—Ya compré los boletos de avión, solo falta... ¿Quien es ella? —Iván ve fijamente hacia la puerta de la casa, sigo su mirada y la rabia doma mi cuerpo. Mis manos están apunto de sangrar por las uñas clavandosen en mis palmas y mis dientes rechinan, un sonido que me causa escalofríos.
—Laura... Lo que se traduce a "mi madre".
—Mierda. —Susurra Boggi, vuelve su mirada hacia mí, pero yo acabo de cerrar la puerta del coche de un portazo.
Camino hacia la casa como alma que lleva el diablo. ¿Que mierda hace aquí? ¿Para recordarme cómo es mi vida de miserable? No, ni hablar.
—Querida... —Lo primero que dice cuando me ve.
—Alejate, perra loca. ¿A que has venido?
—¿Como te atreves a llamar a tu madre de esa forma? —Frunce el ceño enfadadamente dejando ver las varias arrugas que habitan en su rostro.
—¿En serio tienes el descaro de titularte "madre" después de todo? No eres nada mío, mi madre murió al darme luz y punto. No hay nada más de que hablar. —Paso a su lado pero me coge del codo.
—Escuchame niña insensata, tal vez con ellos puedes jugar de grande pero conmigo no. —Dice estando a unos centímetros de mi cara. ¿Y esta vieja qué?
—Escuchame tú a mí. Aquí la única insensata eres tú, me sorprende que aún el manicomio no conozca tu paradero y te lleve a rastras hasta allá. Ahora dime, cruela, ¿que mierda haces aquí? —Traga en seco y me suelta apartando la mirada.
—Necesito dinero.
—¿Para eso has venido? ¿Has gastado el dinero que no tienes en un boleto de avión? —Y dice que yo soy la insensata, increíble. —Pues, que pena para ti, porque no te pienso dar.
—¿Recuerdas que también era mi esposo? Por ende, parte de la herencia me pertenece.
—Vaya, eso no es lo que dice el papel que dejó mi padre, así que te puedes ir por donde llegaste.
—Mira pequeña estupida. —Me coge del cuello y me pega contra la pared. —Me importa una mierda si quieres o no darmelo, yo misma lo puedo buscar por mi cuenta y nadie me detendrá. Tu padre fue muy imbecil en dejar todo su dinero en tus manos.
—Pues lo hizo y ahora no puedes hacer nada contra ello.
—Mira, aborto fallido. —Apreta su agarre y yo jadeo. —Me lo das porque me lo das si no quieres que acabe con tu vida, cosa que debí de hacer cuando estabas en mi vientre. Eres una mierda andante... —Antes de que pudiera seguir hablando, Boggi la coge del pelo sin piedad, Laura grita pero luego ríe. —Pero mira que hay aquí, un niñato enamorado de una mierda como ell... —Y ahora soy yo la que se acerca y le pega. No, no fue una cachetada, fue un puñetazo que hizo sangrar a su nariz.
Iba a levantar nuevamente mi puño, pero una mano me detuvo.
—No, Kendra, no vale la pena. —Dice la voz de Iván que me mira seriamente.
—Creo que es mejor que se marche. No voy a permitir que le hable así a Kendra. —Dice la dulce voz de Marisol, quien le indica a Boggi que la suelte. Laura camina hasta estar a unos centímetros de distancia de Marisol.
—Es mi hija y le puedo hablar como me de la gana, ¿entendido? Ya que tú no puedas educar a tus hijos y parezcan unos maricones escondidos bajo las faldas de su madre, no es mi problema. —Y la mano de Marisol no duró en estamparse contra la mejilla de esa perra.
—¿Que vas a saber tú de de educar hijos cuando a la tuya ni la cuidaste? No eres más que una charlatana. Has venido a obligar que te den un dinero que no es tuyo, cuando no has gastado ni una moneda en ella. ¿En qué crees que te convierte ello? En la peor madre que he conocido en mi larga vida. Que pena me das, y el simple echo que te llame "madre" siento que estoy ofendiendo a las madres de verdad. —Bueno, y ahora es la mejilla de Marisol la cual sale golpeada.

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365 Días Y... Él (Just Boggi)
Novela JuvenilLa vida de Kendra dará un vuelco, cuando, sin ella quererlo, debe viajar a España a intercambio... ¿Que familia la recibirá? ¿Será ella vulnerable ante el encanto de Bogdan? 365 días en España