Ella es parte de mi, yo lo sé, yo lo siento, en esta cavidad llamada corazón, puedo sentir que mis latidos me piden a gritos, que la busque, que la encuentre.
Ella es mi guía, la guía que me ha de llevar a mi destino.
Una forma curiosa de guiarme...
No era posible ¿o si? Y-ya no se qué creer todo esto es un gran enredo y una loca experiencia, esta hermosa foto que tengo en manos contiene a dos niños, la pequeña eriza rosa tratando de besar tímidamente la mejilla del pequeño y sonrojado erizo azul... Que de algún modo... Soy... Yo... Y si ese soy yo... Entonces ella es...
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N-no lo puedo creer... Estoy... Llorando.... Ahora que veo esta foto se me vienen recuerdos a la mente unos que otros... Recuerdo que estabamos jugando ese día... Como todo niño y que ella siempre solía buscar las rosas más hermosas para entregarmelas... Y decir que yo era igual a ellas; hermoso pero intocable, que pasase lo que pasase... Siempre de alguna manera, "de la que sea", nos reencontraríamos siempre... Y es por eso que ella al estar en coma... Buscó alguien que la ayudara a regresar a su cuerpo y me encontró a mi... Y-yo fui a quien su alma... Recurrió.
En ese momento sentía una enorme felicidad y fui corriendo hacia donde estaba Amy, quería abrazarla y decirle todo, absolutamente todo, llegué a ella y...
- ¡Amy! - dice jadeante posándose frente a la eriza con una bella sonrisa, un rubor bastante notable y lágrimas que se desencadenaban de sus bellos ojos esmeralda.
- ¿mmm? ¿Ahora que es lo que te ocu- la eriza es interrumpida por los cálidos brazos del erizo que lloraba y que entrecortadamente le dijo - A-Ames...- ella al escuchar tal apodo recordó a aquel pequeño erizo azul de su infancia... No lo podía creer y por ello se quedó atónita.
Ambos erizos estaban sumidos en un abrazo, Sonic sentía que había recuperado algo que ni siquiera sabía que había perdido, mientras que Amy con lo que había dicho el erizo, el apodo con el que la había llamado, la dejó atónita, comenzó a temblar para seguidamente de tanto contener el llanto este la venció desencadenando en sus bellos ojos jade lágrimas que desde ya hace mucho estaba conteniendo.
- n-no puede ser... - fue lo único que salió de la boca de la eriza.
- A-Ames... Yo.... - dijo el erizo al notar que ella estaba llorando.
- T-tu... ¿eres ... Eres... - tartamudeaba ella.
- ¡Sonic Speed! El escurridizo y el que se parece a las 'rosas' - recalcó eso último el erizo - ¿m-me recuerdas? - tartamudeó porque temía que la eriza no lo recordara.
- n-no puedo creerlo... - dijo la eriza quedándose en silencio unos segundos para luego decir entre lágrimas de felicidad - e-eres igual a tu padre...
- ¡Si me recuerdas! Ajajaja lo sabía.... - la carga y la hace dar vueltas en el aire - ¡Lo sabía!
- ¡ajaja Soniku! - dijo ella llorando de felicidad.
En ese momento no existía erizo más feliz que yo, no existía una felicidad más grande, no existía más la soledad, me sentía completo... El mundo ahora estaba a mi favor, mi corazón bailaba de felicidad, el peso que cargaba antes por la pérdida de mi padre desapareció, aquella rosa marchita en mi volvió a recobrar vida... Dejé a mi hermosa Ames en el pasto y ella dijo lo siguiente...
