12: Dolorosa despedida.

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—¡¿Tú?!—Exclama mi mejor amigo sorprendido.—¿Que mierda haces aquí?

Y obviamente Gabriel conocía al Jefe Mayor.

—Me recuerdas, ¿No?

—Asiente.—Lógico, socio de mi papá, el Jefe, que desapareció de la faz de la tierra y ahora está preso porque descubrieron su negocio.

—El mismo.—Se acercó más a nosotros.

—¿Qué haces aquí?—Cuestiona Gabo.

—Pues... soy el dueño de este barco.—Se encoge de hombros.

Vi como Carlos frunció el ceño.

—¿Tú estás trabajando para él?—Me miró.

—Yo solo encontré este trabajo, y da la casualidad que el negocio es de él.—Me encogí de hombros esta vez yo.

—Bien, da igual eso, el amor de mi vida está ahí, la asesinaron.—Volvió la mirada a Jeff de manera recriminante.—¿Qué harás al respecto? Porque voy a denunciarte.

—Dije que eso no va a ser así, tú no vas a denunciarme.—Le dijo de manera despreocupada.

—¿Y piensas que me quedaré de brazos cruzados?—Alza una ceja.—Ni hablar. Seguro fuiste tú el que le hizo esto por quererla prostituir.

—No voy a permitir que me digas estas cosas, Carlos, sería incapaz.

—Por Dios.—Ríe sarcásticamente.—Haz violado, secuestrado, y vendido personas, no dudo que hayas asesinado a muchas otras, ¿Y me vas a decir que serías incapaz?

—Si.—Afirma seriamente Jeff.—Sería incapaz.

—¡No me quieras ver la cara de idiota, Jeff! ¡No hay nadie más que la conozca aquí y quiera hacerle eso!

—¡Pues yo tampoco querría!—Se defiende el mayor.

—¡¿Ah, si?! ¡¿Y por qué no?!

—¡Porque era mi hija!—Confiesa.

Y si, Skyler Thompson era hija de Jeff, también era hermana de Jessica.

Cuando investigas una cosas te enteras de muchas otras.

—¡¿Y piensas que te voy a creer?! ¡Que hija tuya va a estar siendo, infeliz!

—Si era mi hija, y hasta aquí llega la conversación.—Contesta tajante.

—Estoy seguro de que fuiste tú, y te voy a hundir, a ti y a tu negocio.—Pasó de él y se acercó nuevamente al cadáver.

—Gabo, ¿Qué vas a...—Intenté intervenir.

—Me interrumpió.—Silencio.—Me dijo y se agachó.- -Nos vamos de aquí, bestia.—Comenzó a intentar acomodarla en sus brazos para cargarla.

—Despierta Niño estúpido, ya murió.

Dijo Jeff y se acercó a él, y antes de que Gabriel pudiese responder, sacó de atrás una inyectadora, la cual contenía una droga que iba a dormirlo, y la insertó en su brazo sin mucho remordimiento haciendo que Gabo soltara un grito, luego pasó el líquido y de inmediato Gabo intentó cargar a la difunta Sky más rápido antes de que hiciera efecto la droga, pero, esto actuaba muy rápido, por lo que empezó a debilitarse.

—Eres un maldito, Jeff.—Dijo con su mandíbula tensa.

—No arruinarás mi negocio, Carlos.

—¡¿Y tú si las pudiste...—Inhaló despacio y vi como relamió sus labios.—...pudiste...—Repite una vez más un poco más lento, pero, no más bajo.—...pudiste matar?!—Terminó arrodillado.

Solo mi mente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora