Hospital (Luhan)

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Conducía a toda prisa, por detrás de la ambulancia para poder llegar al hospital cuanto antes. No sabía qué era lo que había pasado exactamente, porque había acabado todo de aquella manera. En el hospital. Pero no me gustaba aquello. Sehun lo estaba pasando muy mal y no sabía si era mejor el saber que había una mínima oportunidad de que se pusiesen bien o perder todas las esperanzas.

Yo mejor que nadie sabía lo que mal que uno lo podía pasar sin saber que era de alguno de sus familiares. Durante años me había pasado sin saber nada de mi hermana, algo con lo que había sufrido mucho, más de lo que fuese a admitir. Llevaba mucho tiempo sin saber nada sobre mis padres, los cuales seguían en China. No se me permitía hablar con ellos.

Ni siquiera sabía si estaban vivos, muertos o pasando un mal rato. Me habían asegurado que si les pasaba algo grave me lo harían saber y que pondrían los medios posibles para que viviesen más o menos cómodamente. Pero no se a quien pretendían engañar exactamente. Yo formaba parte de aquella organización y sabía perfectamente cómo se llevaban los casos y los ideales.

A veces maldecía el haber aceptado meterme en ella, había cosas que... ni quería mencionarlas porque las repudiaba y en cambio las había llevado a cabo. En cambio luego miraba en general como vivía y no podía poner ninguna pega. Mis compañeros y yo nos habíamos vuelto más que amigos. No vivíamos juntos pero nos podíamos comparar a una familia. Una familia de miembros exquisitos que por lo general solo nos veíamos entre todos en el trabajo. Un trabajo que dudaba que a alguno le gustase.

Cuando llegamos al hospital me toco prácticamente llevar tanto a Tiarn como a Sehun, que aunque ahora fuese algo más consciente de donde estaba, lo que hacía y que no podía desfallecerse allí, no parecía estar específicamente bien. En seguida un celador nos atendió. Al ver el estado de shock en el que se encontraba el muchacho, lo sentaron en seguida en una silla de ruedas, para poder llevarlo mejor hasta el lugar en el que tenían que esperar a que les dijesen algo.

La verdad es que no me quede muy convencido, Sehun no parecía estar bien. Puede que le hubiese dado bajón de algo. No era medico, pero el color que había llenado su cara no debía de ser bueno, no debía de ser sano al menos. Aquello hacia que me pusiese cada vez más nervioso y Tiarn lo notaba pues además de estar inquieta comenzaba a llorar fácilmente y no era especialmente fácil el tranquilizarla.

-Luhan -escuche como Sehun me llamaba y casi corrí hasta él para atenderlo. Me encontraba de pies, andando de un lado a otro para que mi sobrina se tranquilizase, y además nervioso, esperando a que me dijesen algo. Aunque sin ser familiar dudaba que lo fuesen a hacer.

Sehun parecía estar más consciente, sus ojos rojos habían dejado de soltar lágrima tras lágrima. Su respiración aun era agitada y cada pocos segundos hipaba. No sé si eran imaginaciones mías o no, pero cada vez lo veía más demacrado. No me gustaba verlo así, quería que se pusiese bien cuanto antes y para ello necesitaba...

-¿Es...están bien? -pregunto con un pequeño hilo de voz. Suspire nervioso antes de contestarle con lo poco que sabia del asunto.

-Los médicos aun no han dicho nada -pose mi mano sobre su antebrazo, intentando parecer confortador-. Los han metido en un quirófano de urgencias y solo queda esperar que... -apartó el brazo de mi mano de manera brusca-. Sehun, los médicos...

-¡ME DAN IGUAL LOS MÉDICOS! -exclamo alto y claro-. ¡QUIERO SABER COMO ESTAN MIS PADRES! -siguió gritando mientras intentaba ponerse de pies. No lo consiguió, las piernas le fallaron momentáneamente.

Rápidamente deje a Tiarn en su pequeña silla, para ir a ayudarle. Pero en seguida volvió a apartarme de él.

-¡Puedo yo solo! -me espeto con tal tono de voz que avecinaban nuevamente las lagrimas. Me sentí impotente, sin saber que era lo que debía de hacer. Sabía que aquella experiencia era nueva para él, una mala experiencia que jamás debería repetirse. Pero ciertamente dolía que me apartase de él cuando intentaba ayudarlo.

Aunque no quisiese que le ayudase, me quede a su lado en todo momento. Nos habíamos quedado en silencio, pues cualquier cosa que dijese tenía como respuesta gritos, gritos y más gritos. Tiarn se ponía a llorar otra vez. Llamábamos la atención de la gente. La molestábamos. Y venia una auxiliar o un celador a pedirnos silencio que nos calmásemos.

Después de varios episodios como aquel, tuvieron que sedarlo. Me dio pena que lo hiciesen, incluso rabia. No era culpa suya que sus padres se encontrasen en aquella situación y que él como un niño no supiese como actuar. Estaba a punto de perder a sus padres. ¿Cómo podías explicárselo?

Era una pesadilla.

Después de una hora esperando a que nos dijesen algo, escuche como alguien preguntaba por el hijo de los Oh. Alce la mirada para recibir al médico que nos fuese a dar las noticias, pero en vez del médico aparecieron sus amigos. Los mismos que había conocido aquel día en su instituto cuando había ido a buscarle.

Corrieron a abrazarlo, y se dejo. Se dejo abrazar por ellos aunque no se dejase abrazar por mí. Reprimí un gemido de mala gana al darme cuenta de aquel gesto. Sabía que era un mal momento y que ellos lo conocían de toda la vida, seguramente. Pero los había preferido a ellos en vez de a mí.

-Seguro que se ponen bien -le aseguro aquel que tenía un aura fraternal con todos sus amigos-. La mayoría de las personas que se intoxican por gas acaban volviendo a la normalidad en cuanto salen del hospital.

-Tus padres siempre han sido muy fuertes -le recordó el chico moreno, que según recordaba se llamaba Jongin-. ¿Te acuerdas cuando tu padre se rompió la pierna una vez? Se le arreglo en medio del tiempo que suele tardar normalmente. ¿No te da eso esperanzas?

Una pequeña sonrisa asomo por sus labios. Me sentí celoso al ver que él podía sacar sonrisas de él en los peores momentos y que a mí ni siquiera quisiera verme ni tocarme. Alce mi mirada a los dos chicos que si que conocía. Baekhyun y Chanyeol. Los dos me miraron fijamente e intentaron sonreír. No sé si comprendían mi situación y frustración, pero de lo agradecido que estaba de su intento se la devolví. Me entro la curiosidad de saber si al final había pasado algo entre ellos, pero no era la ocasión para preguntar y tampoco tenía ganas de interpretar sus gestos. Solo quería estar en silencio, callado.

-¿Oh Sehun? -pregunto un doctor que llevaba la bata azul del quirófano aun puesta. En seguida todos giramos la cabeza hacia él. Note que intentaba ponerse de pies con dificultad, para hacer ver que él era Oh Sehun. Aparte con cuidado a sus amigos y fui a ayudarle. Esta vez no se aparto de mi, agarro mi mano con más fuerza que nunca.

-Soy yo.

-Lo siento. Hemos hecho todo lo que hemos podido, tanto el equipo del quirófano como los profesionales de urgencias pero... los dos han fallecido.

[Hunhan] LuminescentWhere stories live. Discover now