No debería estar haciendo esto.
No debería estar a punto de recibir a Samantha en mi departamento, a las nueve treinta de a noche, con más de una botella de cerveza en mi sistema. Todas estas variables gritan problemas, pero es la mejor oportunidad que tengo. Si ella quiere que escuche lo que sea que me tiene que decir, entonces tendrá que escucharme a mí primero.
Aparte, estaría mintiendo si dijera que no tengo curiosidad del porque Williams insiste en tener esta estúpida reunión ahora, cuando lo más probable es que pueda esperar hasta mañana. Pero, sea lo que sea... probablemente no es nada de lo que me estoy imaginando, porque si Sam es buena en algo, es en pillarme desprevenido.
Escucho dos golpes en la puerta, y me muevo lo más rápido que puedo. Apago la cocina, pera no quemar la salsa que tengo terminando de cocinar sobre uno de los quemadores, le bajo la llama al horno para que el pan de ajo no quede todo chamuscado y antes de correr a abrir la puerta me paso los dedos por la cara para quitar todo rastro de la cerveza.
Puedo hacer esto. Puedo hacer esto. Puedo hacer...
—Llegaste antes —digo al abrir la puerta y encontrarme con Samantha. Ella rueda los ojos y me hace a un lado para poder entrar.
—Estaba en el vecindario —contesta ella encogiéndose de hombros, mientras le echa un rápido vistazo a mi departamento.
No lleva puesto el mismo vestido rojo de esta mañana, en cambio lleva un simple atuendo de deporte. Su cabello se encuentra amarrado en una pequeña coleta detrás de su cabeza y su rostro está casi desprovisto de maquillaje, y por alguna razón esto hace resaltar el azul de sus ojos.
Ahora, ella observa sus alrededores con detenimiento, como si estuviera en busca de una amenaza.
—¿Buscas algo en particular? —pregunto cerrado la puerta.
—Es solo que no me imaginaba tu departamento de esta manera —responde ella, dando la vuelta para quedar mirando hacia mi.
—¿Qué esperabas? —pregunto comenzando a avanzar de vuelta a la cocina, ella me sigue de cerca.
—No lo sé... todas tus víctimas amarradas a las paredes con objetos de tortura, ¿quizás? —responde ella esbozando una angelical sonrisa—. O quizás eso sería demasiado obvio, y las tienes escondidas en el sótano.
—Vivo en un edificio.
—¿El congelador entonces?
Me es imposible aguantar la carcajada.
Una vez que recuerdo la forma en que salió de la oficina esta mañana, con las lágrimas inundando sus ojos azules, la risa muere justo donde comenzó. La pequeña sonrisa de satisfacción en sus labios también flaquea y desvía la mirada.
Me aclaro la garganta, y paso la punta de mi lengua por mis secos labios.
—¿Qué estás haciendo aquí Williams? —pregunto deteniéndome en seco. Ella se pasa las yemas de los dedos por los ojos y se sienta en una de las sillas que rodean la pequeña mesa dentro de mi cocina.
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One Last Night || ESPAÑOL [TERMINADA]
RomanceTERMINADA ✨ ✔️ SAGA NEW YORK LOVE STORY LIBRO 1 Él la traicionó en la universidad. Ella aún no lo perdona. ¿Podrán dejar sus diferencias de lado y trabajar juntos hacia su meta, o los fantasmas del pasado serán lo suficientemente pode...