Capítulo 3: "No puedo"

21.2K 2.8K 1.4K
                                    

Los amigos hacen cualquier cosa por ellos ¿No lo recuerdas? – Anónimo.

Parte 1/2

"Y mírame, que por tus ojos pierdo la razón"

La luz del sol se filtraba entre las cortina revelando a dos niños abrazados uno con el otro. Ya había pasado un mes, y en todo el mes el pequeño Harry le cantaba a su mejor amigo Louis para que pudiera dormir. Siempre era la misma canción. Que aunque Louis tratara lo más posible de reconocerla simplemente no podía. La pequeña voz de Harry se desvanecía poco a poco hasta que él quedaba dormido.

El niño de ojos verdes abrió los ojos lentamente acostumbrándose a la luz. Miro hacia abajo y allí estaba Louis, profundamente dormido.

Se levantó sin hacer ningún ruido, agarro su oso y salió de la habitación, no sin antes darle un beso en la frente al castaño.

–¡Johanna, entiéndelo! –grito furiosa la señora Cox. Harry que venía bajando las escaleras se detuvo a escuchar todo–. ¡No quiero que mi hijo pase más tiempo con el tuyo! ¡No lo quiero!

–Pero, Anne –la voz de la madre de Louis se escuchaba rota, pequeña, con miedo–, Harry es el único que hace dormir a mi bebé. Todo este mes ha dormido tranquilo gracias a tu hijo. No nos hagas esto por favor.

–Me llevare a Harry de aquí. No hay vuelta atrás.

El niño de ojos verdes término de bajar los escalones encontrándose con ambas señoras una frente a otra. Anne al percatarse de su hijo fue directo hacia él.

–¿Qué escuchaste? –pregunto preocupada. Ella sabía cuánto quería a su mejor amigo, y lo que menos quería era hacer sufrir a su hijo.

–Yo acabo de llega mami –dijo inocente. Miro hacia donde se encontraba Jay y esta estaba reteniendo las lágrimas. Se acercó hasta a ella y la miro detenidamente.

–Hola, mi amor ¿Cómo dormiste? –Pregunto con una sonrisa.

–¿Poque llora? –Respondió con otra pregunta–. ¿Es po Louis? –Jay trato de sonreír pero las lágrimas fueron más fuerte que ella–. No llores. Lou está bien. Yo de cantade siempe, y él domida todas las noches.

–Suficiente –dijo exasperada una voz detrás de ellos–. Mejor vámonos, Harry.

Agarro a su hijo por el brazo dejando a su "amiga" con la palabra en la boca.

El castaño despertó sin el cálido calor de su amigo a lado de él. Abrió los ojos preocupados. Busco por toda la habitación pero Harry no estaba en ella. Se cambió de ropa rápidamente y bajo las escaleras a todo lo que pudo.

–¡Mami! –la llamo.

–Aquí en la cocina, cariño.

Camino hasta donde se encontraba su madre, encontrándose con una imagen nada agradable de ver.

Jay estaba llorando con un pañuelo en la mano sacudiéndose los mocos.

–¿Qué tienes, mami? –pregunto preocupado Louis acercándose a ella.

–Oh, no es nada, mi amor –se secó las manos y lo sentó en una silla–. Solo estoy cortando cebolla.

Louis dirigió su vista a la tabla y el cuchillo. Y sí. Ahí estaba el causante.

–¿Y Harry? –pregunto rápidamente.

–Él se ha tenido que ir. Su madre lo vino a buscar.

Louis asintió. Y se bajó de la silla avisándole a su madre que llamaría a su amigo. Agarro el teléfono de su casa y marco el número que se encontraba anotado en la agenda. Al tercer pitido una voz de mujer le contesto.

¿Alo?

–Por favor con Harry.

¿Louis, eres tú? –Pregunto con un desprecio en la voz Anne que pasó desapercibido por el niño.

–Sí, señora, soy yo. ¿Podría pasarme a Harry? Por favor.

Al fondo pudo escuchar un "Mami ¿quen es?"

¿Lou?

–Hola, Harry –contesto alegre–. ¿Por qué te fuiste? Cuando me levante no estabas en la cama –dijo casi que en un tono de reproche.

Lo sento Lou –se disculpó–. Es que mi mami me fue a buca y yo tenía que venime.

–¿Vendrás esta tarde a jugar?

No.

–¿Por qué no?

Poque no quedo. No me llames más, Lou –y colgó.

El castaño miro el teléfono confundido. Harry le había colgado. Y ya no había vuelta atrás. Se enojó con su amigo por no darle una explicación más correcta, así que tapo su cara mientras sus lágrimas fluían por toda su rostro.


Cántame {Larry Stylinson}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora