Capitulo Cuatro.

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Corrí hasta llegar a la entrada de la escuela donde estaba Lana boquiabierta, le sonreí con nerviosismo.
- ¿Quién era él y qué fue eso? - decía sorprendida entre risas nerviosas.
- «Él» es mi niñero - tape mi rostro ruborizado.
Ella soltó una carcajada.
- Pues amiga, eres una completa idiota - me miró levantando una ceja.
- ¿Ah?
- ¡Es un bombón! Dios, si yo lo tuviera en mi casa sin mis padres...
- Si, ya me imagino - reí mientras la interrumpía.

Subimos las escaleras para tomar nuestra ultima clase de historia, en la primera fila se encontraba la chica más sobrevalorada de la escuela y sin mencionar que era la chica que me bajo a el novio; Jasmine.
- ¿Te atreves a venir a la escuela aún así? - dijo la tipa.
Enseguida, la ignore.
- Sin mencionar que te encanta revolcarte con tu niñero - rieron algunos idiotas del salón.
Me quede sorprendida por como rayos sabia que tenía niñero, luego me gire para lazarle un arañazo a su operada nariz. Ella me devolvió el golpe pero falló, ambas caímos al suelo jalando nuestros cabellos, ella me rasguño la mejilla dejándome la marca de sus asquerosas garras.
- ¡Dale más! - gritaban mis compañeros.
Reí en mi interior cuando le alcance a quitar una extensión de cabello. Sentí que alguien nos levantaba del piso. Mierda, el director y el subdirector.
- ¡Isabell Grimes! ¡Jasmine Roberts! A mi oficina ¡ahora! - nos gritó el director.
Caminamos hasta la dicha oficina, dios, seguro llamaría a nuestros padres y como los míos no están tendrá que venir Martin y cuando se entere de lo que hice me castigara el triple de lo que a hecho, me quería sin auto, teléfono, televisión y sin salidas.
- Jasmine, tus padres están con el subdirector, ve allí - señaló la secretaria la puerta donde debía entrar, Jasmine me fulmino con la mirada y entro a la dicha puerta. Sonreí al ver el mechón de cabello que le había arrancado.
- y tu espera aquí.
Me indico mientras colocaba el teléfono en su oreja.
Era obvio que llamaba a mi casa y también era obvio que Martin contestaría, estoy muerta.

•Narra Martin•
- Esta bien, yo contesto - le dije a rosa, con una amable sonrisa.
Descolgué el teléfono.
- ¿Sr Grimes? - se escuchó del otro lado de la línea.
- Am, no. El señor Grimes salió de viaje pero yo estoy a cargo,Martin Garritsen, ¿necesita algo?
- Si, necesito que venga inmediatamente a el colegio de Isabell.
Sentí una corriente caliente que me recorría de pies a cabeza.
- ¿E.. ella esta bien? - tartamudeé.
- Si, es solo que ocurrió un percance y el director quiere hablar con usted.
Suspiré.
- Esta bien, estoy en 10 minutos.
- Muchas gracias Sr Garritsen.
Y colgamos, rápidamente tome mi chaqueta que descansaba sobre el perchero y las llaves de mi auto.

•Narra Isabell•

No tardaron más de 20 minutos y vi la silueta de Martin acercándose desde la puerta, tragué saliva.
Clavó sus ojos verdes en mi y movió la cabeza mientras entraba a la oficina del director.
- ¡Pero yo no hice nada! - le grité.
La secretaria me miró como si estuviera loca.
- Ahora ya puedes irte a tu salón señorita Grimes - menciono fastidiada. Asentí mientras me paraba para ir rumbo al «salón». Cuando nadie se dio cuenta, regrese la oficina y me acosté para escuchar lo que decían debajo de la puerta.
- Ella es una buena chica - escuche vagamente que diga Martin, casi no se oía.
- Es una condición - fue lo ultimo que se escuchó. Estaba a punto de pararme cuando choque con alguien fije mi vista a la persona y me di cuenta de que era la secretaria.
Ésta grito.
- ¿Que sigues haciendo aquí? - me grito mas fuerte.
Arrugue los ojos mientras hacia como que buscaba algo.
De repente la puerta de la oficina se abrió y salieron Martin y el director.
Martin mordió sus labios para no soltar una carcajada.
- Eh... Yo estaba... Buscando - toque mi oreja- ¡Mi arete!
La secretaria me miró incrédula.
- Ni Siquiera traes artes - dijo la señora.
El director rió y llamó a la secretaria para que pasara a hablar con él.
- Ya, levántate - me tomó el brazo -. Vamos.
Me sacudí el polvo de la chaqueta.
- Pero las clases aun no terminan - dije.
- El director me dijo que te podías ir.
Por una parte eso era excelente, pero por la otra no.
Caminamos hasta llegar a la salida que nos conducía a las canchas de fútbol. Desde lo lejos pudo notar la cabeza rubia de alguien. Mi mejor amigo, Julian.
Sin importar que Martin estuviese allí corrí hacia donde estaba Julian y lo abracé la más fuerte que pude.

•Narra Martin•

Isabell salió corriendo para abrazar a un tipo, ¿quién rayos era él? Claro que no haría una escena de celos o algo así porque... A mí no me gusta Isabell. Vi las dos siluetas de los chicos abrasándose mientras me dirigía al auto.

•Narra Isabell•

- ¿Entonces el es tu niñero? - rió mientras pronunciaba las palabras «niñero».
Asentí rodando los ojos.

El niñero •Martin Garrix• Donde viven las historias. Descúbrelo ahora