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El primer día de clases fue relativamente bueno para Ishi, a la hora de salida Todoroki la acompañó solo para que tomara el tren y que su abuela la estuviera esperando fuera de este.
Pero un nuevo día se hacía presente, una vez terminó de desayunar se despidió de su abuela y su perro, ella sola se encaminó hacia la estación de trenes guiada por las baldosas con textura en el suelo.
Ishi iba centrada en sus pensamientos sobre qué comería el día de hoy en la cafetería y con quien, era más que obvio que ella no veía pero eso no lo sabía, la persona que estaba cerca de ella creyendo que no lo había notado o simplemente lo ignoro debido a que este estaba con la mano levantada para que su compañera se de cuenta de él.
— ¡Ishi! –fue el grito de un chico– ¡Por aquí!
Ishi se descolocó un poco por ese grito muy fuerte.
— ¡Kirishima! –la chica se acercó a su voz– ¿Vives por aquí?
— Tal vez seamos vecinos y recién nos enteramos...Oh ¡Vamos!
Kirishima tocó el hombro de la chica ante el llamado del siguiente tren, Ishi solo se dejó llevar ante el leve empujón que el más alto hizo sobre ella, sin duda sentía más gente a comparación del día de ayer y sobre todo no habían asientos así que ambos se quedaron parados.
Kirishima bajó la mirada hacia su pecho porque sintió un leve empujón o más bien como algo se apoyaba sobre este para luego alejarse, cuando bajó la cabeza vio como Ishi intentaba mantener el equilibrio por el movimiento del tres, al parecer no tenía de donde agarrarse debido a la multitud.
— Ishi te puedes apoyar en mi para que no te caigas
— Oh... gracias aunque ya lo iba a hacer de todos modos
— No te preocupes, es lo que los hombres hacen
El resto del camino fue en un silencio cómodo, de vez en cuando Kirishima sentía como la chica se recostaba más en él debido a los empujones hasta en una ocasión paró el brazo de alguien cuando estaba apunto de estampara su codo en la cara de la chica, lo mas raro para él fue que ella no se asustara por eso o ni siquiera le tome atención.
Por otro lado, a Ishi no le interesaba nada solo se preguntaba si los abdominales que sentía por parte del chico eran reales ¿Cuánto ejercicio hará al día? ¿se habrá puesto esteroides? ¿Cuál sería su dieta? ¿Ella también se podría poner igual de fuerte que él?
Los pensamientos de ambos fueron interrumpidos por la llamada a su última parada, ambos caminaron a paso tranquilo disfrutando la leve brisa del día. Kirishima seguía teniendo la leve espinita de curiosidad del por que Ishi parecía tener la mirada ida o pérdida.
— Uhm... Ishi te puedo preguntar algo –dijo en un leve tono de vergüenza
