Llegó el día, me debía de ir ya... Sinceramente no sabía el porque no me hacía sentir del todo bien alejarme de Uriel, osea, solo era mi enfermero, solo me cuidaba.
Por alguna extra razón... No estaba feliz y sentía .. un gran Dolor... Pero trate de ignorarlo.
Ya estaba lista, estaba vestida con ropa distinta, ya no tenía esa horrible bata azul tan espantosa, el Señor Ignacio me trajo ropa muy bonita
-¿Ya estás lista Evelyn?- -Si.... Lo estoy...- -¿Que pasa? No te oyes animada, creí que lo estarías- -Lo estoy, me alegra irme de esta cárcel pero... Quiero despedirme de alguien...- -¿De quién? ¿Del doctor que te atendió?- -Nono, pensaba en despedirme del enfermero... Uriel- -Oh, claro, deja le digo a la recepcionista si lo llama para que venga- -SiSi!! ¡¡Muchas gracias!!-
El señor Ignacio fue lindo al dejarme despedirme de Uriel, habia pasado yo muchos días con él mientras me cuidaba, me agradaba la idea de aunque sea despedirme.
El señor Ignacio volvió de la recepcionista, pero se acercó un momento con el doctor antes que ir conmigo, estuvieron hablando un rato y después volvió a donde yo.
-En un momento vendrá el enfermero Uriel- -Que bien, lo esperaré entonces- -Si, esperemoslo- -Y... De que hablo usted con el doctor?- -Ah? De nada jeje, solo que has avanzado muy rápido en tu tratamiento, que seguramente te recuperarás enseguida- -¿Solo le dijo eso? ¿No hay más?- -Emm...-
En ese momento interrumpió entrando a la sala el enfermo Uriel, quien venía a toda prisa.
-Evelyn! Digo, señorita Ruvalcaba, me avisaron que hoy se retiraría y que quería hablar conmigo, D-Digame!- -Oh... Si, emmm, Señor Ignacio, ¿Podría dejarnos solos un momento? Ya después retomamos nuestra conversación- -Claro, te esperaré en la entrada-
El señor Ignacio se fue dejándome sola con Uriel, quién se veía un poquito... Decaído...
-Asi que... ¿Este es el adiós?- -Emm... Si jeje, emm, gracias por todo enfermero Uriel, a Sido de mucha ayuda en el transcurso de mi recuperación- -Para nada, tu eres muy fuerte y con o sin mi ayuda te hubieras recuperado rapido, espero que te sigas cuidando y seas muy feliz- -Gracias, igual espero lo mismo de ti, Cuídate también... Uriel- -Espero... Volverte a ver nuevamente Evelyn- -Tal vez y sí... Bueno... Ya debo irme- -Si... Ve...-
Di media vuelta y camine unos pasos a la entrada y Uriel se quedó parado mirando el suelo pensativo y algo triste...
Yo, no se que porque sentí el impulso repentino y fui con Uriel lo más rápido que mi dolor de pies me permitió.
-eh? ¿Evelyn? ¿Que pasa?-
De ahí... Me quedé paralizada, callada frente a Uriel... solo viéndolo a la cara. No entendia mi reaccion y el porque fui con él...
-¿Evelyn? ¿Te sucede algo?-
Pero pensé en que ya era el adiós y no me importo la pena ni nada... Así que me puse de puntillas y me acerque a la cara de Uriel.
-¿¿E-E-Evelyn???-
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