emma cambió de expresión rápidamente y soltó su mano con un poco de miedo.

Le sorprendió no haber notado la semejanza que presentaban ambos haciendo obvio que se trataba del padre de Chris.

— ¡Oh! Okey — Vuelve a sentarse en las orillas de la cama.

— Papá te quiere decir algunas palabras a continuación — Dice señalando a su padre

— Lamento mucho no haber asistido a su boda o al funeral de tu padre, tenía algunas co... — Dice el padre de Chris evitando el punto principal

— Hm hm... — Chris se aclara la voz pidiéndole a Alfred que llegue al punto

— Pero la verdadera razón por la que vine aquí es porque puede que yo haya sido el responsable de la muerte de tu padre.

— ¿Puede? — Cuestiona Emma  confundida llevándose la mano a la cabeza.

— Bueno, yo fui quien lo hizo. — Aclara Alfred.

Emma se giró hacia su ventana perpleja por la declaración del padre de Chris.

— ¿Estas bromeando, no? — Se vuelve a sentar en la cama sin poder creerlo. — ¿Por qué lo hiciste? — Sube la mirada con enojo.

— La envidia se apoderó de mi y me llevo a hacer aquella cosa terrible y me arrepiento totalmente de lo que hice. — Se lleva la mano en el pecho en seña de arrepentimiento.

— Asesinaste a mi padre — Repetia Emma en voz baja tratando de asimilarlo.

— Si, lo hice. Pero ahora el está en un lugar mejor —Enuncia sacando algo de su chaleco — Así como tu también lo estarás.