8: Euphoria *

3.7K 194 71
                                    

Editado: Sí
Tipo de imagina: ¿Romántico?
Canción: Euphoria - BTS
Palabras: 869
08/100
______________________________________

~ Luke ~

Estaba acostado en la cama mirando al techo mientras Alana dormía. Ella descansaba tranquilamente en mi pecho; yo acariciaba su cabello y abrazaba su cintura. Estábamos en Corea junto con los chicos por el tour de nuestro nuevo álbum. Me encantaba esta ciudad: su cultura, sus vistas, todo era asombroso. Pero lo que era aún más asombroso era que mi chica estaba a mi lado.

—Buenos días, Lu —dijo ella con una sonrisa en el rostro. Su cabello estaba algo revuelto, lo cual la hacía ver adorable.

—Buenos días, Alana —respondí besando sus labios dulcemente— ¿Qué haremos hoy, mi lady? —Ella soltó una ligera carcajada.

—Salgamos a pasear por la ciudad —sonreí y la abracé fuertemente.

—Como tú digas —ella sonrió y me devolvió el abrazo.

Ambos caminábamos por las calles de esa hermosa ciudad, íbamos tomados de la mano mientras veíamos las diferentes tiendas del lugar. Vimos una tienda que vendía cometas y decidimos comprar una. Caminamos unas cuantas cuadras más y llegamos a una pequeña colina. Intentamos varias veces volar la cometa, pero esta no despegaba.

—Yo la sostengo y tú corres —dijo ella sosteniendo el hilo que colgaba del juguete. Tomé la cometa y comencé a correr. Cuando creí que era el momento adecuado, la solté. La cometa comenzó a elevarse y a volar.

—¡Sí! —festejó Alana dando pequeños brincos de alegría. Corrí para llegar a su lado y la subí a mis hombros.

—¡Luke, me vas a tirar! —gritó nerviosa.

—Nunca te dejaré caer —dije levantando la cabeza para poder verla.

—Te ha salido tu lado romántico —dijo riendo. Su cabello era movido por la brisa al igual que la cometa. Estaba tan feliz que no podía respirar. Con ella a mi lado, sentía cómo mi entorno se volvía cada vez más transparente. La bajé de mis hombros y la abracé por detrás; mi mentón descansaba en su cabeza y mis manos en su cintura. Ella soltó un suspiro y se acercó más a mí. En un pequeño instante, la cometa se cayó. Caminamos para recogerla y vimos que se había rasgado de un lado.

—Fue lindo mientras duró —dijo sentándose en el pasto. Dejé la cometa a un lado y me senté junto a ella.

—Eres el sol que asciende otra vez en mi vida, una reencarnación de mis sueños de infancia —susurré colocando mi cabeza en su hombro— Es diferente a la típica definición del destino. El día que te conocí mirabas al mismo lugar que yo con un dolor en tus ojos. Ambos estábamos rotos, pero logramos arreglarnos. ¿Podrías, por favor, quedarte en mis sueños? —Ella volteó a verme, curiosa por lo que decía. Mis manos temblaban por el alto grado de nerviosismo— Estoy tan feliz que no puedo respirar. Contigo a mi lado, todo mi entorno se vuelve cada vez más transparente; todo lo malo desaparece. Cuando estoy contigo, estoy en una utopía. Toma mis manos ahora, eres la causa de mi euforia, eres la causa de mi alegría, de mi sonrisa, eres quien me trajo de nuevo a la vida —me levanté y le extendí mi mano para que ella también lo hiciera. Busqué en la bolsa de mi chaqueta la pequeña caja azul de terciopelo. Cuando la encontré, la saqué y me arrodillé frente a ella. Alana llevó sus manos a su boca y sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas, al igual que los míos— Sé que a veces puedo ser un idiota, pero quiero ser tu idiota por toda la vida. ¿Alana, quieres casarte conmigo?

—Claro que quiero, Luke —me levanté y la abracé mientras la besaba. Le coloqué el anillo y nos volvimos a besar.

—Te amo —susurré abrazándola.

Regresamos al hotel para que pudiera alistarme para el concierto. Estaba tan, pero tan feliz de que ella hubiera aceptado que fue imposible que alguien me quitara la sonrisa del rostro. Salimos de la habitación y llegamos al vestíbulo junto con los demás. Todos, al ver el anillo, se sorprendieron y festejaron junto con nosotros. Al llegar al estadio, nos fuimos a nuestro camerino. Mientras yo me arreglaba, ella me contaba uno que otro chiste malo que nos hacía reír a ambos.

—Tengo otro —dijo viendo su celular— ¿Por qué las focas del circo miran siempre hacia arriba?

—¿Por qué?

—Porque es donde están los focos —ella comenzó a reír a carcajadas y yo la seguí— Joder, es tan malo que da risa —dijo calmando su risa— Escucha este, ¿sabes cómo se queda un mago después de comer?

—¿Cómo?

—Magordito —dijo volviendo a reír. No pude evitar reírme con ella. Me acerqué al sofá donde estaba sentada y la abracé mientras ella aún reía.

—Te amo —dije soltando una ligera risa— Al igual que tus chistes malos y tu obsesión por Harry Styles.

—Yo también te amo, pero no tengo una obsesión por Harry —dijo acariciando mi mejilla— Bueno, tal vez sí, pero eso no importa ahora —ambos comenzamos a reír nuevamente. Nosotros éramos el claro ejemplo de que cuando la vida te da cosas malas, luego te dará cosas buenas. Y ella es lo mejor que pudo haberme pasado.

One Shots: Luke HemmingsWhere stories live. Discover now