The True Lives Of Fabulous Killjoys - My Chemical Romance (segunda temporada)

Save Yourself, I'll Hold Them Back.

-Look alive, sunshine -dijo Jenny a través de la radio de Death-. Les habla The Girl y como todos saben, el sol será destruido. Si hay alguien ahí escuchándonos, les pedimos ayuda, nos dirigimos a Battery City a vencer al ejército enemigo. Y recuerden... el futuro es aprueba de balas. Las consecuencias son secundarias. Killjoys, hagan algo de ruido.

Jenny se puso su pañoleta roja para tapar su cara y se subió al asiento trastero del auto, donde la esperaban los demás chicos: Kiara, Sally, Ray y Frank.

Cada uno tenía tareas específicas, pues no podían quedarse todos juntos y sólo derribar un sector. Debían trabajar en conjunto y alejados. Cada uno llevaba un comunicador a distancia para notificar cada hecho o si tenían algún problema.

Mikey estaba posicionado en su lugar. Una pequeña montaña a lo lejos de Battery City, donde hackeaba el servidor de BLI y observaba absolutamente todo a través de una antigua laptop. Las cámaras del sector serían su principal entrada y podrían evitar cualquier inconveniente. Él estaría a cargo de todas las instrucciones.

Amanda estaba su lado, esperando la señal de los demás chicos para posicionar bombas y de esa manera acorralar toda la ciudad. Evitaría la salida de los trabajadores para la corporación y en un caso más extremo, la salida de Black.

Kiara, Sally y Frank se encontrarían juntos en todo momento ya que se encargarían de luchar contra scarecrows. Jenny y Ray tenían la misión de lanzar pinturas en la ciudad monocromática, en especial a las máscaras de los draculois ya que estas manejaban su mente, así que su única opción sería quitárselas y unirse a la revolución.

Por último, Frankie y Gerard se encontraban en las estaciones subterráneas que habían sido abandonadas hace mucho. Ambos usaban trajes de scarecrows y debían infiltrarse a la gran empresa para asesinar a cada Black que podría haber.

Quienes tuvieran capacidades fuera de lo normal, las usarían hasta gastar su última molécula de energía e incluso, volver a tener el mismo descontrol que al inicio.

-Estoy nerviosa. -Susurró Snowflake mientras corría junto a Poison. Ambos habían estudiado todas las cañerías y entradas secretas que poseía el lugar, así que perderse no era una opción.

-Todo saldrá bien. -El pelirrojo tomó la mano de la chica y la apretó con fuerzas. A pesar de todos los malos momentos, seguían siendo los mismos románticos a su estilo y los dos tenían miedo de perder al otro.

En el lugar se escuchaba cómo corría el agua y se dieron el último abrazo antes de la batalla.

-¿Están todos listos donde quieran que estén? -Preguntó Poison por el Walkie Talkie.- ¿Están todos listos donde quieran que estén? -Preguntó nuevamente a lo que todos respondieron al unísono un simple "si" algo temeroso.

-Posion, Snow: La entrada al ala oeste está vacía. -Habló el Way menor y ambos chicos mencionados entraron por una escalera que los llevaba a ese sector- Jet, Girl: entren y lancen todo lo que tengan. Luck, que detonen las bombas. Burn, Ghoul y Sun, vayan por el centro y luego dispérsense. Buena suerte a todos.

Todos los chicos obedecieron ante las órdenes y comenzaron con la revuelta.

Ante el primer sonido de la bomba, comenzaron las demás, dejando todo el contorno de la ciudad repletas de polvo y edificios completamente destruidos. Mikey estaba nervioso si es que todos sus amigos dejaran este mundo, pero al fin y al cabo, era un creyente de que podían solucionar todo.

Los draculois comenzaban a sacarse las máscaras ya que actuaban solo por instinto y al no poder ver, no tenían más opción. Algunos de ellos despertaban y otros se desplomaban ya que estaban al borde de la muerte cuando los "draculizaron".