Illusion [BrightWin]

Capitulo 4

Todos somos conscientes de que si Bright no hubiera matado a Luke, él hubiera matado a más de uno, sin embargo, la naturaleza humana tiende a autoprotegerse mediante el aislamiento, por lo que a pesar de que había sido Bright quien nos había salvado, todos se alejaron y lo miraron como si él fuera a convertirse en un monstruo como lo hizo Luke, en cualquier momento.
Incluso Nevvy, quien conoce la verdadera naturaleza de su novio desde mucho antes, se quedó shockeada y no fue capaz de acercarse a él incluso cuando vió las heridas sangrantes que tenia por todo el pecho, brazos y cara.
Él aún no estaba en completo control, sus ojos seguían inyectados en sangre y tenía la mandíbula apretada. Me acerqué y mojé la mano antes de llevarla a su cara para intentar limpiar la sangre que salía a borbotones de la herida de la cara, ahora, su mirada estaba anclada a la mía, y yo no sabía si el ceño fruncido significaba que estaba a punto de gritarme lo idiota que era o si solo estaba preocupado
Por que no estas curándote?-Le pregunté preocupado, las heridas de sus brazos ya prácticamente desaparecieron en solo unos segundos, pero la herida de la cara que cruzaba el ojo izquierdo y los tres tajos de su pecho seguían abiertos-Vamos, salgamos del agua-Murmuré pero él no se movió, me taladró unos segundos mas con su mirada sangrienta y luego resopló, tomando mi brazo todavía sangrante y llevándose a la boca para curarme
Y estoy seguro de que aquello no fue bien visto por ninguno de los presentes.
Afortunadamente, nadie, a excepción de Luke, murió, las dos chicas estaban excesivamente débiles, pero sobrevivirán.
Se suponía que quedaban 3 días más de campamento, pero dadas las circunstancias, los encargados habían solicitado un bus que viniera a buscarnos a más tardar mañana por la mañana, dado que estábamos en un lugar bastante alejado, así que caminamos hasta el hostal más cercano y alquilamos habitaciones esa noche.
Nadie quería estar siquiera cerca de los vampiros y mucho menos dormir en tiendas de campaña cerca de ellos.
Me dolía la cabeza, probablemente por que la noche anterior y hoy había perdido bastante sangre, por lo que no presté demasiada atención a la discusión que se armó en torno a las únicas tres habitaciones disponibles y como todos se negaban a compartir con los vampiros.
-Necesito una ducha-Fue mi saludo al entrar a la habitación más pequeña, en la cual Bright ya se había instalado
Él me miró acomodar mis cosas a un costado de la cama y sacar una toalla, resopló frustrado y puso una almohada sobre su rostro, a sabiendas que no tenía caso discutir conmigo. Las chicas ya se habían adueñado de una habitación y en la otra estaban prácticamente todos los vampiros, así que tampoco es que hubiera mucho donde elegir.
Después de tomarme una larga ducha, salí de nuevo a la habitación y encontré a Bright todavía tirado en la cama, pero con una expresión de dolor en el rostro mientras tocaba la herida de su pecho.
Me puse rapidamente la ropa interior y una camisilla de pijama para luego acercarme a él con una compresa mojada y pasarla por las heridas.
-Duele?-Él asintió-Por que no te curas?-Pregunté de nuevo
-Las heridas provocadas por otros vampiros es más profunda, tarda más en sanar
-No puedes sanarte de la misma manera que hiciste con mi brazo?
-Claramente no puedo hacer lo que hice con tu brazo cuando mi herida esta en mi cara y pecho-Respondió sarcástico
Idiota.
-Me refiero a tu saliva, no es tu saliva la que puede cerrar heridas?
-No funciona así, necesita la presión y succión de...-Lo interrumpí chocando los labios contra los suyos y aprovechando que se quedó con la boca abierta para meter mi lengua y enredarla con la suya
Él me respondió después de unos segundos, el beso se tornó húmedo y cuando me separé pude ver cierta confusión en sus ojos por lo que por toda respuesta, acerqué los labios a la cortada de la cara e imité lo que él había hecho conmigo cuando me había curado las heridas.
Sonreí satisfecho de ver que mi invento de último minuto había funcionado, y él se llevó la mano a la cara, sorprendiéndose de que la herida se haya cerrado.
Me miró fijamente y yo desvié la vista solo unos segundos hacia las heridas de su pecho, evaluandolo antes de devolverle la mirada en un intento de pedir permiso, él ni siquiera pestañeó, y yo tomé eso como un si, uniendo nuestros labios de nueva cuenta y repitiendo el mismo procedimiento con cada una de las heridas.
Él no se movió y tenía la mirada fija en el techo, dejándose hacer, hasta que me detuve y él no tuvo que mirar para saber por qué.
Me quedaba ya solo una herida, sin embargo ésta era una cortada desde la clavícula hasta la cadera, y curar estas heridas implicaban básicamente que lamiera y succionara su piel.
Empecé a sentirme incomodo, y probablemente él pensó que simplemente me detendría, por lo que cuando uní de nuevo nuestros labios, él se sorprendió y cuando bajé la cabeza y pasé la lengua por su cadera, todo su cuerpo se tensó y cerró los ojos, un par de veces incluso había levantado las caderas involuntariamente, y podía ver como se mordía los labios y estrujaba las sábanas.
Quería gritarle que era un pervertido, y quería golpearlo con una almohada por ello, pero yo mismo había estado en su posición la noche anterior cuando me había cerrado la cortada del cuello, y sabía que la sensación era malditamente excitante.
Pensé que esa era su zona sensible, pero me equivoqué.
Gradualmente lo noté más inquieto a medida que subía por la herida, pero en cuanto llegué a la clavícula, él verdaderamente empezó a temblar y sus manos se aferraron, una a mi espalda y otra a mi cabeza, apretandome contra su piel e incluso un sonido demasiado parecido a un gemido escuché escapar de su garganta.
Y no estoy muy seguro del por qué, pero incluso cuando terminé de curarlo, mis labios permanecieron pegados a su piel e incluso se deslizaron, por gusto, un poco más cerca del cuello.
Por mi propio bien, no voy a siquiera tratar de pensar en que hubiera pasado si en ese momento no hubieran empezado a tocar la puerta de manera desesperada.