Hueles a alcohol (Luhan)

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Después de horas, horas y horas escribiendo la redacción de casi 20 hojas con todo el proceso que habían llevado a cabo completamente detallado quedaron libres de responsabilidades. En aquel momento si que podíamos comenzar a alegrarnos por haber terminado la misión al completo. Todos decidimos que debíamos ir a celebrarlo, y aunque sabía que en mi casa Sehun me estaba esperando no pude evitar ir a aquella pequeña tradición que habíamos creado los seis. Prácticamente eran de las pocas veces en las que nos podíamos relajar y ser nosotros mismos fuera del trabajo.

Les dije que no me iba a poder quedar mucho, además de Sehun tenía que cuidar de Tiarn y no iba ser un buen tío si paseaba a mi sobrina de apenas meses por la calle a horas nada apropiadas, pues hacía ya tiempo que era de noche.

Después de tres rondas de chupitos de soju el ambiente se volvió más caldeado y familiar. Lay había comenzado a bailar de una manera tradicional coreana mientras Minseok y Jongdae aplaudían y reían del espectáculo que estaba dando el pobre chico chino. Kris también reía pero lo hacía con Tao, en una esquina mientras bromeaban entre ellos, sin prestar gran atención a lo que Yixing estaba haciendo. Y yo... yo me reía y me lo estaba pasando bien, pero intentaba no pasármelo bien del todo para que luego no me sintiese mal al tener que irme.

Cuando les anuncie a todos que me tenía que ir Lay se apresuro en agarrarme del brazo, tirando de él para que me quedase con ellos. Era un día especial. No tan especial para Sehun, eso seguro. Tuve que disculparme varias veces para que por fin me dejasen ir con más o menos tranquilidad.

No debí de haber cogido el coche después del alcohol que había bebido, no era mucho la verdad, pero si en aquel momento me parase la policía seguro que pasaría la noche en el calabozo. Aun así lo hice y conduje con tranquilidad hasta mi casa, asegurándome de no tener ningún accidente.

Las luces de la casa entera estaban apagadas y el silencio reinaba en el lugar. Puede que Sehun se hubiese ido ya a dormir, o que simplemente su amigo se lo hubiese llevado a su casa en vez de allí. Camine con cuidado por el pasillo por si la primera opción era la adecuada.

-¿Luhan? -un pequeño hilo de voz proveniente de la sala llamo mi atención. De la poca luz que se filtraba a través de las ventanas pude ver como Sehun estaba tirado sobre el sofá, con los ojos completamente abiertos, expectante.

-¿Qué haces en el sofá? Deberías de estar en la cama -fue lo primero que se me ocurrió. Deje el carrito de Tiarn en la entrada de la sala, un poco apartada de la puerta y cerca de uno de los radiadores, asegurándome de que estaba templado.

Me acerque con los brazos abiertos a Sehun, abrazándolo por la cintura cuando llegue hasta donde él se encontraba.

-Junmyeon-Hyung se encontraba cansado, he dejado que utilice mi cama -explico apoyando su cabeza sobre mi hombro suavemente.

-Sabes perfectamente que te podías haber metido en mi cama -repuse mientras dejaba pasear mi mano por su espalda, esperando que aquello le calmase un poco.

-Quería esperar a que tu llegases -cerro los ojos lentamente, bostezando-. Hueles a alcohol -puntualizo. Vaya sentido del olfato que tenía el chico.

-Mis compañeros de trabajo me han obligado a ir a tomar algo para celebrar que hemos terminado un informe muy importante -le explique-. Claro que yo no creo que tenga nada que celebrar en realidad.

Nos quedamos un largos minutos en absoluto silencio. Al menos ahora no lloraba, seguro que se había cansado de hacerlo. Jamás había visto a alguien reaccionar tan mal ante la muerte de alguien. Supongo que la relación que Sehun mantenía con sus dos padres debía de ser realmente especial. Por mi parte a mi no me caían nada bien desde que había descubierto que le pegaban y que el ambiente de su casa no era propicio para su desarrollo. Si hubiese podido, lo habría sacado de allí cuanto antes, me lo habría llevado a un lugar en el que nadie le pudiese poner la mano encima.

Pero en aquellos momentos me parecía una autentica estupidez pues aun no conocía del todo a Sehun y aunque luego me hubiese llevado una muy buena impresión con él y haber comprobado que de verdad merecía la pena sacrificar cosas por él, antes de todo eso para mí no era más que un pobre chico al que le estaba haciendo chantaje para que cuidase de mi sobrina mientras yo tenía que trabajar.

Jamás imagine que un pobre chico al que había conocido en un bar a altas horas de la noche, al que prácticamente había obligado a acostarse conmigo fuese a ser el hijo de unos de los más importantes cargos relacionados con la mafia coreana en cuanto a droga se refería. Jamás pude imaginar que él iba a ser justamente el trabajo que se me iba a encomendar días después. Supongo que no hay mal que por bien no venga.

-Co... ¿Cómo superaste tú la muerte de tu hermana? -pregunto entonces mi pequeño Sehun con un hilo de voz que anticipaba aun más lagrimas secas. Cogí aire lentamente. ¿Cómo debía de contestar a aquella pregunta? Ni yo mismo sabía muy bien como había superado su muerte.

Supongo que mi caso era completamente diferente. Yo llevaba mucho tiempo sin verla, sin saber nada de ella. Si estaba viva o muerta o enferma. Una vez me dieron la noticia de que había muerto al parir a Tiarn se me había encogido por completo el corazón. Lo había pasado fatal. Ella era mi hermana, la niña con la que había compartido toda mi infancia. La hermana mayor que cualquier niño hubiese querido. Pero al menos al saber que estaba muerta, lo cual era información de verdad, pues me había tocado ir al tanatorio a confirmar del todo que era ella, sentí una especie de alivio por saber lo que realmente le había pasado y que aunque ella hubiese muerto me había dejado el hermoso recuerdo que era su hija. Tiarn, hija de Tiarn.

-No es algo que se supere Sehun. Simplemente se vive con ello. Se sigue adelante.

Mi voz tampoco es que fuese precisamente una fiesta. Me había puesto yo también sensible al recordar mis mejores momentos con mi hermana y al ver como Sehun, una de las personas que más me importaban en este mundo se estaba desmoronando poco a poco.

Le abrace más fuerte, presionándolo contra mi cuerpo mientras los dos llorábamos en silencio. Fue una sensación extraña. Por un momento sentí que aunque hasta ahora habíamos compartido momentos muy felices juntos, aquel era el primero que compartíamos los dos en aquel estado. A primera vez podía parecer una sensación horrorosa, de esas que no quieres volver a repetir, pero a mí me pareció intima. A partir de ahora me tocaba ser más fuerte delante de Sehun, para ayudarle a superar esas dos muertes tan repentinas. Este tipo de experiencias no se iban a volver a repetir. No al menos en mucho tiempo.

[Hunhan] LuminescentDonde viven las historias. Descúbrelo ahora