Quiero Romper el Silencio | Nanatsu No Taizai |

Capítulo 19

°•.|Meliodas|.•°

Desde tu llegada he aprendido a quererte más de lo que pude imaginar.

Creí que ella sería la única en mis pensamientos, pero llegaste tu a nuestras vidas y lo cambiaste todo, al menos para mí.

Te quiero a mi lado para poder protegerte, no solo porque se lo aseguré a tu familia, sino también porque es lo que más quiero ahora.

Quiero verte sonreír, y que yo sea la causa; también quiero aprovechar cada momento para oírte hablar y reír en compensación de nuestro inicio.

Quiero sostener tu mano.

Y sé que al tener estos pensamientos me vuelve una mierda como hombre, y temo que ese pensamiento cruce por tu mente.

Temía admitir la nueva y dolorosa verdad, aquella verdad que la lastimaría a ella y desharía lo que alguna vez fuimos...

¡pero carajo!

En estos momentos solo quiero crear algo contigo, para ver a dónde nos lleva.

¿Es pronto? Tal vez, pero a veces es bueno cometer locuras por alguien que vale la pena.

Y siento que tú igual lo sientes, tu igual lo piensas ¿Verdad?

No deseo provocar tus lágrimas, pero algunas veces es inevitable; no quiero hacerte sentir dolor, por ello tengo que ser precavido.

Quiero seguir conociéndote a fondo, como era tu vida, que perdiste, que ganaste, incluso saber tus pensamientos, aprender tu comportamiento más de lo que sé.

¿Me lo permitirías?

Cuando por fin seamos libres, quiero agarrar tu mano y sonreírte con el amor que siento.

Y que tú lo correspondas lo más sincera posible.

¿Y sabes qué otra cosa quiero?

Besarte con libertad.

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En el Boar Hat bebían libremente, especialmente el zorro y la semi demonio, el cerdito comía el delicioso manjar que Ban le había preparado.

— ¡Está bien Ban, otra!— habló con una sonrisa afable sosteniendo una botella del delicioso alcohol.

Ban– ¡¿Quieres volver a perder pequeñaja?!– habló con un leve sonrojo.

— ¡te haré tragar tus palabras idiota!— dijo con su mirada retadora, recibiendo una mirada igual de parte de su compañero.— a la cuenta de tres.

—– uno...dos...¡Tres!—– contaron ambos antes de llevar las botellas a sus bocas para digerir con rapidez el líquido.

Se ganaron las miradas del resto, quienes los veían divertidos, en especial el rubio, quién veía más a la castaña.

La mujer depositó un poco agresiva la botella en la barra.— ¡Te gané!— habló al ver a su compañero.