Capítulo 1. Entonces Thor dijo: "Estoy jodido"

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¿Boda por accidente? Pregúntale a la ley de Murphy

Capítulo 1. Entonces Thor dijo: "Estoy jodido"

Si el venerable profesor Edward A. Murphy Jr., enunciante de la famosa ley de Murphy, tuviera una charla con Thor Odinson, le diría: "Mi estimado amigo, siempre que creas que no puede empeorar la situación, créeme, empeorará".

Eso pensaba el hombre rubio sentado en medio de la sala de estar de la residencia Laufeyson, mientras sostenía la charla más bizarra que hubiera tenido en su vida con sus patrones, el señor y la señora Laufeyson.

—Últimamente Loki te ha extrañado mucho, Thor —aseveró el padre del mencionado, el señor Laufey.

Thor, francamente confundido, preguntó: —¿El joven Loki? ¿Me extrañaba?

—Claro, siempre está soñando despierto con volverte a ver —intervino Farbauti, la madre del chico. —Le ha hecho mucha falta verte

—¿A mí?

—No tienes porqué fingir —comentó Laufey. —Todos sabemos que te gusta Loki y a Loki le gustas tú

—Perdón, ¿cómo dice? —preguntó con sorpresa Thor, frunciendo el ceño una y otra vez.

Thor, de origen noruego, trabajaba hace tres años en la finca Laufeyson, de la cual los propietarios, el matrimonio Laufeyson, eran de las familias mejor colocadas en su círculo social. Su trabajo consistía mayormente en mantener a toda la caballeriza en perfectas condiciones, pues los señores Laufeyson eran reconocidos por ser criadores de potros destinados a la equitación. Thor había llegado a sus 27 años a trabajar ahí y, durante esos tres años, su trato hacia ellos era cordial y, parcialmente, indiferente. La misma situación aplicaba con su único primogénito, el joven Loki, ya de 25 años.

Debido a que en Noruega tenía muchos problemas, se había conformado con desplazarse a Inglaterra para huir de las disputas familiares y, con suerte, no volver al lugar que le causaba tanta antipatía. A diferencia de Odín y Frigga, sus padres, él era un hombre sencillo cuya aspiración y educación no eran competencia para ganar más que unas cuantas libras a la semana con lo que alcanzaba a pagar la renta, comida y pagar su transporte cada que se trasladaba a la finca.

Entonces, el que lo hubieran invitado de la nada a comer con ellos y hubieran destapado una botella de whisky para "festejar" sus tres años de buena labor, lo tenía desconcertado. Nunca se consideró particularmente apreciado por sus patrones. Y por lo que alcanzaba a percibir, se metería en la boca del lobo.

—Lo que oíste muchacho —dijo Laufey como si fuera lo más natural del mundo. —Yo sé que debe ser algo intimidante, tratándose del único hijo de los Layfeson; pero si se quieren, ¿quién soy yo para interponerme?

Thor no daba crédito a lo que escuchaba. ¿Loki? ¿El joven Loki con quien solo había tenido un par de palabras de cortesía? ¿Quererlo a él? ¿Extrañarlo? Al llegar a trabajar ahí, sabía que el chico de ojos verde se encontraba realizando sus estudios universitarios en Oxford por lo que era muy raro verlo en la finca. Hasta hace mes y medio había vuelto a casa al graduarse con honores en la carrera de Ciencias Políticas y Administración Pública, e incluso durante ese tiempo, Thor no había convivido con él.

—Espere, espere. Permítame procesarlo... —pidió a los señores, bebiendo de golpe la copa de whisky que le habían servido. —¿Me puede servir otro?

—Comprendo, comprendo. Ahí va otro para que se te baje lo tímido —dijo el hombre maduro, sirviéndole otra buena cantidad. —Es normal. Querer cortejar a Loki no es cualquier cosa, pero si me estás diciendo que lo quieres, pues yo te doy mi aprobación

¿Boda por accidente? Pregúntale a la ley de Murphy [THORKI: +18] || COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora