Malditos hombres.

40 9 7
                                    

Sunset

Todos los días era la misma rutina: despertar tarde, hacer almuerzo, convivir como hermanas en el cuarto de la lesionada y dormir tarde.

Amanda me ayudaba a llevar los platos con comida ya que subía y bajaba en menos de un segundo. Maldita suertuda, yo solamente puedo leer los pensamientos y los de Mikey me atormentaba cada segundo.

Siempre amé nuestra conexión especial pero a estas alturas y cuando todo se fue a la mierda, es algo molesto.

Muchas noche he despertado a horas de la madrugada por sus fuertes pensamientos y me hace preguntar... ¿cómo mierda puede pensar tan fuerte? Por su culpa tengo unas ojeras enormes.

Siempre trato de evitar sus ideas, ya sea hablando con mis amigas o distrayéndome con otras cosas. Ahora que crecí, me di cuenta que es una total invasión a la privacidad mental de las personas.

-¿Legumbres? -preguntó Frankie con asco-, saben que las odio.

-Te hacen bien -murmuró Sally.

-Pero si estoy bien -la pelirroja rodó sus ojos como una niña pequeña.

A veces me pregunto como es que ella es nuestra líder. Puede que sea fuerte y mantenga su mente fría en momentos difíciles pero es la mujer más infantil que conozco, sin nombrar lo emocionalmente inestable que la dejó Poison desde el último día que estuvo acá.

Amanda puso un cd antiguo en nuestra mini radio a luz solar y comenzamos a cantar, como todos los días.

Había pasado casi una semana de que Frankie había sido operada de emergencia y ha evolucionado bastante bien. Sus heridas estaban cicatrizando muy rápido y según ella, era gracias a sus pensamientos. Esta loca pero la amamos.

-Oigan -murmuró la pelirroja-, el día que morí vi a mis padres y me dijeron que debimos luchar.

-¿Y que pretendes hacer? -pregunté.

-Aun no lo sé -se encogió de hombros-, pero tenemos a Jenny en nuestro equipo y si ella viene, Jet estará ahí. Dudo que Frank nos deje.

Para que hablar de los otros dos, idiotas.

- Como no fue en 2 días, puede ser en 2 semanas y si tenemos suerte serían 2 meses -agregó Sally.

Luego de un rato, Amanda salió con Sally sin decirnos dónde iban.

-¿Cuando podré salir de acá?

-Frankie, aun sigues lesionada -dije riendo-, ¿acaso no recuerdas lo que te pasó hace unos días?

-Lo sé -rodó sus ojos-, pero siento que mis músculos se atrofian.

Como pudo se paró y comenzó a dar unos pequeños pasos para poner otro disco antiguo y comenzó a hacer un baile raro sin gracia. Moria de la risa ya que parecía un tronco tratando de moverse.

-¿Que habrá pasado con estas personas? -preguntó mirando la portada del disco-, dime que no se ve sexy ese chico-reí al verlo. Era un chico alto de barba y un bigote horrible, a su lado había un chico rubio y una chica con el pelo naranja, todos estaban manchados con pinturas-. Espero que este capturado por BLI y que esté soltero.

Les dije, loca.

Ver el atardecer desde la ventana de Frankie me hizo recordar cuando era niña y podíamos llamar a los locales de pizzas para que trajeran las que quisiéramos. Odio pensar que esto jamás volverá a la normalidad.

-¿Y pudiste hablar con Mikey? -Snow me saco de mi transe mientras ellas se acercaba a mi para ver el atardecer-, nunca me contaste.

-No -suspiré-. Me sentí mal por lo que hice y me devolví por ti -abracé a mi amiga-, eres mas importante que cualquiera.

-Deberías hablar con él -confesó devolviéndome el abrazo-, creo que lo asustamos -ambas reímos.

-Quizás algún día lo haga -me encogí de hombros-, pero no será pronto. ¿Y Gerard?

-Que se pudra -murmuró-. Ese día me lanzo ese papel y no lo he querido leer.

-Malditos hombres -ambas reímos.

Tomé el escrito que Frankie había guardado y comencé a leerlo.

Como era de esperarse de Poison, era una canción llamada "Demolition lovers" y es jodidamente bella. Mis ojos comenzaron a humedecerse, últimamente estaba demasiado sensible y todo me parecía hermoso o emotivo.

La canción hablaba sobre dos personas que iban a morir en una persecución pero lo hacían amándose hasta el último segundo.

Frankie ya había leído esto, se notaba en su mirada que el sentimiento de culpa la quemaba por dentro.

Ambas bajamos e hicimos masa de pizza porque mis antojos habían ganado la batalla, además se los contagié a mi amiga.

-Iré a caminar -dijo mientras se lavaba las manos.

-¿Segura que puedes? -ella asintió-. Lleva tu máscara,  recuerda que BLI te busca.

-Claro mamá -rió y beso mi cabeza-. Nos vemos.

Luego de que la masa reposara, agregue los ingredientes y se fueron al horno por un rato.

No había absolutamente nadie en casa y eso me deprimía. No estaba ni el nuevo gatito de Jenny para que me acompañara.

Saqué la pizza luego de unos cuantos minuto y subí a mi cuarto. Esperaré a Frankie para comer, no creo que se tarde tanto en dar unas vueltas por ahí.

Me lancé a mi cama y escuché un ruido extraño provenir de afuera. En mi cuarto hay un ventanal que da a una pequeña terraza, donde hay un árbol viejo y seco. Este crujía demasiado como si alguien intentara escalarlo.

Mierda, porque me pasa esto cuando estoy sola.

Tomé mi arma y esperé en un rincón de mi habitación.

-¡Soy yo! -susurró haciendo un gesto para que yo guardara silencio.

-¿Qué mierda haces? -grité dejando mi arma de lado-, ¡casi me matas de un susto!

-¡Shhh! No quiero que sepan que estoy acá -susurró soltando una pequeña risa.

Una hermosa risa.

-Estoy sola, idiota -respondí.

-¿Y ese vocabulario? -rió sentándose en mi cama-, creo que llevas mucho tiempo con Frankie, eh.

-¿Qué quieres, Mikey?

The True Lives Of Fabulous Killjoys - My Chemical Romance (segunda temporada)Where stories live. Discover now