Capítulo 16

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Ya se había hecho de noche, todos las personas que se habían motivado a participar en el festival de lucha estaban en un laberinto gigante, creado por uno de los anfitriones.

Algunos no llegaron a sobrevivir en el comienzo, pues el lugar estaba lleno de trampas.

Los pecados y sus compañeros se habían dividido, todos trataban de atravesar el confuso laberinto.

Elizabeth y Hawk habían tenido la suerte de encontrarse con Diane, pero la gigante no los recordaba en lo absoluto. Ella rechazó su compañía, haciendo que la princesa y el cerdo la siguiesen.

Ban junto a las mujeres que lo acompañaban, Escanor y el rey hada también se encontraban allí, nada más para entregar un pedido de licor.

El zorro se había separado de ellos, pero sabía que su amada hada se encontraba al cuidado de sus compañeros. Caminaba tranquilamente, esquivando las rocas que rodaban hacia él, saltando los agujeros que se creaban repentinamente, dejando al final una muerte segura para cualquiera, pero no para él; y terminando con las grandes reptadores de tierra que surgían de ésta.

Ban– debieron hacer de esto un reto más complicado.– se quejó por el laberinto.

Al seguir caminando vió que el camino se dividía en dos, sin pensarlo mucho tomó el lado derecho. Siguió avanzando hasta ver por encima de las paredes una ráfaga de fuego, pero no uno normal, sino uno oscuro. Sabía de quién se trataba. Se apuró un poco más y en otra vuelta a la derecha se encontró con una larga cabellera, desde su punto de vista se veía oscura, pero sabía que era castaña. Se colocó detrás de la fémina para tratar de asustarla, pero ésta reaccionó rápidamente y atravesó al pecado con su espada, haciendo que le salpicara sangre en su rostro.

Al ver el rostro de la víctima, ella se dió cuenta de inmediato de quién se trataba.

— ¡Imbécil!— exclamó mientras retiraba el hierro del pecho del hombre.

Ban– hola a ti también ________– dijo animadamente mientras la herida cerraba y la sangre se evaporaba.

— ¡¿Cómo se te ocurre aparecerte de la nada?!. Tienes suerte de ser inmortal.— le dijo mientras guardaba su espada.

Ban– ¿Verdad que si?– le dijo infantilmente.

— como sea. ¿Qué haces aquí?— preguntó curiosa al ver la ropa del hombre. Mientras esperaba una respuesta se limpiaba la sangre de la cara.

Ban– vine para hacer una entrega de alcohol, como favor para Escanor.– le respondió simple.

— ¿No es así cómo se llama el séptimo pecado?— preguntó, a lo que él le asintió.

Ban– ¿Y tú qué haces aquí?, ¿Dónde están los demás?

— al llegar a este lugar nos separamos. Estamos aquí porque a Meliodas le pareció divertida la idea.— explicó dando un suspiro.

Ban– jaja, ese es mi capitán.– dijo divertido por el pensamiento de su amigo.

entre idiotas se llevan de maravilla...— pensó con gracia.

Ambos comenzaron a caminar a la par, todo estaba bastante tranquilo para ellos.

Ban– ¿crees que el capitán esté muy lejos?– preguntó curioso y emocionado.

— ni idea, a él no lo he visto desde que nos separamos.— le respondió simple.

Siguieron su camino en un silencio cómodo para ellos. Pero el pecado tenía una inquietud, quería pedir una segunda opinión, y la quería de la chica que estaba a su lado, pues ya le había tomado confianza y cariño.

Quiero Romper el Silencio | Nanatsu No Taizai |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora