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Capítulo 8.

Zonja
Me levanté en la cama, estaba apoyando mis rodillas en esta, acerqué a Till hacia mi y nos empezamos a besar mientras me tomaba de la cadera, Christoph apareció del otro lado y también empecé a besarlo, los tres, nos besabamos tan pasional, se sentía tan bien y tanto mi cuerpo como el clima ya estaba muy caliente.
Till empezó a bajar dando besos por mi cuerpo, dejaba un rastro de sus besos húmedos hasta que llegó a mi zona, bajó las bragas de encaje que tenía y empezó a lamer, no pude evitar no gemir en los labios de Chris.

Me sentía tan bien, posé mi mano en el pecho de Christoph y bajé lentamente, mientras nos besabamos, mi otra mano sólo sujetaba el cabello de Till con fuerza, al darle un masaje con mi mano a Christoph él me tomó del cuello y me bajó hasta su miembro, mi espalda formaba un arco con algo de dificultad, pero eso no importaba en aquel momento, más que él placer de ese instante, ya casi iba a llegar a las nubes y Till se posicionó en mis piernas...

Abrí los ojos asustada, estaba agitada y empapada de sudor, con todo y el aire acondicionado.
Traté de nivelar mi respiración mientras buscaba mi celular, al encontrarlo lo prendí para ver la hora.

Las 2:30 am.
Era algo tarde, aquel sueño me asustó, fue muy raro y... Dios, muy fuerte, Till y Christoph... No, jamás me imaginaria tal cosa... aunque ya lo soñé.
Olvidando eso aún sigo sintiéndome algo mal por lo de Till... ¿se habrá dormido?, si, es muy tarde ya para que él este aún despierto. Que locura.

Aún así revisé su contacto en mensajes y decía que se conectó hace poco...
No, no le llamaría o le mandaría mensajes, haría algo mejor.

Empecé a vestirme lo más rápido que pude, unos, jeans, una blusa cualquiera, unas sandalias negras y ya, agarré una gabardina negra y me la puse, fui al baño para arreglarme, lavarme los dientes y demás, al salir por último agarré mi bolso con mis cosas importantes y salí del departamento y cerré.
Es una idiotez, pero si esto sale mal... Dios, no sé que haré con el trabajo que tenía planeado con ellos, ¿se perdería todo por Till?, puede ser... Lo comprobaré. Espero que mis sentimientos no me fallen ahora, por que lo que siento por él es... demasiado grande.

Tomé un taxi el cual me llevó al hotel, durante el camino mi cabeza daba vueltas con todo lo que podía pasar y paré de pensar en eso ya que me ponía más nerviosa cada vez, así que mejor pensé en el sueño y sentía un gran cosquilleo en mi zona.

Al llegar pagué al taxista y rápidamente me fui donde estaba su habitación, golpee dos veces y aún no contesta o abría, cuando iba a golpear por tercera vez él abrió.

El conecte de nuestras miradas ahí estaba, tenía un trago en la mano y sus ojos me decían que sus recuerdos ya estaban bastante nublados.
No se esperaba que viniera, igual lo pude ver en su cara, así que no esperé más y me acerqué a besarlo como pude, el respondió al beso, tiró el pequeño vaso de cristal para tomarme de la cara y acercarme más a él, a sus gruesos labios. Cerré la puerta como pude y sin dejarnos de besar caminamos hacia la cama, lo empujé levemente para que se sentara en la cama.

-No estoy tomado... Aún empiezo.
-¿Ah no?
-Solo que no he dormido nada y el cansancio me hace lucir de lo peor.
-Ya veo...
-Perdóname tanto, Zonja... estuvo mal como me porté y normalmente no soy así, pero es que...— suspira y luego me ve a los ojos— Creo que siento algo por ti... eres, eres demasiado hermosa y me has... enamorado.

Sonreí y sin decir nada me puse encima de él y empecé a besarlo, nos quitamos la ropa apresuradamente, al estar desnudos no pudimos evitar besarnos en todas partes, jamás pude ver a Till de esta manera y ahora lo estoy viviendo, nos estamos haciendo uno tan lentamente, disfrutando del uno al otro y saboreando nuestros sabores, tardamos un poco pero como siempre, lo mejor es hasta lo último, y al juntar nuestros cuerpos por milésima vez Till entró en mi y jamás olvidaría el gran placer, el momento, los jadeos, como gemía su nombre, como decía lo cuanto que me amaba, de la forma en que me agarraba y apretaba mi cuerpo, era todo un show de éxtasis que duró y que terminó hasta que las fuerzas se extinguieron de nuestros cuerpos.
Terminamos abrazados en la cama de Till, el se quedó dormido a los pocos minutos, yo aún no podía conciliar el sueño, voltee a mi izquierda mientras veía la luz de la luna a traves de la ventana, pensaba solo en lo que había soñado.¿Me están gustando los dos al mismo tiempo? ¿Porque exactamente ellos dos, Till y Christoph? Si los dos son completamente diferentes.

Pálido Infierno. | COMPLETA. |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora