2. Amortentia Liberare ↯ [Cedric Diggory]

━━Dieciséis

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SOMEONE TO YOU
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Cuando una varita y otra comparten el mismo núcleo proveniente del mismo espécimen de criatura mágica, se le denominan varitas hermanas o gemelas. Si dos varitas hermanas se enfrentan en duelo, estas se negarán a atacarse y hará que se produzca el extraño fenómeno mágico Prirori Incantatem...

Eso era todo lo que el libro decía, la azabache dejó caer su cabeza sobre el enorme libro de varitología que había sacado de la sección prohibida de la biblioteca, nada de aquello tenía sentido, _____________ suspiró frustradamente para después aspirar el olor a papel viejo, polvo y tinta seca que emanaba el libro. «Malditos misterios de la magia» pensó la pelinegra al no hallar las respuestas que buscaba unas semanas después del suceso; y es que lo que había pasado con su varita y la de Cedric no era, ni mágica ni técnicamente posible. De nada había servido que le pidiera a Hagrid –con ayuda de Harry–  el permiso para sacar el libro de la biblioteca, volvió a alzar la cabeza del libro sólo para dejarla caer nuevamente sobre el objeto. Además estaba el hecho de que, su madre le había dicho en su última carta, que su padre la estaba buscando, que debía tener cuidado, que hablarían de ello en Hogsmeade la próxima vez que la azabache fuera de visita. Toda la situación era frustrante; _____________ cerró los ojos permitiéndose descansar su cerebro de tanto estrés, comenzó a pensar en otras cosas, en el guapísimo Mark Hamill, en los Beatles, las próximas películas de Stephen King... Y, de la nada ciertos ojos grises llegaron a su mente, aquella sonrisa encantadora de dentadura perfecta, aquellos labios sabor a fresas –lo que de por sí era extraño, pero le gustaban las fresas–, el cabello castaño como el chocolate tan suave al tacto...

— ¡____________! — gritó alguien sacándola de su bello sueño

La azabache levantó rápidamente la cabeza de donde la tenía recargada, parpadeó un par de veces para después encontrarse con Hannah que estaba frente a ella sosteniendo su mochila, acaba de llegar de cenar seguramente.

— ¿Qué pasó? — inquirió la azabache apartando su fleco rebelde de su rostro

— Te estabas quedando dormida — respondió Hannah sentándose frente a ella, observó el libro detenidamente y negó con la cabeza — ¿sigues buscando respuestas a lo del duelo con Cedric?.

La azabache adoptó una expresión de cansancio — Si, pero el maldito libro no dice nada más que lo que ya sé. Es muy frustrante, quisiera ser Sherlock Holmes.

— ¿Ese detective muggle muy famoso? — preguntó Hannah curiosa

— Ajá, esto sería más fácil así — admitió la pelinegra cerrando el libro