2T-Capítulo 1: "¿Dónde estuvieron todo este tiempo?"

19.3K 2.4K 1.9K
                                    


La pareja soltaron sus manos y abrazaron a sus madres. Las lágrimas no pudieron ser controladas, todos estaban llorando.

Hijo... susurro Anne mirando a Harry–. Haz vuelto –sus sollozos eran callados en un intento fallido.

Aquí estoy, mamá susurro–. Ya he vuelto.

Te extrañe tanto.

Lo volvió a abrazar fuertemente mientras lloraba. El rizado sentía como su pecho se iba mojando poco a poco gracias a las lágrimas de su madre.

Louis, amor –Jay lo miro–. No puedo creerlo eres tú –hablo como pudo. Las lágrimas no la dejaban.

Shh, no llores madre –hablo tiernamente el castaño–. Aquí estoy.

Los cuatros ahora estaban sentados en la sala del hogar de Anne. Las madres en un sillón, y los chicos en uno del frente.

–¿Cómo? –fue lo primero que pudo pronunciar Jay. Sus lágrimas aún estaban presentes–. ¿Por qué?

–Mamá –hablo su hijo–. Perdóname por irme y desaparecer por tanto tiempo, pero es que... –un nudo creció en su garganta y no pudo terminar de hablar.

Harry lo agarro entre sus brazos y beso su cabello mientras acariciaba su espalda para que se tranquilizara.

–Ya, amor, tranquilo, shh, no llores, bebé –el rizado susurraba cosas de amor al oído de su novio bajo la atenta mirada de ambas señoras–. Si quieres yo hablo.

–Está bien, gracias.

Se separó de Harry y limpio sus lágrimas con el dorso de la mano.

–Esa noche que me dijiste que Anne no dejaba a Harry que se acercara a mí, se sentí mal –empezó con su explicación–. Hazz era el único que lograba que yo durmiera, él solo me cantaba una hermosa canción y yo caída rendido. Esa noche no soporte la idea de no tenerlo nunca más alado de mí. Así que esa noche agarre un bolso y un poco de ropa junto con algo de dinero que estaba en la sala y me escape por la ventana de mi cuarto.

>Entre al cuarto de Harry de la misma manera; por la ventana. Y allí estaba él, durmiendo tranquilamente, lo desperté y le propuse que nos fuéramos, era tan solo unos niños, no sabíamos lo que hacíamos, así que solo nos fuimos. Y luego intentamos volver pero no pudimos, estábamos perdidos.

Anne y Johanna escuchaban todo atentamente, la señora Cox sentía que en cualquier momento sus lágrimas iban a salir de nuevo.

–¡Por tu culpa! –Grito Jay asustando a todos–. ¡Por tu culpa mi hijo se fue! –se levantó furiosa del sofá y se dirigió hasta donde estaba Harry.

Este quedo sorprendido por la reacción de la mujer. Sintió un ardor en su mejilla y ahí fue donde supo que pasaba; Jay lo había abofeteado.

–¡Eres un mal nacido! ¡Por tu culpa Louis se fue de mi lado! –Harry estaba esperando el otro golpe.

Él sabía que una parte había sido culpa de él. Quería defenderse, claro que quería, pero ella era mujer y él no les pegaba a las mujeres. A parte de que era su suegra. Vio como Jay levantaba la mano para pegarle pero el golpe nunca llego.

Abrió sus ojos y vio a su mamá sorprendida, tapándose la boca, y a Louis sosteniendo a su madre.

–Ni se te ocurra –siseo Louis a Jay mientras le daba un leve empujón–. ¡No vuelvas a tocar a Harry! –grito enojado.

Si había una cosa que Louis no soportaba, era que le pegaran a su novio.

–¿Defenderás a este imbécil? –dijo Johanna sorprendida.

–Harry es mi novio y lo defenderé de quien yo quiera –hablo seguro de sí mismo.

Ambas señoras quedaron en shock. Jay comenzó a gritar mil y una cosas mientras Anne solo miraba atónita la escena.

–¿Es cierto eso, hijo? –le pregunto a Harry.

–Sí, mamá, Louis es mi novio –contesto el rizado mirando el piso–. Sé que tú tampoco lo aceptaras, me recuerdo como me pegabas cuando tenía 4 años solo por estar con Louis.

A Anne se le rompió el corazón. Se sintió culpable de a ver tratado tan mal a su hijo. Se cambió de sofá y acurruco al rizado entre sus brazos.

–No sabes cuánto me arrepiento. Eres mi hijo, si Louis te hace feliz yo te apoyare.

–Gracias.

–Ahora si lo apoyas –Jay la miro furiosa–. ¡Ja! Después que no querías que estuviera con mi Louis. ¡Louis, te prohíbo que estés con el!

–Mamá, cálmate –Louis hablo firme–. No dejare que insultes a Harry y tampoco a Anne. Si no quieres aceptar mi relación con Harry, no me importa. Igual estamos aquí solo por unos días.

La señora lo miro horrorizada. Anne solo suspiro mientras aún tenía en un abrazo a su hijo.

Y es que eran muchas emociones en un solo día. Luego de 14 años sus hijos volvían así como si nada.

Jay arrugo el entrecejo mientras miraba a Louis, este tenía sus puños cerrados a sus lados. Era su madre, sí. Pero él no iba a permitir que dañaran a Harry. Ignoro a Jay y se volteo para ver a su novio llorando en brazos de su madre.

–Bebé, ven –hablo tiernamente.

El rizado se levantó rápidamente abrazando a su novio. Louis sintió como su hombro era mojado por las lágrimas del ojiverde. El mayor era el más bajito y amaba ser así, podía escuchar los latidos del corazón de Harry cuando lo abrazaba.

–Estaremos juntos siempre, eres mi bebé y eso no cambiara –susurro en su oído.

Harry asintió mientras limpiaba sus lágrimas. Le dio un beso en los labios mientras susurraba:

–Te amo, Lou.

–Yo más, amor.

Louis agarro sus maletas de nuevo y se las coloco por el hombro.

–¡No! –grito Anne al ver lo que iban a hacer–. Pueden quedarse a dormir aquí. En la habitación de Harry.

Louis agradeció a su suegra mientras entrelazabas sus dedos con los de su novio y empezaba a caminar escaleras arriba. Paso por alado de su madre que miraba todo horrorizada.

–Tú no me prohíbes nada –dijo firmemente mientras desaparecía escaleras arriba.

Llegaron y entraron a la habitación. Seguía igual que antes, estaba limpia y fresca, se veía que Anne siempre la limpiaba. Louis dejo lo bolsos en el piso mientras se dirigía a la cama.

Se acostó en ella y le hizo señas a Harry que se acostara con él. Este acepto gustoso acostándose con su novio. Coloco su cabeza en el pecho del castaño mientras este lo abrazaba por la cintura.

–¿Me dejaras, Lou? –pregunto en un susurro.

–Jamás en la vida. Te amo y eso no cambiara.

Harry sonrió enormemente mientras lo besaba, vio que su novio hizo una mueca entre el beso y se separó asustado.

–¿Qué pasa, Lou? –su voz sonó temblorosa.

–Un dolor de cabeza, en el avión no logre dormir. No te preocupes –dijo tratando de tranquilizarlo.

Harry comenzó a cantar, la misma canción de siempre. Esa que era de los dos. La que simbolizaban que se necesitaban el uno para el otro.

–Duerme, Lou, yo te canto hasta que te duermas. –volvió a pronunciar Harry como la primera vez. A diferencia que ya hablaba correctamente.

Cántame {Larry Stylinson}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora