V E I N T I C U A T R O

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Bebí de la botella de agua que acababa de sacar del refrigerador de casa

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Bebí de la botella de agua que acababa de sacar del refrigerador de casa.

Había llegado hace diez minutos a casa, ya que había salido a hacer algo de ejercicio, salí a trotar por ahí y a poder refrescarme un poco vagando por las calles de la ciudad. Intentando distraerme y al mismo tiempo haciendo algo de actividad física, ya que hace bastante que no lo hacía.

Estos días me había sentido demasiada agobiada.

A decir verdad sabía que tenía que ver con la conversación que había escuchado el otro día, Jackson, lo escuché hablar con un chico en el edificio de la discográfica, bueno no estoy segura de quién era la persona con la que hablaba, pero solamente escuché que le decía algo de una sorpresa para lisa y...le mostró una caja roja. No tuve que escuchar más o quedarme más tiempo ahí para comprender lo que era, para entender de qué tipo de sorpresa se trataba.

No debí haber escuchado eso, ni mucho menos haber mirado aquella caja.

Por esa razón había ido a decirle aquello a lisa, sentía estarme despidiendo de ella, pero aún así, aún así le dije que ella decidía, no sabía que día Jackson le propondría matrimonio,pero sin duda no fué la noche anterior a ese día, ella no llevaba un anillo en alguno de sus dedos, me había asegurado de aquello.

Haber salido el día de hoy me había ayudado bastante a poder distraerme un poco, con las cosas que tenía que hacer en la discográfica, con lo de lisa, y teniendo en cuenta que no me podía concentrar en la primera cosa por la segunda, está semana no iba bien.

Aunque ahora que lo pensaba, seguramente en estos días que han pasado desde la última vez que ví a lisa, Jackson ya le habrá pedido matrimonio, y seguramente ya estarán haciendo todos los planes para su boda. Ellos estarán muy contentos juntos, seguramente.

Deja de pensar en lisa, me repetía una y otra vez, pero era en vano, parecía estarme diciendo lo contrario, porque la pensaba más.

Subí las escaleras de la casa, encaminandome directamente hacía la puerta de mi habitación, para después abrirla y adentrarme al lugar. Me dirigí hacía mi cama y me senté en la orilla de esta, me incliné hacia la mesita de noche que estaba a lado de la cama y comencé a rebuscar en los cajones de la misma, en busca de aquella carta.

Finalmente la encontré hasta el fondo, al parecer la ves pasada que la había leído - que no era mucho más que hacía un par de semanas o quizá menos, usualmente la leía muy seguido, era como mi tesoro - no me había fijado bien a la hora de acomodarla y se había arrugado un poco el sobre.

Me levanté con la carta en mano y bajé las escaleras apresuradamente, la dejé en la barra de la cocina mientras que nuevamente buscaba la botella de agua, que minutos antes estaba bebiendo. Cuando la encontré la posicione justo al lado de la carta y fuí a encender la luz.

Ya estaba comenzando a anochecer y, si es que quería alcanzar a leer algo de la carta, sin duda no podría hacerlo con la luz apagada.

Solté un pequeño suspiro mientras que me sentaba en uno de los bancos de la cocina, para así poder descansar un poco, no me había sentado desde que había llegado, y ha decir verdad mis piernas dolían, había estado haciendo más ejercicio del habitual, con el afán de poder distraerme, pero daba igual lo que hiciera, aquellos pensamientos siempre se volvían a adueñar de mi mente.

ʙᴜꜱᴄÁɴᴅᴏᴛᴇ | ᴊᴇɴʟɪꜱᴀ [2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora