| GOT YOU | 《Chandler Bing》[1]

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Los cuatro empezaron a buscar a Marcel, y por petición de Joey, Chandler y Oliver siguieron buscando aparte con la excusa de que así encontrarán más rápido al mono. Joey miraba de vez en cuando a la castaña, admirando la belleza de la joven. —No entiendo por qué insistes en quedarte solo conmigo, estoy segura que ni siquiera recuerdas mi nombre.

El pelinegro no supo que decir, por lo que apartó la mirada por unos segundos. —Claro que sí, hermosa dama.

— ¿Dama?—pregunta burlona, mientras seguía mirando por los pasillos. —No eres muy bueno hablando con chicas que te rechazan, ¿cierto?

—Es que nunca me pasa—responde rascando su nuca, haciendo que la castaña asintiera.

—Ya veo. Yolanda, ese es mi nombre.

—Yoli—dice con una sonrisa, pero la quita cuando la nombrada se gira a verlo con los ojos entrecerrados. —Lo siento.

—No creas que no se me ha olvidado lo que hiciste.

—Oye, Yolanda, lo siento por eso. Antes era un idiota, lo admito—habla tratando de alcanzarla, porque ella quería alejarse de él, pero se detiene cuando lo escucha. —Bueno, tal vez aún me comporte así, pero no quiero que haya mal entendidos entre nosotros.

—Joey, éramos amigos cuando empezaste a salir con mi prima, nunca pensé que harías eso.

—Lo sé, y me arrepiento de lo que hice, pero, ¿crees perdonarme por lo que le hice a tu prima?—la castaña frunció el ceño.

— ¿De qué hablas?

Mientras tanto las tres chicas habían decidido bajar al sótano del edificio para ver si tenían suerte. — ¡Marcel!

— ¿Marcel?

— ¿Marcel?

— ¡Dios mío!—exclama Phoebe, asustando a Mónica y a Madison quienes se abrazaron al instante.

— ¿Qué?

—Algo me rozó la pierna derecha.

— ¿Qué fue?—preguntaron al unísono, asustadas de que pueda ser, pero Phoebe suspira aliviada.

—Oh no es nada, solo era mi pierna izquierda. —Madison golpea el brazo de su amiga, tratando de calmar su respiración. Pero entonces las tres abren los ojos al ver al pequeño mono.

— ¡Miren!

—Sí. ¡Marcel! ¡Ven acá!

—Ven, hermoso. Te hemos buscado por todas partes, pequeño travieso—dice Madison caminando lentamente junto con Phoebe para poder agarrarlo, pero entonces llega Luisa con una sonrisa victoriosa.

—Háganse a un lado, señoritas.

— ¿Qué vas a hacer?—pregunta Mónica preocupada, en cuanto ve el arma.

—Es solo un tranquilizante. —entonces, Phoebe abre los ojos asustada y mira al mono, cuando Luisa dispara el tranquilizante Phoebe se lanza al mueble recibiendo el dardo que iba hacia Marcel.

— ¡No!

— ¡Corre, Marcel, corre! ¡Corre!—exclama al mono, que no dudo en salir corriendo para adentrarse por uno de los ductos de ventilación. Madison y Mónica se apresuraron en socorrer a su amiga, que se había quitado el dardo del trasero. — ¿Estás bien?

—Sí, eso creo—dice débil, y si no fuera por las chicas, ella estaría tirada en el suelo.

—Detesto a esa mujer—murmura Madison. —Me alegra que la hayan ignorado en la escuela. Es muy cruel esa tipa.